Capítulo 3⭐

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Después de terminar de grabar con Jean, Libardo entra al dormitorio.

—Aily, ven a grabar conmigo. Andaaa—Hizo un puchero del cual no me pude resistir. Quedo viendo a Jean y sólo levanta los hombros restándole importancia.

—Está bien, Libi. Vamos. —Fuimos hacia la sala y me enseñó el video que grabaríamos.

Al terminar, siento como mi celular no paraba de sonar y me di cuenta que Jean había subido el video que anteriormente grabamos. Veía los comentarios y algunos decían que tenían un nuevo ship y otros que no me agradaban. Todo se alteró más cuando Libardo también subió su video, todos pensaban que era la nueva integrante de Privé.

Salimos de la habitación y como ya era hora de cenar, todos se encontraban en la sala pensando en qué comer.

—¿Qué pedimos de cenar?—Pregunta Ralf.

—¡Arepas!—Menciona el español, por lo que le sigue Orson y Darián.

—Si pedimos Arepas mejor que las prepare Jean— Dice Libardo, por lo que todos están de acuerdo.

—Está bien, pero que alguien me acompañe a comprar. —Resopla el alto pelinegro, a lo que todos se miran entre sí.

—Yo te acompaño si quieres—Suelto y él sólo asiente.

Llegamos a la tienda mientras yo seguía a Jean que escogía lo que necesitaría, por lo que yo agarré varios gansitos para cada uno, el problema era que estaban muy altos para mí. Después de unos pequeños minutos de estar intentando agarrarlos, me doy cuenta de que Jean se estaba riendo y grabando a la vez.

~Historia de Jean~
—Chicos, vinimos a comprar cosas para hacer Arepas y podemos ver como la miniatura que se encuentra conmigo no alcanza los gansitos—Se ríe fuerte.

—En vez de grabarme deberías ayudarme— Reclamo con los brazos cruzados y un puchero en la cara.

~Fin de la historia~

—No te enojes—Dice tierno y se agacha para darme un sorpresivo beso en la mejilla, a lo que yo reacciono con timidez.

—Está bien—Digo con un tono de enojo fingido, y él sonríe.

—Creo que ya es todo. Vamos antes que se haga tarde. —Comenta.

—Anda, vamos.

Pagamos y caminamos hacia el departamento. Al salir me di cuenta de que estaba haciendo un poco de frío y no había sacado ninguna sudadera, lo que hizo que me abrazara así misma.

—Agarra la bolsas—Dijo de repente haciéndonos parar y dándome las bolsas. Veo como se quita la sudadera y me la tiende.—Ten, tienes frío.

—No era necesario, no falta para llegar, pero gracias—Dije algo tímida y poniéndomela.

—Te ves muy tierna con mi sudadera, te queda como un vestido. —Da una opinión el colombiano.

—Mido 1.56 y tú 1.93, ¿qué esperabas? Caben dos yo en esto—Reí fuerte.

—Lo sé, pero te ves muy bonita—Sonrió.

—Gracias-- Bajé la mirada apenada.

Seguimos caminando hasta llegar al edificio y entrar al departamento.

—¡Al fin!- Exclama Ralf—Pensé que nunca vendrían.

—Se fueron a Culiacán, por eso tardaron—Dice burlón Naim, a lo que todos ríen a excepción de yo porque no entendía.

—¿A Culiacán?—Pregunto confundida.

—¿Qué tal si te quedas a dormir y te explico?— Propuso Darián.

—No quiero causar molestias—Dije con pena.

—Claro que no, nos encanta que estés aquí— Respondió rápidamente Libardo. Todos lo voltearon a ver con diversión, menos Jean, que sólo se quedó serio. —No mal piensen, sólo digo la verdad—Aclara el de cabello castaño-naranja.

—Entonces, ¿qué dices? —Pregunta Darián.

—Está bien, sólo traeré mi pijama y ya vengo.— Menciono. Voy a mi departamento saco mi cargador y mi pijama.

Al regresar ya estaba servida la cena.
—Bueno, ___, empezaremos con decirte que Culiacán para nosotros es decir que fueron a cul**r.—Suelta Naim riéndose. Todos se tiran una carcajada al igual que yo.

Nunca imaginé eso—Opino riendo.

Y así pasó la cena, entre risas y bromas. Llegó la hora de acostarnos.

—Cómo dormimos en parejas, tendrás que dormir con Libardo y Jean, ellos tienen la cama más grande. —Informa Ralf.

—Oh, sí. Está bien.—Contesto.

Libardo todavía no se acostaría, se encontraba en la sala, así que me quedé sola con Jean que ya estaba acostado.

—Acuéstate, no muerdo.— Dijo riendo. Me acosté a un lado de él
Estuvimos un rato en el celular de cada uno viendo muchas redes sociales y hablé un poco con Jean hasta que me quedé dormida sin darme cuenta.

Eres Mía. [Jean Carlo León.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora