Capítulo 15

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N O N E :

— Plagg, garras fuera —dijo el héroe.

La luz verde era cegadora, sin embargo, Marinette se rehusó a cerrar sus ojos, necesitaba comprobar lo que un día había llegado a su mente cómo una flecha que había quedado estancada ahí desde hace tiempo.

Cuándo la luz se evaporó, los ojos de Marinette no daban crédito, Adrien Agreste yacía cabizbajo en la azotea de su habitación, suspiró, el silencio era sepulcral siendo los latidos de su corazón lo único que inundaba la habitación, sus ojos se encontraron y el suelo pareció temblar en sus pies.

— Adrien —repitió lo que su mente había estado anunciando, el aludido levantó la mirada y ella se heló ante percibir que se encontraba solo en ropa interior, tomó su bata tendida en el suelo y la anudó fuertemente a su cintura.

— Marinette, intente decírtelo antes —dijo el joven, consciente que no podía quedarse callado eternamente.

— ¿De verdad lo intentaste, Adrien? ¿El mismo día que yo te confesé mi identidad o cuándo estabas ocupado besándote con Lila en su relación? —cuestionó ella con una ceja alzada.

« Santo Cataclismo. »

— No, seguramente fue cuando estabas ocupado jugando a ser mi novio y el de Lila, simplemente no lo entiendo, Adrien, pensé que yo te agradaba, que era tu amiga.

El corazón del rubio empezó con la sensación de ser fuertemente apretado contra su cavidad torácica, las palabras de enredaban en su garganta ante aquellos ojos azules que amaba brillando en decepción.

— Mari, yo te amo, todo tiene una explicación —empezó él, la chica calló observándolo con facciones endurecidas—. Descubrí mis sentimientos hacía ti cuando me di cuenta que no podía estar con nadie más que no fueras tú, que siempre habías sido mucho más que una amiga y te lo dije, sin embargo, me rechazaste y yo me sentía totalmente perdido y destrozado al pensar que te había perdido por Luka, nunca tuve la intención de jugar contigo pero ni siquiera como Chat Noir podía ocultar mis sentimientos —el joven hizo una pausa, observando las facciones de la chica, cuando supo que no iba a interrumpirlo continuó—. Todo se enredo y tú solo querías mi parte como Chat Noir, pensé en conquistarte como Adrien antes de confesarte mi identidad por el temor que me rechazaras, tú mejor que nadie conoce a Lila, sabes que es una mentirosa, ella me beso en un descuido, sería incapaz de faltarte el respeto tanto como Adrien como Chat Noir, ¿acaso no ves que yo te pertenezco por completo de cualquier forma?

Marinette mentiría si decía que sus palabras no habían calado a la profundidad de su ser, sintió un escalofrío, conocía esa mirada verde que había sido la misma que un día bajo la lluvia robó su corazón, sin embargo, su mente gritaba cientos de alertas que solo lograban confundirla. ¿Cuánto tiempo espero a que Adrien de verdad la notara? Tanto que sus sentimientos por su compañero gatuno habían florecido, los dos chicos que habían robado su corazón se centralizaban en uno solo, ¿acaso podía ser más afortunada? Había descubierto la verdad de las sospechas que le acechaban cada vez que escuchaba su voz o incluso besaba sus labios, se había enamorado del mismo hombre dos veces sin saberlo.

— ¿Luka? —preguntó racionalizando su explicación—. ¿Qué tiene que ver Luka aquí?

— El otro chico que dijiste que amabas —respondió el joven bajando la cabeza, ignorando cómo ese hecho amartillaba su corazón con dolor.

— Uh, Adrien, yo nunca me referí a Luka, él solo un buen amigo, mi mejor amigo —el modelo posó su mirada en aquellos mares azulados, con la duda bailando en sus ojos esmeralda, Marinette llevo una mano hacía los mechones rubios rebeldes acariciando su cabeza suavemente, impulsándose sobre la puntas de sus pies, continuó—. El chico al que siempre me referí eres tú Adrien.

Definitivamente Agreste había regresado a la vida, finalmente estaba respirando aire fresco, las heridas de su corazón se habían reparado de una forma que solo la azabache podía curar, le sonrío tiernamente.

— Pero ¿cómo? Tú me rechazaste cuando intenté besarte.

— Claro que sí, tonto gatito, porque no estaba segura de tu identidad y no podía faltarle a mi palabra a Chat Noir, había decidido iniciar una relación con él, contigo, olvidándome de ti, suena estúpido.

— Sé como suena —él sonrió, sin embargo el recuerdo que él no había podido evitar que Lila lo besara caía como peso muerto en su estómago—. Eres perfecta, princesa.

— Adrien, estoy muy confundida, creo que aún no he podido aceptar del todo lo que ha sucedido estos días, creo que es mejor que te retires, tengo mucho que pensar.

Definitivamente no era cómo pensó acabar la noche, sin embargo le daba esperanza, esperanza que su princesa le diera una oportunidad, pues si se había enamorado dos veces de él sin saberlo, era un panorama poco esperanzador.

— Cómo tú digas, princesa, solo recuerda que yo te amo más que a nada en este mundo, Marinette —dijo Adrien tomando las manos femeninas entre las suyas y besando cada uno de sus nudillos.

Marinette asintió, el joven se transformó confundiéndose con la oscura noche y el negro de su traje, definitivamente nunca podría acostumbrarse a eso.

— ¡TIKKI, CHAT NOIR ES ADRIEN! ¡HE ESTADO CON ADRIEN TODO ESTE TIEMPO! ¡RECHACE A ADRIEN POR ADRIEN! —gritó la joven diseñadora.

En ese momento, Tikki comprendió que su portadora finalmente había salido del shock provisto ante semejante descubrimiento. La cabeza de Marinette era un caos, desde sus sentimientos hasta las recientes incidentes que involucraban a Lila, realmente conocía esa chica y era una alimaña en todo el sentido de la palabra.

Las horas transcurrieron y el insomnio pareció quedarse instalado en su habitación.

Era la primera vez en sus diecisiete años en el que llegaba a primera hora al colegio; las ojeras era la prueba irrefutable que la noche anterior se mantuvo en vela, los hombros le caían pesadamente sobre su delgado cuerpo, sin embargo, se sentía completamente determinada a arreglar las cosas con Adrien, simplemente, tenía que aprender a confiar en el chico que había robado su corazón desde la primera vez que sus ojos se encontraron, en su compañero de batallas.

Entro al salón con una sonrisa curvando sus sonrosados labios, no obstante, nada la preparo para lo que sus ojos presenciaron esa mañana.

Adrien Agreste se encontraba besando a Lila Rossi en el salón de clases, no eran fotos, no eran comentarios de los demás acerca de lo que había sucedido, era la imagen en vivo y directo que rompió su corazón sin marcha atrás. 

Je t'aime [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora