Capitulo 53 "Matrimonio real"

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Una semana después había regresado a mi vida habitual, claro que no lo había hecho sola, estaba acudiendo con un psicólogo que me estaba ayudando a sobrellevar mi problema. Había llorado cuando había hablado de ello, pero tener a Peter junto a mí sosteniendo mi mano me había dado el valor para tomar la decisión de recibir ayuda.

Había vuelto a reordenar mis prioridades, estaba feliz y sabía que mi apariencia lo demostraba. El momento que habíamos esperado, al fin había llegado una baja en la bolsa se había presentado dándonos la oportunidad de comprar algunas de las acciones de Alejo y con ese movimiento nos asegurábamos de que nuestras empresas quedaban a salvo, al menos a el no le ocurría dañarnos sabiendo que poseíamos parte de su empresa y si nosotros caíamos el sufriría una fractura dando lugar a una compra masiva y por lo tanto su desaparición.

—Ya era hora de que sucediera—entro mi padre a la oficina de Peter donde nos encontró hablando

—La espera valió la pena, después de todo no tiene el mejor equipo, logramos hacernos de un 30% de las acciones

— ¿Hablan en serio? —se acomodo en la silla junto a mi

—Yo logre hacerme apenas de un 10%—apunto mi esposo—el resto es por cuenta de esta pequeña escurridiza.

—Lo bueno es que la tenemos de nuestro lado y no en nuestra contra—se burlo mi padre revolviendo mi cabello que lo llevaba suelto.

—Serian un gran reto

—Con Juan decidimos ir a celebrar este gran día, así que porque no vamos a cenar—propuso a lo que nosotros accedimos, me dio un beso en la mejilla y desapareció de la misma manera que había llegado. Un problema con la cuenta de uno de los clientes de medio Oriente nos mantuvo en la oficina por un poco más de tiempo dejándonos sin tiempo para ir a nuestra casa y cambiarnos.

Entremos al restaurante que estaba cerca del centro y que era uno de los favoritos de mi madre y Claudia, uno de los anfitriones nos guio hasta la mesa en la que estaban nuestros padres, la mirada de mi madre me dio a entender lo que las palabras no podrían expresar, me envolvió en sus brazos y me susurro lo mucho que me quería y lo bien que lucía, Claudia igual de afectuosa que mi madre logrando que me sonrojara un poco.

—Bueno les parece si brindamos por lo que estos dos chicos han conseguido— mi padre nos señalo a ambos, sonreí abiertamente y Peter solo me guiño un ojo

—A decir verdad las felicitaciones deben de ser mas para Lali, ella logro comprar el doble que yo, gracias a una mente realmente brillante

—Podrían dejar de avergonzarme y mejor ordenar—hicimos nuestro pedido y esperamos a que la cena llegara, escuche la plática de mi mamá y de Claudia respecto a la semana de la moda en Paris a la que habían asistido.

Cenamos entre comentarios ligeros y alegres de nuestros padres, en algún punto de la velada comenzaron a contar anécdotas de la universidad y de la infancia que desconocía de mis padres y por supuesto que no me esperaba de mis suegros, intente detenerlos cuando la plática se comenzó a centrar en nosotros y empezaron a hablar de las cosas que habíamos hecho de pequeños, mis mejillas ardieron y solo sentí los labios de Peter en mi mejilla.

Nos fuimos a nuestra casa después de que todos quedamos lo suficientemente avergonzados, mi esposo no paraba de reír al recordar algunas de las anécdotas e imaginar a sus padres en esas situaciones, aunque me habían parecido graciosas para mí era más vergonzoso recordar todo lo que mis padres habían contado sobre mi infancia en la cual había sido una chica con muy poca coordinación.

Tres días después la amenaza de Alejo había desaparecido. Había estado en nuestras oficinas al darse cuenta de que nos habíamos infiltrado en su empresa y que no podía hacer nada contra nosotros al menos no mientras nosotros contáramos con parte de sus acciones, se había enfurecido pero no con nosotros si no con su equipo que él consideraba invencible pero en realidad era un fraude, hizo ofertas muy tentadoras para recuperar sus bienes pero eso solo nos convertiría nuevamente en su blanco, cosa que no me apetecía debido a la presión que esto ejercía.

El trato que unio nuestras vidas . LaliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora