La fiesta siguió su curso, Peter y yo nos mostramos como cualquier pareja de recién casados, hicimos lo tradicional, disfrutamos de la compañía de nuestros amigos, llego un momento que me olvide de que todo se trataba de una farsa me dispuse a disfrutar y parece que Peter tuvo la misma idea, bailamos algunas de las melodías que nos gustaban, me hizo girar un par de veces logrando arrancar una sonrisa, hacia algunos pasos exagerados lo que nos mantenía riendo, en ese punto hasta me olvide de los demás y no me importo hacer el ridículo. Me senté un momento y lo vi bailar junto con Claudia, ambos mantenían una hermosa sonrisa, una que no había vistos en Peter, lo vi asentir un par de veces logrando que Claudia sonriera aun mas.
—Así que fuiste la que cazo al gran Peter Lanzani— me gire para encontrarme a un chica hermosa de piel muy blanca, de cabello castaño y unas enormes pestañas además de facciones definidas— lo siento mi nombre es Paula...
—Mucho gusto—le dedique una sonrisa aunque aun me sentía extrañada, es que acaso ella era una de las tantas que querían a mi ahora esposo
—Cuando no lo dijo la semana que estuvo en Londres no lo podíamos creer—se sentó en la silla junto a mí y sonrió abiertamente viendo a mi esposo que seguía bailando con Claudia
—Tan difícil es creer que hubo quien lo hizo dar este gran paso
—No, ¡claro que no!, lo que nos sorprendió fue ver con quien lo hacía—seguro que mostré alguna reacción porque ella reacciono en seguida—no pienses mal, eres una mujer hermosa, pero una que estaba muy lejos del alcance de Peter y lograste lo que muchas han intentado y jamás han logrado
—Solo esperemos que no se arrepienta—sonreí y ella me imito, no entendía como ella se atrevía a decir que yo "precisamente YO" estaba fuera del alcance de Peter, era como si yo fuera demasiado para él, pero eso era completamente imposible.
—Eso nunca pasara, nos sorprendimos cuando nos dijo que se casaría, pero nos sorprendió aun mas al saber que tú eras la novia, había conseguido que...
—Veo que conociste a Paula— Peter había interrumpido a Paula, me abrazo besando mi mejilla
—Si ella me estaba diciendo que jamás te imaginaron casado—el sonrió llevándose la mano al cabello
—Pero ahora lo estoy y si me permites te robo a mi esposa—me despedí de Paula con un simple movimiento de mano y nos adentramos de nuevo en la pequeña pista donde bailaban algunas parejas
—Tus amigos parecen agradables—rompí el silencio
—Lo son, espero que estés lista— enarque una de mis cejas, me presiono mas contra su cuerpo y sus labios rozaron mi oído— no olvides que después de la boda hay algo que se llama luna de miel
—No hablamos de eso—murmure irritada, odiaba que este hombre me dejara de lado en algunas decisiones, además jamás lo habíamos hablado y honestamente yo lo había olvidado.
—No creías que no haríamos ese viaje, además te lo mereces
—Pudiste decírmelo
—Arruinaría la sorpresa, pequeña—hice un mohín, pero solo recibí un beso de su parte—te parece si nos vamos a cambiar antes de que sea más tarde y perdamos el vuelo
— ¿Vuelo?
—No pensaras que nos quedaríamos en la ciudad— se burlo
—Podría ser una opción
—Chicos es hora—me gire para encontrarme con mi madre, tomo mi mano y me guio entre las mesas hasta salir del salón, tomamos uno de los elevadores y entramos a una habitación desde donde se podía apreciar una vista hermosa de la ciudad— antes de que digas algo, se que este viaje te hará bien, es por eso que acepte el no decirte nada, además se divertirán
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El trato que unio nuestras vidas . Laliter
Roman pour AdolescentsPrologo Dos jovenes y un casamiento. ¿Seran capaces de afrontar la realidad y unirse en casamiento con tal de salvar las compañias de sus padres? ¿Lograran salvarlas? y lo mas importante... ¿Que pasara con esa union entre ellos?