𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 36.

20.3K 1.1K 325
                                    


Kyle no deja de removerse y cambiarnos de posición. Por qué si, el niño si está incómodo no se mueve el solo, sinó que me mueve a mí también cual muñequita. No me ha dejado dormir.

Queriendo acabar con todo ésto, me volteo y me pongo a observarlo, ¡Pero no tiene nada! Está más dormido, lo que significa que cuando se removía, era por qué tenía una pesadilla.

Se está empezando a mover otra vez.

-Kyle... Cariño.- lo muevo pero nada, cada vez se mueve más brusco.- ¡Kyle!- grito a la vez que lo empujo un poco, hasta que por fin se despierta sobresaltado.

-¿Que pasó?

Lo detallo más, ¿Enserio no sintió nada?

-Estabas removiéndote mucho, como que tenías una pesadilla, ¿Estás bien?

Se acuesta de nuevo y yo pongo mis manos en su perfilado rostro y empiezo a sobarlo.

-No recuerdo nada de lo que soñé, amor.

Si, a mí también me pasa.

No digo nada y me inclino para darle un besito en su fuerte mandíbula, haciendo que él mire hacia mí, ya que se encontraba mirando el cielo raso.

-¿Los niños aún no despiertan?- pregunta.

Cierto, no me había acordado de ellos. No me culpen, no estoy acostumbrada a que dos nuevos seres dependan de mí.

-Pues no han hecho ningún ruido. -le respondo mientras me voy levantando para ir al baño y hacer mis necesidades.

¿Que otra cosa sinó?

Oh, Kyle me enseñó que se pueden hacer varias cosas, no solo ese tipo de necesidades.

¡Pervertida!

Culpen a Kyle, por favor.

Cuando salgo del baño, me encuentro con el intenso de mí mate jodiendo las pequeñas vidas de nuestros hijos. Conociéndolo, se que no esperó a que ni bien yo me fuera, para ir a despertarlos y ponerlos en la cama a hacerles boberías.

-Estaban despiertos.- dice como si adivinara mí pensamientos.. yo solo niego con una sonrisa.

Amo ver a Kyle interactuar con los bebés. Él se levanta y se va al baño, tocando mí trasero cuando pasa por mí lado. Guache.

-Hola mis cositas.- digo con voz chillona.- ¿Verdad que su papá los despertó? ¿Verdad que es un mamón?

Ellos solo se ríen como si entendieran a lo que me refiero. Desde ya se ve que no darán lata, ya que en toda la noche ni lloraron.

-A ustedes y a su papá, por muy cabezón se sea; los amo. Los amo con todo de mí. Son mí vida.

-Y ustedes la mía.- me sorprende abrazándome por detrás, aún estando acostada en la cama.- Son míos, ¿De acuerdo? Ni Kilian ni nadie me los va a quitar.- les dice a ellos, pero sé que era una indirecta para mí.

Ese es un tema del que tenemos que hablar, pero no ahora, por qué se que probablemente termine en discusión y no quiero recibir la bendición del hogar mañanero en plena pelea.

-Ayúdame a bañarlos y cambiarlos para ir a desayunar.- le pido.

Él acepta sin rechistar y los toma con cuidado a ambos. Yo me voy al baño a preparar la tina con poquita agua, le agrego una de mis esencias de vainilla y cuando ya todo está listo, Kyle ya los tiene desvestidos y los mete. Yo sostengo a uno mientras él sostiene a otro y así los bañamos entre risas que ellos mismos nos provocan. Salimos cuando vemos que el agua está enfriándose y los vestimos, les aplico talcos, cremitas y su perfume de bebés. Adoro el olor a bebé.

La Luna y la Bestia. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora