capítulo 044

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Yugyeom soltó un jadeo de sorpresa, estaba estupefacto; y tú sólo me miraste como si te estuviese haciendo la broma del año.

Yo me encogí de hombros y lo repetí, cerciorándome de que ambos captaran que dije la verdad.

—Estoy enamorado de ti —te lo dije de frente, sonriendo con amargura—. Y no puedo hacer nada.

Todo el lugar se quedó en silencio y luego de unos minutos tú te levantaste y saliste casi perturbado del comedor. Subiste las escaleras y Yugyeom y yo sólo te miramos con atención.

Luego, yo suspiré, dejando que el llanto se apoderara de mí y escondí mi cabeza entre mis brazos.

Ya, si antes la había cagado, esta era la peor mierda que podía haber hecho en toda mi corta y asquerosa vida.

Pero no me arrepentía.

—Jimin —escuché la voz de Yugyeom y su mano se posó en mi cabello, acariciándolo—. Subiré y hablaré con tu padre —aquella palabra sólo me hizo soltar un fuerte sollozo y aunque no lo vi, podía jurar que Yugyeom había entendido que fue mala idea decirla—. Cálmate y hablaremos en unos minutos.

Yo asentí y luego dejé de sentir su caricia.

Y terminé quedándome solo.

Como siempre.

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