capítulo 079

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Estabas ebrio.

Fue lo primero que noté cuando llegué a casa.

Todas las luces estaban apagadas y no me tomé la molestia de analizar cómo te encontrabas realmente, pues me habías acorralado con tanta fuerza que golpeé mi cabeza contra la pared de forma violenta, ocasionándome un dolor agudo e insoportable.

Habías comenzado a besar y morder con fuerza mi cuello, dejando marcas instantáneas que de seguro después se verían mucho peor.

Aprisionaste mis muñecas con tus manos y me quejé por lo fuerte que lo estabas haciendo.

Tus ojos tenían un brillo que me trasmitía inquietud.

Y tuve miedo de ti por primera vez.

Algo estaba yendo muy mal.

orate 丼 kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora