Capítulo 21

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Sacudió la cabeza, su paso era lento mientras se encontraba sumergida en sus pensamientos. Había pasado un buen tiempo desde que el maestro Wang Fu había renunciado a sus derechos de guardián para cederlos a Ladybug, no podía evitar sentirse un poco perdida y decepcionada de sí misma en el hecho de no haber detenido a Hawk Moth.

Era verdad, los ataques habían disminuido pero eso no alertaba un poco más su paranoia que algo más se estaba cociendo a fuego lento.

Una figura ónice moviéndose entre los arbustos la alertó sosteniendo su bolso que colgaba en su torso mientras vigilaba a su alrededor.

— Buenos días, prrrrincesa —saludo el galante felino haciendo una pequeña reverencia entregando una rosa roja.

Marinette parpadeo antes de tomar la rosa con un pequeño color rojizo coloreándose en sus mejillas.

— ¿Qué crees qué haces? —cuestionó levantando una de sus cejas.

— Acompañó a mi novia a la escuela —respondió cómo si fuese algo realmente obvio—, déjame decirte que luces preciosa, bugaboo.

Marinette acomodó su falda color vino, sorprendiéndose cada vez un poco más el hecho en el que siempre en sus dos versiones lograba ponerla nerviosa.

Chat Noir extendió su mano para apartar un mechón de sus oscuro cabello de su pálido rostro colocándolo tras su oreja.

— Pero, no puedes —explicó haciendo que el héroe frunciera el ceño—..., es decir, estamos buscando que tú salgas con Ladybug y yo con Adrien, recuerda todo lo que está a juego, ¡y esto! —señaló a ambos—, no ayuda.

— ¿Y qué tal si me gusta más Marichat? —cuestionó cruzando de brazos como si se tratase de un niño—. ¿Y qué tal si de quién estoy verdaderamente enamorado es de Marinette?

La chica abrió sus ojos mientras que su corazón retumbaba fuertemente en su cavidad torácica. Nunca había esperado una respuesta así siendo siempre consciente que la única razón por la que Adrien se había fijado en ella era porque conocía su identidad.

— ¿Qué cosas dices? —cuestionó sofocada ante el nerviosismo que el héroe provocaba—. Tú siempre has estado interesada en Ladybug.

— Estás muy equivocada, princesa, Ladybug es un crush platónico pero tú eres el amor de mi vida —confesó.

Sin poder evitar aquel impulso que bombeaba fuertemente en sus venas unió sus labios en un suave y dulce beso donde impregnaba cada uno de sus profundos sentimientos.

— Te amo, gatito, pero ahora debes de irte antes que alguien nos vea —pidió.

Chat Noir robo un casto beso antes de saltar al tejado más cercano para buscar un lugar seguro para deshacer su transformación.

— ¿Estás bien, Mari? —cuestionó Alya llegando a espaldas de la azabache—. Estás muy roja.

— Solo hace mucho calor —respondió con una inocente sonrisa.

— Deberías de quitarte el suéter —aconsejo la periodista—. Hablando de suéter me recuerda a Chat Noir, ¿pensaste qué hacer con él?

— Yo, esto, bueno, creo que entenderá el hecho de que nunca pude olvidar a Adrien.

— Hablando del ángel de París mira quién se asoma —susurró la pelirroja haciendo que ambas miradas se enfocaran al despampanante rubio que baja de la limusina con una sonrisa que robaba alientos—. Debemos admitir que Adrien también tiene lo suyo.

El joven las saludó dirigiéndose directamente a Nino no sin antes darle una mirada coqueta a la misma Marinette que casi hace se tropiece con sus mismos pies.

— Marinette, creo que si ya fuiste sincera con Chat Noir y debes decirle a Adrien lo que sientes —dijo Alya—. Además desde hace mucho que Adrien te ve como si fueras una coca cola y él estuviera muriéndose en un desierto.

— Lo sé, lo haré en la hora de almuerzo —prometió ignorando las primeras palabras que habían causado un fuerte sonrojo.

Adrien no podía despegar su mirada de Marinette, la veía en clases de reojo, la veía en recesos, la veía todo el tiempo sintiéndose cada vez más enamorado si era posible. Definitivamente esa chica lo había vuelto completamente loco y había robado su corazón con una sonrisa.

— ¿Podemos hablar? —preguntó Marinette mirando sus pies, primer indicio que se encontraba completamente nerviosa.

— Claro que sí, bichito, ¿sucede algo? —instigó sin poder evitar sentirse preocupado.

— Sí, todo bien, es solo que he hablado con Alya y bueno, creo que finalmente podemos estar juntos como tú y yo —aviso mirándose fijamente las manos—, digo, si quieres.

Una punzada adoleció su pecho al pensar que Adrien realmente podía sentirse avergonzado de salir con ella formalmente, en efecto, no era nadie.

— Entonces, déjame ver si entiendo ¿ahorita se supone que estás declarando tus sentimientos? —preguntó con una sonrisa divertida. Marinette simplemente asintió—. ¿Sin flores o una canción?

— ¡Adrien! —se quejó cruzándose de brazos haciendo un pequeño puchero con sus labios.

— Perdóname, bugaboo —se disculpo riendo, Marinette negó con la cabeza—. Para que quede en el récord, me encantaría salir contigo porque estoy completamente enamorado de ti, Marinette Dupain Cheng.

Sin refrenarse más, tomo con delicadeza el rostro de Marinette entre sus manos y se acercó disfrutando cada momento hasta unir sus labios en un muy necesitado beso.

— ¡Adrikins! ¿Me puedes explicar qué esto? —cuestionó una voz chillante.

Adrien contuvo la respiración cerrando brevemente sus ojos sin perder el contacto físico uniendo sus frentes, exhaló profundamente antes de voltearse para responder, sosteniendo a Marinette con su brazo de la cintura.

— Hola, Chloe —saludo pretendiendo ser amable—. ¿Necesitas algo?

— ¡Necesito que me expliques! ¿Qué haces tú con esa ridícula panadera?

Marinette apretó sus puños en su costado siendo brevemente interceptada por Adrien quien tomó sus manos para dejar un beso en cada nudillo de sus manos mientras que con sus ojos suplicaba un poco de paciencia.

— Primero Chloe, es la última vez que te digo que no le llenas así, su nombre es Marinette Dupain Cheng, y es mi novia —informó sosteniendo con más fuerza la mano de la azabache—. Quiero que la respetes y respetes nuestra relación, de otra forma tú y yo no volveremos a ser amigos.

Chloe parpadeo antes de soltarse en gritos: ridículo, totalmente ridículo, siendo seguida por su mejor amiga Sabrina. Alya y Nino se acercaron con una sonrisa de orgullo hacía el modelo.

— Así que..., ¿novios? —cuestionó Nino.

— Me alegro por ustedes y por la forma en la que defendiste a mi amiga de Chloe, debiste de haber hecho hace mucho tiempo —observo Alya.

— Lo se, a veces puedo ser un poco lento —acepto Adrien haciendo reír a Marinette.

— Y ciego, un poco bastante —reafirmo Niño ganándose una mirada envenenada del rubio.

— Tenemos que celebrarlo, es increíble que estén juntos, chicos —felicitó la periodista—. Yo solo espero que Chat Noir esté bien, considerando que rompiste con él realmente para estar con Adrien.

Adrien y Marinette intercambiaron una mirada cómplice, con una amplia sonrisa posicionándose en sus labios.

— Oh, ¡él está bien! —aseguró Marinette—. Él realmente está feliz por nosotros.

La nueva pareja empezó a reírse haciendo que los morenos los observaran un poco extraños antes de unirse a sus risas, finalmente, siempre supieron que eran el uno para el otro.

Je t'aime [Adrinette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora