Llave 67

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Tao suspiro con gesto tranquilo detrás del marco de la puerta de invitados. Había escuchado la historia completa de los hermanos Kim-Kang y pensaba que no había nadie mas fuerte que ellos.

JongDae dándose otra oportunidad en el amor, con ese chico tan adorable que incluso el mismo comenzaba a tomarle bastante cariño.

Que incluso cuando escucho llorar a la Señorita SeulGi y a MinSeok en la habitación, su pecho y sus brazos picaron para ir a consolar a esas gentiles personas.

Pero ahora debía dejarlos seguir con su conversación sobrante. Ahora el se dedicaría a hacer dos cafés y un te de vainilla.

—¿Tao?

Antes de bajar las escaleras, el rubio se detuvo y giro su vista hacia la chica pelinegra que le observa con curiosidad.

—Señorita SeulGi.

—SeulGi.

—¿Que?—le observa extrañado.

—Solo dime SeulGi—bufo con una sonrisa—Hemos sido lo demasiado cercanos en este último año que, ya no importa los honorarios, solo dime así.

El rubio asintió aceptando y observa detrás de la chica.

—¿Y MinSeok? —SeulGi suspira con una pequeña sonrisa.

—Le dije que descansara. Aun esta algo cansado y en el fondo....también lo hice por que se como se siente ahora—recordó vagamente—Es mejor dejarlo dormir, pero después lo despertare.

Tao reparo en un detalle.

—¿Te quedaras?—pregunta.

SeulGi se tenso en su lugar y sus mejillas se sonrojaron levemente.

—Y-Yo.....—jugó con sus manos—¿Habría algún problema si...me quedo por unos dos días mas?

Lo sabia.

En el fondo, el rubio sabia que no podía negarse mas ante esos preciosos ojos avellana. Su brillo y suplica en ellos le hacia inflar su pecho en orgullo y alegría.

SeulGi confiaba en el y también...se ponía nerviosa ante su mirada. A pesar de sus dudas, esperaría un poco mas para hablar con ella.

Por que si, sabia que posiblemente ella no estaba lista para entrar en una relación después de tanto pero, tampoco perdía mucho intentando acercarse mas a ella.

—No—sonrió suave y se acerca a ella. Solo un paso de distancia había entre ellos—No hay problema, SeulGi.

Y lo volvió a percibir.

Ese tierno carmín volvió a aparecer en esa suaves mejillas.

—Gr-Gracias...—susurró la chica, de repente perdida en los ojos contrarios y esa sonrisa que le prometía calidez con solo una acción.

ZiTao se distanció y camino de nueva cuenta hacia las escaleras. SeulGi parecía volver a su realidad.

—¿Tao...?

—Voy a la cocina a preparar cafe y té—se detuvo y después la observa—¿Me ayudas?

SeulGi parpadeo un poco y una sonrisa no tardo en aparecer en su rostro.

—¡Claro!











[.....]








Aun....

—J-JongDae—susurro con lágrimas en sus ojos.

🗝Ama De Llaves🗝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora