Capítulo 9 - Teléfono roto (Parte 2)

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Una corriente de frío en las piernas me arranca del sueño y un quejido de Cora me termina de despertar, abro los ojos lo suficiente para ver que Derek nos acaba de arrancar las cobijas mientras nos dice que Scott ya le ha dicho dónde han accedido los Alfas a verse con él, así que debemos prepararnos para llegar antes que todos los demás.

Ninguna de las dos se puede demorar mucho en la ducha o Derek comienza a golpear la puerta insistentemente, no con el puño, pero sí lo suficiente para ser fastidioso. En tiempo récord logro ponerme el pantalon que tenía ayer con una camisa que me ha prestado Cora, para salir y ver que Derek ha comprado el desayuno en Starbucks.

—Wow, eres más básico de lo que creí —comentó—. Si te quieres pintar el cabello y ser el nuevo protagonista de Legalmente Rubia tienes mi apoyo.

—La única rubia que hay aquí eres tú —responde levantando un croissant.

—Sí, pero yo soy demasiado pobre para ir a Starbucks —repongo mordiendo un sandwich de huevo.

Ambos se tensan ante mi comentario y comparten una mirada que pretendo no haber visto. A veces olvido que no todo el mundo se tiene a sí misma como referencia para el humor negro. Ignorando sus miradas voy hasta la cama para ponerme los zapatos, mientras Derek repasa por milésima vez el plan. Mi teléfono suena con un mensaje sobre el escritorio junto a la ventana, para cuando llego a él, ya se descargó

Suspiro. No he hablado con Jackson desde ayer en la mañana, debe saber que es mentira que me quedé con Allison, pero siempre le aviso dónde voy a estar y anoche no lo hice. De todas formas no tengo mucho tiempo para sentirme culpable, Derek abre la puerta y nos indica que ya nos debemos ir.

En el auto, se queda callado y no quiere hablar más, ni siquiera nos quiere decir a dónde vamos o si nos encontraremos allá con Boyd. Siento que llevamos mucho tiempo conduciendo, o tal vez solo soy impaciente, pero cuando Derek detiene el auto, siento que estamos en medio de la nada.

Estamos rodeados de bosque, probablemente a las afueras del pueblo y no tengo idea de qué hace este lugar más especial que cualquier otro para ponerse una cita suicida, pero Derek comienza a caminar al lado de la carretera y me doy cuenta que este no es el lugar, solamente está dejando el auto lejos. 

Finalmente llegamos a un edificio que debe llevar muchos años abandonado, probablemente era un centro comercial o al menos el intento de uno. Quiero creer que nuestro plan no está fallando tan temprano en la marcha y enserio llegamos antes que todos los demás, pero un olor que me llega suavemente informa que no estamos solos. Trepando por un costado hasta lo que debe ser el segundo piso, encontramos a Boyd, quien al parecer ha estado aquí desde la madrugada y nos confirmo que los Alfas ya llegaron.

—Hay que esperar —detiene Derek a su hermana cuando se comienza a transformar—, hay que esperar a Scott.

Una hora. Dos. Tres. Diría que estoy tan paranoica que el tiempo se pasa insufriblemente lento, pero el Sol no miente y, para cuando escuchamos el sonido de la motocicleta aproximándose, ya comienza a atardecer. Entra tan rápido que apenas lo logro ver, pero estoy segura de que vi a una segunda persona con él.

—¿Quién es? —me lanzo a preguntar y, después de tantas horas en silencio, mi voz los sobresalta— ¿Es Isaac?

—Vamos —Derek ignora mi pregunta y comienza a bajar por el tubo que escalamos, pero yo no logro moverme, la idea de que Isaac también esté aquí me ancla al suelo—. Lyanna.

—¿Trajo a Isaac?

En lugar de responderme me toma del tobillo y me jala bruscamente, sus ojos solo dicen una cosa: que me calle y lo siga.

[2] Still ↭ || Isaac Lahey ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora