- Un año antes -
Me encuentro con mi hija en brazos, en un tren, viendo todo lo que ahora se encuentra obsoleto para mí, tratando de seguir adelante, sin que mi corazón se rompa más. después de todo lo que Nick me dijo decide marcharme, aunque él me dio un día más, como si eso no fuera suficiente se fue y no regreso, no sin antes dejarme un sobre con la tarjeta de Patrick.
No supe a dónde más ir, y no sé si a dónde vamos seremos bien recibidas.
- Pero sé que, diciéndole la verdad, al menos a ti no te cerrará las puertas... espero - sé que Derek no me va a perdonar, pero también sé que no tiene el corazón tan frío para dejarnos sin un techo. He usado el poco dinero que había traído, todo lo demás se había quedado en casa de Nick, así que no tengo a dónde más.
Cuanto más avanza el tren más nerviosa e inquieta me siento, la ultima vez que vi a Derek no fue la mejor y si he de pedirle perdón de rodillas lo hare, pero esta vez no me iré sin decirle la verdad. Llevamos más de catorce horas viajando, si yo estoy cansada no imagino a Emma. Nos dirigimos a Nueva york, ya que recuerdo que Derek tiene su casa en Manhattan, por el momento no tengo a donde más ir, no tengo nada y no pienso recibir nada de la herencia ni Emma ni yo.
- Taxi... taxi – le hago la parada y silbó, tengo a Emma en brazos y las maletas en la salida del tren, y de inmediato uno se detiene, como puedo me subo. – Gracias.
- De nada señorita, ¿A dónde la llevo? – lo pienso una vez más.
- A la avenida 1270, por favor... - en cuanto avanza mi mente avanza a mil por hora, buscando justificación para lo que hice... pero no encuentro escusa de hecho no hay escusa, le oculté el embarazo y nunca le dije que Emma es su hija.
Mientras vamos avanzando lo pienso... lo pienso... pero es demasiado tarde por que ya hemos llegado... cuando salgo del taxi con Emma en brazos me siento tan insignificante ante un edificio elegante, con fachada negra de cuatro pisos, recuerdo porque no me gustaba venir. Le pago al taxi quedándome solo con cinco dólares en la bolsa.
- Por favor Derek, espero que estés aquí – cuando toco el timbre tarda unos dos minutos en contestar una mujer de voz joven.
- Si... - veo a Emma antes de contestar, esta dormida...
- Se... se encontrará el señor Miller – trago saliva
- Permíteme... - se escuchan risas – señor Miller, creo que llego otra vista.
- Si hazla pasar – en cuanto se escucha eso se abre la puerta y en la entrada aparece el portero, pero Derek me abra visto ¿otra visita?, maldición estoy a punto de salir, pero ha empezado a llover.
- ¡Rayos! – cierro los ojos y me dirijo al portero - ¿cree que pueda dejarle mi maleta? – El señor ya grande asiente con una sonrisa.
- Que hermosa niña – sonrió – el señor esta en el tercer piso
- Gracias – la ultima vez que vine el portero no estaba, supongo que lo contrato para que cuidara su casa – subiré
- Adelante – dejo mi maleta y la pañalera
Me dirijo poco a poco hasta el tercer piso, pero en su camino me voy encontrando prenda de ropa, zapatos de mujer... cuando llego al tercer piso, veo a tres chicas semidesnudas bailando con Derek en medio... hasta que el me ve.
- Lo siento... yo...yo – trato de retroceder, pero Derek ya empezó a avanzar hacia mí.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – me toma del brazo, veo tanto odio en su mirada y aprieta los dientes, me lleva a la parte de abajo.
- ¿A dónde vas? – le pregunta una chica
- Quédense aquí, no tardo.
Cuando bajamos, me lleva a la parte de su sala y empieza a caminar de un lado a otro.
- Te hice una pregunta – voltea a verme y después a Emma – acaso vienes a restregarme en la cara a lo que tuviste con mi mejor amigo, esposo de mi hermana.
- No... yo quiero hablar contigo, aclarar algunas cosas... por favor déjame expli...- me interrumpe
- No quiero que lo hagas, si lo haces porque te remordió la conciencia... por mi esta todo olvidado... vete – da media vuelta
- Nick me hecho... - se detiene – solo te pido un día y luego veré a donde voy
- Es lo menos que te mereces... después de lo que le hiciste a mi hermana – me duelen en el alma sus palabras, pero se que lo hace para lastimarme y si por seguridad de Emma tengo que soportarlo lo hare.
- De verdad, no es lo que piensas... Emma es...
- No me interesa – tira lo que hay en su mesa de noche o solo oigo cada pedazo de cristal romperse – No quiero saber nada... vete – me callo
- Por favor... solo esta noche... por favor – llorando se lo pido
- No... vete, subiré y la próxima vez que baje... no quiero verte en mi casa – se que merezco lo que me dice, pero tampoco voy a soportarlo hasta este nivel.
- Muy bien señor Miller... pero recuerda muy bien mis palabras, solo te pedí una noche, algún día tu me vas a pedir una oportunidad y no te la daré...- abrazo a Emma que esta llorando y me dirijo hacia la planta baja, pero antes volteo – Y créeme... no lo digo por mí.
*****
- ¿Crees que estando con él, vas a olvidar lo que hubo entre nosotros? - Nick me toma desprevenida cuando me toma por el brazo.
- No pretendo eso... hace mucho tiempo que te olvidé - me jalo para soltarme, pero de inmediato se planta delante de mí.
- Basta ya Lydia... no puedes esconderte siempre - lo encaro.
- Entonces dime ... ya que al parecer no me van a dejar en paz, aunque los ignore por semanas - me cruzo se brazos.
- Fueron solo tres – sonríe
- Sabes que no tengo tiempo para tu altanería... - Doy media vuelta y empiezo a caminar.
- La explosión no fue un accidente – me detengo en seco
- ¿De que hablas? – me acerco a él
- Te lo he tratado de decir desde que llegamos – voltea a ver a todos lados
- Y si ahora lo gritaste, ¿Por qué no lo hiciste antes? – lo empujo
- Quería ser discreto y poder hablar contigo – su cara de altanero, patán lo atraviesan.
- Eres un maldito imbécil – pienso...- te veré en mi casa a las seis
- Muy bien, estaré ahí...
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Contrato de: Un amor
RomanceContinuación y ultima parte de Contrato de: Una Vida Regresa Lydia y Emma... Regresa Nick... Regresa Derek... Pero junto con todo eso, Lydia también tiene la oportunidad de ser feliz, aunque su pasado sea proximo a convertirse en su presente, algo q...