Los días transcurrieron como las hojas de los árboles caían ante el frío otoñal. Adrien nunca perdió la esperanza de hablar con su amada azabache, sin embargo, todo intento resultaba en un tremendo fracaso.
Durante las mañanas escolares, Marinette se escudaba tras Alya siendo totalmente inevitable que el joven pudiera acercarse, no es que no lo hubiera intentando en las salidas, Marinette salía disparada dónde a las afueras del instituto se encontraba Couffaine esperándola para escoltarla hasta su casa causando una fractura más al pobre corazón del joven que solo observaba a la diseñadora esfumarse como sus más temibles pesadillas.
Tampoco fue como que no hubiera intentado hacer un poco de trama y buscarla como Chat Noir, pero sencillamente Marinette había cerrado todas las ventanas con las cortinas hasta bajo evitando que pudiera siquiera observarla en la lejanía.
En las patrullas simplemente no coincidían, como si lo conociese, Marinette tomaba los caminos en los que se aseguraba que no lo encontraría.
Hawkmoth, había colaborado en algunos encuentro con akumas, pero sencillamente Ladybug evitaba el contacto siquiera visual, hablaba lo estrictamente necesario y cuando el caos se había erradicado cuando lanzaba al aire el amuleto encantado tras el «prodigiosa ladybug.», la heroína moteada desaparecía sin que el felino pudiera alcanzarla.
— ¿Hasta cuándo durará esta situación? —escapó de los labios del joven.
— Tranquilo, Adrien, dale tiempo —respondió la pequeña criatura negra. Con el reciente ánimo del chico y temiendo por su integridad, Plagg se mostraba incluso más compresivo, sí, también en su exigente alimentación—. Bueno, también te sucede por ser tan necio y no escucharme nunca, ahora imagínate cuando se entere que sabías que es Ladybug y fingiste demencia.
Comprensivo a veces, las facciones del rubio decayeron en el puro terror, se tiro en su cama cubriendo su rostro con una de sus almohadas.
Nada cambio a los siguientes días, en otro lado de París la joven diseñadora no se encontraba mucho mejor que el rubio, se había sumido en una inmensa depresión, pocas horas dormía y el apetito se había esfumado. Tikki aconsejaba sabiamente que tomara su tiempo para escuchar al rubio, sin embargo, debía de admitir que su portadora era sumamente terca.
En el fondo del corazón de Marinette no era siquiera la desconfianza hacía el modelo, sino más bien, su miedo en si misma de no ser suficiente, de qué las dos personas que más amaba en el mundo, recientemente, conociendo que formaban una sola no se sintiera de igual manera y finalmente acabará por descubrir y se fuera con otra persona que sí lo mereciera.
Y qué la castaña ojos de olivo acaparará toda su atención durante los días escolares no ayudaba en lo más mínimo.
— Marinette nunca ha dejado de quererte, Adrien, eres un tonto, te ha querido desde que te conoce y aún cuando tienes esa sanguijuela a tu lado te sigue queriendo, debes de saberlo —había dicho la amiga morena de Marinette—. Y te lo digo porque no soporto más ver a mi amiga mal, no es como que tú luzcas mucho mejor que ella.
Ella lo quería, lo quería de verdad, su mente no podía dejar de pensar en aquella frase, ¿cómo podría ser? Definitivamente alguien le había dicho que Marinette aún lo quería y él no iba a rendirse ante esas montañas que el destino se había ensañado en construirles, definitivamente las iba escalar y luchar.
Ese mismo día, pareció haberse alterado su suerte de gato negro pues después de su practica de Esgrima se encontró con la azabache frente las escaleras del instituto viendo fijamente la torrencial lluvia, después de quedarse hasta tarde por una junta de delegada.
En total silencio se paró justo a su lado, el único sonido era el de la lluvia al golpetear al piso y sus corazones. Marinette sonrió amargamente ante las jugarretas del destino.
— Lila me beso a mí, Marinette —hablo el rubio. Marinette no volteó su mirada—. Nunca te fallaría de ninguna forma, pase mucho tiempo enamorado de Ladybug, es verdad, intente una vez salir con Kagami y sabemos cómo termino, fui tras de ti, cometí errores pero desde que descubrí que mi corazón latía únicamente por Marinette intenté conquistarte y quizá no fue de la mejor forma ocupando mis dos personalidades sin siquiera decírtelo pero debía de intentar lo que sea por no perderte.
El corazón de Marinette latía cada vez más fuerte, el joven cabizbajo continuó:
— Tenía planeado enamorarte como Adrien para que no lo rechazaras cuando te confesara mi identidad, también debo confesar, que descubrí por accidente tu identidad pero nada de eso cambio en mí, yo estaba completamente perdido por Marinette, Ladybug siempre será importante para mí pero tú Marinette lo eres todo. Lila me tomo desprevenido, tú me mejor que nadie la conoce, tome medidas al respecto, no pienso volver a compartir ninguna sesión con ella.
Marinette alzó la vista encontrándose con esos ojos esmeraldas, el joven bajo un escalón más, la lluvia empezó a humedecer sus ropas y cabello rubio. Se puso frente a ella, a un con escalón más abajo el joven seguía siendo unas pulgadas más alto que la azabache, sus ojos se encontraron nuevamente y Marinette sintió un tirón en su pecho.
— No tengo hoy una sombrilla para entregártela —continuó Adrien—. Pero tengo mi corazón, y es completamente tuyo desde que te conocí porque, Marinette, estoy completamente enamorado de ti.
Fue ese momento, esa declaración, el escenario atípico que recordaba con firmeza el primer día que el joven de cabellos rubios tomó su corazón ante tan francia y sincera mirada donde Marinette no lo soporto más.
Tomó su empapado rostro y lo besó, su beso fueron un bálsamo para ambos corazones que desde ese día unieron sus pedazos para formar uno solo que latiría por el otro hasta el fin de sus días.
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Je t'aime [Adrinette]
RomanceEs una historia sobre Adrien y Marinette la cuál se desarrolla a partir de Loveater. Adrien descubre los sentimientos que siempre ha tenido por la azabache, sin embargo, Marinette ha decidido olvidar al rubio luego de verlo junto a Kagami. Pero para...