16

2K 304 194
                                    

Joaquín

Salir a distraernos un poco fue una gran idea después de todo, Emilio nunca soltó mi mano.

Bianca tomo un par de fotos con una cámara que llevo con ella y Kevin se encargó de comprar todo tipo de golosinas para compartir con todos, fue un día bastante bueno. Aunque cada vez estábamos más cerca de llegar al hotel y eso me ponía de nervios.

El viaje en el colectivo fue silencioso y trate de restarle importancia a el malestar en mi estómago, pero no funciono. Cuando llegamos a nuestro destino fuimos los primeros en bajar, Kevin y Bianca nos miraron confundidos pues prácticamente Emilio me llevaba a rastras.

-¿Cuál es la prisa? -cuestiona Kevin con el entrecejo fruncido mirando entre Emilio y yo. Pude sentir a Emilio tensarse pues todavía estábamos con nuestras manos entrelazadas.

-Joaquín y yo tenemos algo de que hablar, así que por favor… -Emilio tomo un suspiro-. Lleva a Bianca contigo por un buen rato.

-Está bien -dijo Kevin con algún tipo de mueca en su cara. 

Después de eso Emilio nos llevó dentro del hotel lo más rápido posible, apenas podía llevarle el paso y simplemente la actitud que estaba tomando me ponía más de nervios. Subimos al ascensor y ninguno de los dos dijo nada.

Cuando las puertas del elevador fueron abiertas camino aún más rápido por los pasillos haciendome tambalear un poco en el proceso. 

Tomo las llaves de mi habitación de la pequeña bolsa que tenía en mi mano derecha, nos mete juntos.

No digo nada, al contrario, trato de darle su espacio.

Sin decir aún nada palmea un lado vacío en la cama de donde él se encuentra sentado. Suspiro y me coloco a su lado. 

Miramos por un largo momento el suelo hasta que se decidió a hablar.

-Te voy a contar absolutamente todo lo que paso en Colombia, pero tienes que prometerme que pase lo que pase me dejaras terminar y no me vas a interrumpir -su voz sale insegura y sus manos tiemblan -Después puedes tomar tu decisión -me mira a los ojos fugazmente para después acostarse en la cama mirando el techo-. Sólo escúchame. 

-Te escuchare hasta el final -mi voz sale entrecortada y le apretó la mano para darle seguridad.

-Tu estabas inconsciente después del altercado que tuvimos con Uberto en la cabaña, él te quería matar pero no lo permití pero debo confesar que Mauricio fue de mucha ayuda o eso pensé porque después bajo Mauricio con un temor inexplicable en los ojos diciendo que lo había matado pero no fue así, detrás de Mauricio estaba tu padre lleno de sangre y le disparo -Emilio cierra los ojos mientras permanece con los labios apretados -Entonces él nos vio, me vio contigo en brazos y me dijo que te dejara que no había acabado conmigo pero luego me amenazó con matarte y no soporte la idea -suelta un sollozo lastimero que me hace sacar algunas lágrimas -Entonces hice una especie de trato Joaquín, tu vida a cambio de la mía -me mira directamente -Pero la pesadilla no acabo ahí, de hecho ni había comenzado, fue hasta que llegamos a Colombia, tu padre tiene mucho más dinero de lo que alguna vez creí, contrato a cuatro guardaespaldas, un departamento en una zona privada y empezó su negocio de empresas en una que tenía ahí, prometió darme una buena vida y mucha felicidad -ríe amargamente haciéndome estremecer -Incluso dijo que me olvidaría de ti -se relame los labios, me mira con adoración y acaricia mi mejilla -Después de algunos días lo notaba frustrado y enojado y no sé por qué se me ocurrió preguntarle que sí que pasaba… -traga duro inseguro de seguir pero tomo entre mis manos su cara -Y dijo que me necesitaba, me toco sin pudor y yo no quería, me obligo a estar con él, me obligo a tener relaciones, a penetrarlo hasta que llegara, yo no llegué, no lo hice y eso fue peor para él por qué lastimó su ego así que luego se introdujo en mí sin compasión Joaquín, grite pidiendo ayuda pero nadie me escucho -aprieta la mandíbula y pega su frente con la mía -Sangre por cinco días, tuve que ponerme toallas sanitarias pero ese no fue el problema sino que él estúpido se lo comentaba a todos los socios que llegaban a la casa, diciendo que había sido una gran ronda de sexo como si yo fuera un maldito trofeo, me sentí humillado, usado -para ese entonces no podía explicar lo que sentía hacia mi padre, me encontraba llorando y destrozado junto con Emilio, lo abrace fuertemente y me sentí un idiota por querer estar con él cuando ni siquiera le pregunté cómo se sentía -Así siguió todo, yo era una ama de casa pero me gustaba porque me ayudaba a pensar poco, no tenía amigos hasta que me llevo a un bar para tener un trio al cual no accedí, termine haciéndome amigo del chico que el frecuentaba, como vio que fui obligado a ir a ese lugar le pidió al dueño cualquier tipo de protección hacia mí -me regala una sonrisa cansada -Se llama Carlos. Pero antes de él estuvo Jacob, en realidad Jacob fue mi primer amigo lo cual me sorprendió y más cuando me dio la ayuda sin siquiera pedírselo y que gracias a que era la mano derecha de tu padre contrato a un investigador privado y por eso estamos hoy aquí, nos hicimos grandes amigos, salíamos a casa de Carlos juntos, comíamos con Kevin e incluso en sus días libres me acompañaba en el departamento hasta que… -suelta un suspiro cansado, se pasa una mano por su cabello y deposita un beso en mis labios-. Un día antes de mi escape no sé cómo, pero Uberto se enteró que él me había estado ayudando y lo mato. 

Siguiente Desconocido [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora