Tres meses habían pasado y nuestra relación era la misma que un inicio, había afecto pero no amor, me había acostumbrado a estar con él, compartíamos varios intereses lo que nos hacía más llevadero este matrimonio, amábamos la música clásica y las buenas obras de teatro, acudir a las galerías para admirar los excelentes cuadros y las esculturas de un artista nuevo, las cenas y compromisos de sociedad no se hacían esperar, pero lo que más disfrutaba era estar en nuestra maravillosa casa.
Me permitía ser yo misma sin ningún tipo de mascaras, podía estar simplemente en jeans con una hermosa blusa, dejaba las formalidades para cuando estuviéramos fuera de este lugar.
Los negocios iban marchando bien y es por ellos que cerca de dos semanas apenas y nos vimos, ambos viajamos a diferentes ciudades. Me encantaba la intimidad que compartíamos, me había enseñado a mostrarme más atrevida en la cama y de verdad que eso me hacia disfrutar más del placer que me proporcionaba y de la misma manera retribuirle un poco.
Seguía frecuentando a mis amigas que seguían con sus agitadas vidas, Cande seguía en la busca de ese hombre perfecto que le diera todo lo que deseaba y que estuviera dispuesto a compartir su vida loca, las noches en los bares, los desayunos de sociedad, y las cenas de beneficencia ; Euge seguía junto con Nico, ambos eran famosos pero juntos formaban una de las parejas más impresionantes, él era guapo pero por su complexión tenía un aspecto temible pero si lo observabas bien parecía un niño, en estos momentos el se estaba tomando una semana libre antes del próximo juego y sorprendentemente se había ido a Sídney donde Euge casualmente estaba haciendo una sesión fotográfica; claro y no puedo olvidar a mi amiga Rochi, estaba histérica y hasta se había vuelto algo bipolar, Gastón había regresado y lo primero que había hecho era ir a buscar a mi amiga que no paro en reclamar su abandono y comenzó a ignorarlo, después acepto volver a salir, un día hablaba de lo grandioso que era y lo mucho que lo amaba y al siguiente se quejaba de alguna cosa que no le hubiera parecido, o simplemente por el hecho de que se había ido por un largo tiempo. Todas contaban sus aventuras mientras que yo solo hablaba de mi vida color de rosa, esa que fingíamos tener, pero que no era más que una pantalla ya que no era suficiente, yo quería que Peter me quisiera de verdad, que sintiera ese sentimiento especial y no solo me viera como su amiga o su compañera en turno.
Había caído en el lugar que había querido evitar, me había enamorado de mi esposo, era un hombre encantador, caballeroso, Inteligente, carismático, bondadoso entre muchas cosas más, pero para el yo no era más que su amiga, esa con la que el compartía demasiada intimidad. Los celos me rodeaban cuando veía a esas exuberantes chicas que se le acercaban, tocaban su brazo o reía de una manera escandalosa para llamar su atención, es justo por esta razón que había comenzado a odiar asistir a esos eventos de caridad que solo me provocaban dolores de estomago, el sonreía y hablaba con cada una de las chicas que morían por terminar en su cama, recordé el ultimo evento de caridad al que habíamos asistido y aun me sonrojaba al recordar mis palabras
—Vamos Peter tú debes de estar justo ahí—señalo la despampanante rubia que se había colgado del brazo de mi esposo que sonreía
—No veo la razón de tener que estar en ese sitio—envolvió mi cintura con su brazo libre
—Eres uno de los principales patrocinadores para este evento—aunque sabía que era verdad y que su lugar estaba donde la chica señalaba, al menos durante la subasta, pero eso no justificaba que se colgara de su brazo— ¿Verdad que no te molesta que me lo lleve unos minutos?
—No hay problema entiendo que debes de estar al frente—tome lo que restaba en mi copa, nuestras miradas se mantuvieron fijas, sabía que estaba intentando leer lo que pasaba por mi mente en ese momento
—Vez Peter, es hora de irnos—tomo su mano y justo en ese momento tome su mano libre, ganándome la atención de ambos
—Diviértete, pero no olvides que a casa regresas conmigo cariño—le di un beso en los labios dejando a la chica aturdida por mis palabras y Peter con una sonrisa burlona pero había sorpresa en sus ojos, di media vuelta y desaparecí entre los asistentes.
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El trato que unio nuestras vidas . Laliter
Novela JuvenilPrologo Dos jovenes y un casamiento. ¿Seran capaces de afrontar la realidad y unirse en casamiento con tal de salvar las compañias de sus padres? ¿Lograran salvarlas? y lo mas importante... ¿Que pasara con esa union entre ellos?