Capitulo 22 "Celoso?"

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Ignoro mis protestas de ir cada uno en su auto, me obligo a ir junto con él ya que seguía insistiendo que no tenía un aspecto muy normal y que no quería arriesgarse a que algo me sucediera, me dio un corto beso en los labios cuando me dejo fuera de mi oficina y él se marcho a la suya.

—Lali...—me gire para verlo— si te sientes mal solo llámame

—Que estoy bien—entre en mi oficina dando un portazo, dentro me encontré con Nicolás el maravilloso novio de Euge—Hola Nico, a que debo tu visita a estas horas de la mañana, que no deberías de estar descansando o entrenando para el partido del fin de semana.

—Hola Sra. Enana— rodé los ojos y el soltó una carcajada, deje mis cosas en el perchero y me senté en mi silla

—Quieres un café o un té? —pregunte mientras marcaba la extensión de mi secretaria

—Un café está bien

—Valeria un café y un té ambos sin azucar— pedí cuando atendió mi llamada— Sabes mentiría si dijera que no me intriga tu presencia pero me sorprende verte tan temprano en mi oficina

—Tengo que pedirte un enorme favor Laa—note un ligero sonrojo y la manera en que se llevaba la mano a la cabeza, deje escapar una risita, lo que fuera que me quisiera pedir le estaba costando demasiado trabajo y eso era un caso extraño en el grandulón, Valeria dejo nuestro café y se retiro

—Ok, no sé de lo que se trata pero sin duda debe de ser bueno, así que suéltalo—apoye mis codos en el escritorio y mi mentón sobre mis manos prestándole toda mi atención lo que pareció avergonzarlo más, jamás desde que había conocido a este hombre lo había visto sonrojarse, el siempre mantenía su actitud de un hombre fuerte y rudo, el mismo hombre que presentaba en la cancha en cada uno de sus juegos, no por algo era el quarterback y mariscal más famoso del momento.

—Esto no es fácil, pero no se me ocurrió a quien más podía recurrir y como se que son grandes amigas sabia que tú eras la que me podía ayudar para que Euge...

—No me dirás que planeas dejarla

— ¡Claro que no! —escupió parte del café

— ¿Entonces de que se trata?—di un sorbo pequeño a mi taza

—Quiero formaliza con Euge—por primera vez en muchos días una enorme sonrisa legitima había enmarcado mi rostro, mi amiga sí que era afortunada, el hombre que ella amaba estaba listo para dar el siguiente paso y el más importante de sus vidas

—Felicidades Nico, esa es una excelente noticia—me levante de mi lugar para abrazarlo, me estrecho entre sus brazos levantándome unos centímetros—pero no veo que es lo que necesitas de mi

—Necesito que me acompañes a la joyería para elegir el anillo, no te estoy pidiendo que lo elijas tu, solo quiero que me des tu opinión ya que quiero que esto sea perfecto para Euge

—Supongo que deseas que lo hagamos hoy—asintió—como aun es demasiado temprano, déjame intentar adelantar algunos documentos relevantes y el resto se lo dejare a Pablo para poder acompañarte

—Sabía que tú no me abandonarías

Encendí la computadora y comencé a hacer algunas anotaciones en los documentos que me habían dejado sobre el escritorio, revisar algunos balances, las inversiones y sobre todo las empresas que podríamos vender ya que su productividad era casi nula, atendí un par de llamadas mientras veía a mi amigo sacarme fotos, y a la vista, revisar las estanterías y leer un libro recostado en el sillón.

@laliesposito

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El trato que unio nuestras vidas . LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora