[2] Still ↭ || Isaac Lahey ||

Capítulo 9 - Teléfono roto (Parte 1

Morir es lo que me toca hacer por lo que pasó anoche.

Aunque no es así como Derek lo llama, no, en sus palabras vamos a matar a Deucalion para deshacernos de la manada de Alfas.

Boyd y Cora ayer siguieron a los gemelos hasta donde sea que estén viviendo y descubrieron que es en el edificio de Allison, en el penthouse. Por supuesto la única respuesta lógica a saber dónde están ubicados es emboscarlos para asesinar a su líder y que eso disperse a la manada, haga que se maten los unos a los otros por poder o lo que sea que vayan a hacer en esa situación que los distraiga lo suficiente para dejarnos en paz.

Siendo justos, nadie me obligó a marchar en el apartamento de Derek exigiendo que me involucrara en lo que sea que estuviera planeando porque es mi Alfa y no hay nada que pueda decir o hacer para alejarme, todo agarrada del sentido de lealtad o mis propios instintos suicidas, sea lo que sea, heme aquí, preguntándome si voy a seguir viva el próximo fin de semana. En realidad, no esperaba nada como esto, solo vine al único lugar en la faz de la Tierra en el que nadie tiene las bases morales para juzgarme, pero me encontré con esto y ya no me podía ir.

Trato de hacerle entender a Derek que esto que quiere hacer tiene nombre y es suicidio. Para llegar a Deucalion, tendríamos que pasar por los demás, hasta ahora solo he tenido el placer de conocer a los gemelos y es suficiente para no quererme enfrentar a los demás, no más ellos me dan miedo. Incluso si un grupo de Alfas que han asesinado a sus propias manadas no fueran más poderosos que un Alfa, dos Betas y un Omega (porque, por supuesto, Peter no se va a ensuciar), también nos superan en número.

Este plan es tan estúpido que casi puedo oírlo hace unos meses gritándonos porque no aprendíamos a pelear y ahora nos sobrestima lo suficiente para enfrentarnos a algo como esto. Ni siquiera puedo con él cuando entrenamos. Ni hablar de vencerlos, salir de ahí con vida ya parece una opción demasiado ambiciosa. Peter opina lo mismo que yo, Cora al parecer comparte con su hermano la misma neurona y Boyd no toma bandos, tal vez es lo suficientemente listo para saber que no cambiará de opinión.

Propongo varias veces que llamemos a los demás, la idea de hacer esto me aterroriza mucho más que la de enfrentarme a Scott e Isaac.

Después de lo que pasó, me di la vuelta y me subí al auto sin decir palabra, apurando a Jackson para que nos fuéramos, porque comencé a recriminarme lo que había hecho apenas me separé de Scott. Casi esperaba que me volviera a reventar el celular con llamadas y mensajes que no sabría cómo responder, pero ha habido silencio absoluto, lo cual me preocupa todavía más. En casa, solo pude dormir un par de horas y desperté con ganas de hacer que maten. No lo decía tan literalmente.

La puerta metálica del loft se abre estrepitosamente y yo volteo a mirar sorprendida, quien quiera que sea se las arregló para no activar las alarmas aún cuando yo por accidente las activé todas al entrar. Scott aparece y yo de vuelvo mi mirada a los planos que tenemos sobre la mesa, recordando por qué es que me quería morir en primer lugar.

—Sé dónde están —anuncia.

Bienvenido a la fiesta, quiero decir.

—En el mismo edificio de los Argent —confirma Scott—, lo sabemos.

—Cora y yo seguimos a los gemelos.

—Entonces quieren que lo sepan —en realidad, eso no se me había ocurrido, pero ahora que Scott lo menciona, tiene sentido. El hecho de que los gemelos enserio no hayan notado que los estaban siguiendo y, sin darse cuenta, los hayan guiado hasta su lugar de residencia difícilmente parece un accidente.

Derek es el Alfa, es quien piensa en esas posibilidades, son sus problemas de confianza lo que de cierta manera nos han mantenido con vida. A pesar de su impulsividad, entiende mejor que nadie que las cosas que se presentan en bandeja de plata rara vez son de fiar. ¿En qué está pensando?