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Maratón 1/?










Narradora

Las cosas no siempre salen como uno planea y aveces estamos en los lugares equivocados en el momento menos adecuado.

Bianca no era la excepción, menos para un hijo bastante dolido, rencoroso y lleno de venganza.

—¿Por qué no corriste como te lo dijo la perra de Elizabeth? —escupe Uberto. La toma del cabello mientras la lleva al mismo cuarto donde se encuentra Eli. Uberto empuja a Bianca la cual cae frente a los pies de Elizabeth y hacen contacto visual—. Esta perra indefensa que está frente a ti querida Eli, es mi madre.

Bianca suelta un sollozo lastimero, sus ojos demuestran miedo pero sobre todo arrepentimiento.

–¿Qué? —dice Eli en un hilo de voz.

—Si Elizabeth, Bianca es mi madre ¿Porqué te sorprendes?

Había rabia en la voz del hombre, lo que más le preocupaba a Eli era que hiciera algo estupido contra la persona que había cuidado de Joaquín por mucho tiempo mientras ellos se la pasaban de junta en junta y reuniones de cocteles por el trabajo de Uberto.

Pero sabía que Uberto tenía razón de estar así, no fue fácil vivir siendo violado por su propio padre pero aveces las cosas dependen de uno mismo... Ser igual que tus mounstros o superarlos. Pero aveces ellos nos superan a nosotros. Elizabeth sabía que a Uberto lo habían rebasado.

—Por favor Uberto. Déjanos ir —suplico Eli una vez más. Sabia que rogar estaba de más pero no soportaba la idea de seguir en el mismo lugar en que Uberto cometería un gran error.

—No sabes cuántas veces rogue por lo mismo Elizabeth y jamás me escucharon.

—Pero nosotros no tenemos la culpa, incluso Bianca. A veces nos dejamos cegar, si nos dejas libres podremos salir adelante.

—Es algo demasiado idiota de tu parte que pienses así Eli, ya no hay remedio, he cometido demasiados errores, uno tras otro. Nada me salvará del castigo.

—¿De verdad? Siempre fuiste un hombre que luchó por lo que quería y me sales con que te da miedo enfrentar lo que tu mismo has provocado...

—Pero todo se ha acabado —musita mirando entre Bianca y Elizabeth—. Ustedes me van a decir dónde está Emilio y esto termina aquí.

Ambas mujeres se miraron temerosas.

—Una de ustedes dos debe venir conmigo, no me voy a arriesgar a que me estén engañando —Eli suelta un suspiro cansada.

—Uberto no tengo idea de donde podría estar Emilio. No te miento ¡Por Dios!

—No te creo, es más... Eres la elegida para mostrarme el camino.

Elizabeth aprieta sus manos en puños, y un escalofrío le recorre la espalda.

—No se donde esta —murmura. Uberto la mira incrédulo.

—¿Sabes? Cuando me casé contigo creí que llegaríamos hasta viejitos, realmente nos visualice llenos de amor, llenos de hijos. Pero no fue así por que eres tan inútil que solo pudiste darme uno y para acabarla maricon —se acerca a Elizabeth amenazante y le rodea el cuello con ambas manos —Lo peor es que le gustaba mi accionista... ¿Y sabes cuál fue el colmo? —musita con rabia. Eli negó frenéticamente—. Que ambos estábamos interesados en la misma persona.

—¿Porqué me dices esto? A pesar de todo... Me duele ¡Eres un infeliz!

—Cuando te hacia el amor imaginaba que eras él —deposita sus labios en la sien de Elizabeth.

—Como tu madre te ordeno y exijo que dejes a Elizabeth, a la persona que quieres es a mi —espeta Bianca. Elizabeth y Uberto la miran al mismo tiempo.

—Tu eres lo que menos quiero, solo me sirves como carnada.

—¿Eso a quien beneficia? —cuestiona Bianca un poco relajada.

—A mi.



[...]


Emilio

Después del mejor momento de mi vida, con Joaquín entre mis brazos mientras duerme plácidamente... Me doy cuenta de muchas cosas. Una de ellas es que no podría vivir sin él pero otra de la cosas pero no menos importante es que, mi pasado y lo que me haya pasado antes no me define lo cual él me ha dejado muy claro desde que nos volvimos a reencontrar.

No puedo seguir viviendo con miedo y huyendo de Uberto, espero verlo porque lo que más quiero es dejarlo en su lugar, quiero venganza por todas esas personas a las que les hizo daño, incluyéndome.

—¿Qué tanto piensas? —cuestiona Joaquín con la voz un poco ronca, siento sus dedos fríos en medio de mis cejas y no es hasta ese momento que me doy cuenta que tenía fruncido el ceño.

—Nada importante —trato de sonreír pero me sale más una mueca.

—¿Seguro? —pasa sus brazos sobre mi torso y me rodea con ellos—. Ya no más secretos, León.

Sonrió ante el apodo, es increíble cuanto tiempo ha pasado desde que decidimos estar juntos.

—Pensaba en tu padre —comienzo con cuidado pero lo siento tensarse —Quiero enfrentarlo, no quiero vivir huyendo —se sienta en la cama mientras me mira incrédulo—. Por nuestro bien.

—Nuestro bien es lejos de él ¿Acaso ya se te olvido como nos ha tratado?

—No se me olvida.

—¿Entonces? —hay coraje en la voz de Joaquín pero no lo culpo. Aún así se lo que es correcto.

—Solo digo que...

Nos interrumpen unos golpes desesperados en la puerta, suelto un bufido mientras me pongo de pie y me coloco mis boxers que descansan en el piso.

Abro la puerta y me encuentro con un Kevin pálido y sudoroso.

—¿Qué mierda? —susurro mientras se mete a la habitación y observo a Joaquín vestirse rápido.

—¿Qué pasa Kevin? —pregunta Joaquín mientras se coloca a mi lado.

Kevin nos mira algo dudoso, y noto en sus manos un pedazo de papel el cual está hecho bolita.

Traga saliva visiblemente y comienzo a preocuparme, estoy dispuesto a preguntarle de nuevo que sucede pero me gana.

—Bianca no está y sospecho que fue por Uberto, esta carta la dejo ella —me tiende el papel que observe segundos antes en sus manos y lo tomó dudoso—. Al parecer Uberto es su hijo.

Joaquín suelta un jadeo de sorpresa, siento mis ojos desenfocados y de repente todo se vuelve negro.


































...
Por fin recta final.🥺

Una disculpa por desaparecer, han sido muchas cosas pero el día de hoy doy fin a esta historia y le daré continuación a Everyday y Juguete.🥰

Les tkm.💕

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