Siguiente Desconocido [Emiliaco]

04

Joaquín

Después del momento más desagradable de mi vida, me encuentro desayunando frente "a mi familia" ninguno dice nada y no parecen estar interesados en entablar alguna plática.

No tengo hambre pero se que si no lo hago mi madre me dará un sermón y simplemente ya no quiero escucharla.

No se en momento cambio de padecer sobre Emilio, todo estaba absolutamente bien cuando recién nos habíamos instalado aquí, pero últimamente esta a la defensiva, no me deja salir por mi propia cuenta a investigar algo que me pueda llevar a él, pienso que a lo mejor muy en el fondo le duele que mi padre allá preferido a Emilio mientras que ella siendo su compañera de toda una vida la desecho como cualquier cosa y sin decir nada, se el vacío que debe de estar sintiendo por que yo me siento igual pero por lo mismo tenemos que luchar para encontrar más pistas pero se perfectamente que mi mamá sabe que si Emilio vuelve conmigo mi padre no lo hará con ella.

De cierto modo me siento mal por eso pero es simplemente algo que sucedió, no es algo que hubiéramos planeado, lamentablemente y lastimosamente las decisiones de mi padre son las que los han traído hasta acá.

Ella encontrá a alguien mejor, lo sé, pero eso pasará cuando se de cuenta de que merece algo mejor y no lo que Uberto pueda ofrecerle.

—¿Joaquín? —la voz de Bianca me trae a la realidad.

—¿Qué pasa? —le regalo una sonrisa.

—Te hablan por teléfono —lo deja sobre la mesa y lo tomo con manos temblorosas. La observó irse, se pone una mano en la cadera y tengo el presentimiento que comienza a cansarse, pues son 60 años que tiene y en los que no ha dejado de trabajar.

Borro los malos pensamientos, rápidamente tomó el teléfono.

—¿Bueno? —cuestionó mientras siento a mi corazón querer salirse de mi pecho.

No escucho nada, incluso tengo que quitarmelo de la oreja para verificar que aun esté la llamada.

—¿Quien habla? —musito furioso, escucho una respiración agitada—. ¡No es gracioso!

—Joaco —cierro los ojos con fuerza, mierda.

—¡¿Qué te pasa?! —siento la sangre bajar por todo mi cuerpo, regreso a la normalidad—. No me hagas esto Noa, por un momento pensé que era... —siento un nudo en la garganta, me quedo callado.

—Pensaste que era Emilio, dilo. No me afecta —responde tranquilo—. Disculpame, era urgente tenía que llamarte pero estaba haciendo ejercicio, se me fue el aire.

—¿Qué querías decirme? —me muerdo el labio impaciente, Noa ha cumplido con su promesa de ayudarme a investigar y me siento ansioso por que se que averiguo algo sino, no hubiera llamado.

—Esta en Colombia —bufa pero luego ríe.

—¿Cómo lo sabes? —me pongo de pie y camino directo a mi habitación, siento a mis sentidos alterarse.

—Tu padre dio una conferencia hoy, se le cayó el teatro Joaquín, le hicieron una pregunta respecto de cómo pensaba llevar los ingresos del despacho contable Colombiano Stars... —hace una pausa —Hubieras visto su semblante e intento remediar la pregunta —suelta un chasquido—. Es una gran pista ¿Tu sabes de su empresa principal? Por que es obvio que está es secundaria.

—No tengo idea, ni siquiera sabía que tenía socios allá.

—Tal vez había planeado esto.

Se hace un silencio para nada incomodó.