𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 48.

13.7K 932 127
                                    

Maratón 1/3
•De antemano aviso que soy pésima para narrar el momento de la pelea, pero aún así espero no defraudarlos.

"Kyle Pov's"

Todavía no puedo creer que sea tan cara dura al venir aquí, traer su ejército de perros muertos, a armar tremendo alboroto.

Sinceramente lo único que me preocupa con mí familia; mí mujer e hijos, mis hermanos y sus mates, mí beta y Lucy, Rita... Llevarlos al refugio es la opción más viable, obviamente. Aunque en mí interior se esté revolcando mí orgullo por llamar a Kilian por ayuda, se que lo necesito.

-Piensa que es como una prueba para ver qué tan servicial es con sus futuros suegros.- opina mí bestia.

Tiene razón; no pensaré que lo necesito, sino que lo estaré probando para ver qué tan capaz es por mí hija. Ahí está, mí orgullo sigue intacto.

-Alpha, se está acercando.- me dice mí beta e inmediatamente me pongo en posición de alerta, por si acaso.

Miro al frente y en efecto; viene hacia mí, pero viene sola, su "ejército" está atrás en espera de lo que supongo son sus órdenes.

-Amor mío, -habla. -No te haces una idea de lo mucho que te extrañé.- trae consigo una sonrisa falsa y tensa.

-No te acerques, cosa inmunda.

-Oh, -se pone una mano en su pecho, haciéndose la ofendida. -¿Ahora me tratas así cuando antes te dabas golpes con el otro Alpha por mí? Cómo cambian las cosas cuando desapareces por un tiempito.

¡Mierda! Pura mierda es lo que sale de su asquerosa boca.

-Y pensar que destruí una buena amistad por una zorra como tú.- gruño aún en mí posición, ella deja de acercarse cuando queda a unos diez metros de mí.

-Tenía que estar asegurada. Pero, ¿Quien iba a pensar que Kilian me descubriría antes? El lobo no es tan estúpido como pensaba.

-Dejémonos de rodeos. Te asesiné sin preámbulos una vez, y te aseguro que no me va a temblar el pulso para volver a hacerlo.- digo. -Kobu quedó con ganas ya que lo dormiste para que no le despertara de tu brujería.

Es cierto, ella había dormido a mí bestia para que yo jamás me diera cuenta de que estaba bajo su pútrido hechizo.

-¡Ja!- exclama. - A esa bestia la domino cómo sea.

Inmediatamente Kobu hace fuerza para tomar el control y se lo permito.

-Quiero ver qué lo intentes, perra.

Ella abre sus ojos sorprendida.

-Vaya, vaya. El gran y sanguinario Kobu ha decidido hablar.

-Ésta vez seré yo quien te rompa el alma a golpes.

-No te equivoques, lobito. Recuerda que conozco tus debilidades, sería una lástima que la manada de luna creciente se quede sin su luna y futuros alphas.

Kobu se tensa.

-¡Atrévete si quiera a mirarlos y te juro por la diosa!, que acabaré contigo de la forma más ruin y cruel delante de mí manada, para que veas que conmigo nadie juega.- termina amenazando en un susurro peligroso.

-Y yo no te voy a detener, amigo.- le digo en el interior.

-¿Y por qué tanta amenaza? ¿Que estás esperando?- pregunta. -Mira que mientras me amenazabas ya yo estaba mandando a mis guerreros a buscar a tu mujercita.

La Luna y la Bestia. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora