Capítulo 2

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— ¿¡Qué estaba pensando, Plagg!?

— Probablemente ni siquiera estabas pensado, chico, no es algo común en ti —respondió el felino comiéndose un trozo de Camembert.

— Es solo que no entiendo, Plagg, no entiendo mis sentimientos. Marinette siempre ha sido mi amig... —se detuvo en seco, su garganta pareció tragarse sus palabras, ¿desde cuándo era tan doloroso llamarla de esa forma? Sacudió la cabeza y continuó—. Quiero decir, siempre he querido a Ladybug pero me encuentro confundido, ¿por qué ahora no puedo dejar de pensar en Marinette?, ¿de deberá a su cambio de look?

El rubio pasó otros veinte minutos soltando preguntas al aire, no entendía cómo tan pronto había pasado la heroína moteada a ser segundo plano siendo su compañera de clases quien ocupaba el primordial lugar en sus pensamientos y sentimientos.

— No sé que es peor, si haberle confesado a Marinette que me gustaba Kagami en un arrebato o haber dicho frente a ella que la llevaría a los bolos.

Adrien se dejo caer en el sofá pasando sus manos sobre su cabello. Había tardado, sí, pero empezaba a descubrir los sentimientos que siempre habían existido y había decidido ignorar por mucho tiempo bajo el apodo de "amiga", ahora se sentía como un perdedor, había lastimado a Kagami y alejado a Marinette. ¿Cómo pudo pedirle consejos para conquistar a la esgrimista? Ahora se sentía un tonto, un tonto que la había acercado seguramente a Luka en esa cita sobre hielo.

— ¿Puedes callarte? Tu voz chillona me estresa y solo quiero disfrutar de mis caricaturas en paz —hablo la criatura negra, suspiro pesadamente antes de voltearse hacía su portador—. Nunca has pensado bien, Adrien, ¡siempre te he dicho que sentías algo por esa chica que huele a galletas! Pero siempre estabas con eso de es sili ini imigi. Nunca dejas ese brazalete rosado, siempre estás pendiente de lo le sucede ¡incluso en tu cita con Kagami! Y no creas que no te vi que se te salió la baba cuando la viste con el cabello suelto, entiendo que te sientas confundido por tus sentimientos de Ladybug pero sólo puedo decirte que eres un ciego, Ladybug ha sido más un crush, Adrien, la persona que siempre has querido ha sido realmente a Marinette, a la verdadera chica.

«¿La verdadera chica?» Pensó el rubio procesando las palabras que su pequeño compañero había dicho.

— Y solo digo esto porque me tienes cansado con tu chilladera, ahora déjame entretenerme en paz.

Fue suficiente para que el modelo quedara totalmente callado por horas en su asiento, Marinette, ¿siempre había sido ella? Era un sentimiento que aún le costaba procesar, sin embargo, se negaba a dejar pasar. Esa noche le escribió a Kagami un mensaje de disculpas por lo sucedido en el parque y que esperaba que lo acontecido no hubiera causado estragos en su amistad. Definitivamente invitarla a la cita con sus amigos no era buena idea para los planes que tenía con la azabache.

[•••]

Marinette por primera vez había intentado levantarse temprano, dada la última advertencia de su docente, corrió por todo el pasillo y con torpeza subió las escaleras con la vista fijada en la puerta del salón de clase qué pasó desapercibida la persona que se encontraba frente a ella, ambos cayeron por el impacto.

— Marinette ¿te encuentras bien? —preguntó el rubio, levantándose ágilmente para extender su mano ante la azabache.

— Esto, hola, Adrien —saludo, tomó su mano para poder levantarse del duro suelo—. Gracias, estoy bien, ¿y tú, te lastimaste?

— Me encuentro bien — «ahora que te veo» pensó. Llevo su mano a la parte posterior de su cabeza rascándola con nerviosismo—. Yo..., quiero hablarte de algo importante, Mari.

— Claro, dime —los profundos ojos azules hicieron que su corazón se detuviera por un micro segundo.

— Uh, quería, bueno, este, hablarte sobre Kagami creo que...—el timbre sonó indicando que la clase había dado inicio.

— Lo siento, Adrien; debo de entrar a clases, ya no puedo llegar tarde pero después de la escuela podemos hablar si quieres; necesitas un consejo para reconciliarte con ella ¿no? Comentaste que se había molestado, podemos platicarlo luego.

Tras esas palabras y una sonrisa se marchó al salón de clases dejando al rubio sintiéndose común tonto total, lo había arruinado otra vez.

—————🐾—————

El rubio se encontraba afuera del instituto esperando que 'gorila' lo recogiera cuando una mano se posó en su hombro, sin saber a quién le correspondía su corazón empezó agitarse.

— ¿Sobre qué querías hablar, Adrien?

— Yo, mh, solo quería preguntarte si crees que Alya se molestaría si no llevo a Kagami el día de mañana —murmuro nervioso, no entendía porque no podía decirle la verdad.

— ¡Claro que no, Adrien! —la chica soltó una suave risa que provocó una sonrisa inmediata en el modelo—. Estoy segura que la pasaremos bien entre todos, espero que las cosas con Kagami se encuentren mejor. Por cierto, para el trabajo de ciencias ¿mi casa o tu casa? Debemos de terminarlo lo más antes posible para poder estudiar para química, al menos yo necesito estudiar un poco más, es algo que no logro entender.

— Tu casa, sino te molesta ¿el sábado? El sábado tengo libre ya que mi maestro de chino se encuentra indispuesto, si gustas Mari puedo ayudarte con química, es una materia que se me hace un poco fácil de comprender.

— ¿Harías eso? ¡Gracias! Eres el mejor amigo, Adrien. ¡Nos vemos luego! —exclamó con emoción, en un impulso se paró sobre las puntas de sus pies y dejó un casto beso en la mejilla de su compañero para luego despedirse con la mano tomando dirección hacía la panadería.

"Mejor amigo", había sido un golpe bajo, sentía su estómago revolverse sin embargo su corazón conservaba un deje de esperanza, Marinette había besado su mejilla, llevo su mano hasta donde había ocurrido sintiendo todavía las cosquillas que habían provocado los labios de la jovencita.

Definitivamente Marinette no era solo una amiga.

Je t'aime [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora