Eres Mía. [Jean Carlo León.]

Capítulo final⭐

Me encontraba acostada en mi habitación terminando de editar algunos videos cuando escucho que tocan la puerta. Me levanto para abrir la puerta pero detrás de ésta no se encontraba nadie, iba a cerrarla hasta que me doy cuenta que en el suelo se encontraba una caja roja envuelta con un moño dorado — La caja era elegante— así que la levanté y cerré la puerta para adentrarme a mi habitación.

Al destapar la caja y sacar lo que contenía me di cuenta que era un corto y elegante vestido color vino. Debajo del vestido se encontraba una nota.

“Te espero abajo a las 8:00pm.
Ponte más hermosa de lo que estás.
J.”

Después de leer la nota de inmediato supe quién la había escrito. Sonreí porque no podía estar enojada con él por más que yo quisiera.

Salí de la habitación y me dirigí a la de Darián.

— Adivina qué.— Solté cuando abrí la puerta.

— ¿Qué pasa? — Preguntó mientras se peinaba el cabello.

— Tengo una cita con Jean, me dejó una caja afuera de mi habitación y traía un vestido color vino, es elegante.— Expliqué.— ¿Me maquillarías para en la noche? — Sonreí haciendo un puchero con mis labios.

— ¿Noche? — Preguntó.— ¿Estás p3ndeja o te haces? SON LAS CUATRO DE LA TARDEEEE.— Pegó su mano a la frente.

— ¿Por qué? Faltan cuatro horas.— Alcé mis hombros.

— Ya sé por qué eres medio vato.— Rodó los ojos.— Vete a bañar, ¡Ya!.

— Okay, okay.— Alcé mis manos rindiéndome.

Salí de su cuarto y fui a bañarme. Tardé un poco porque sabemos que Darián me obligó a hacerme el baño completo (Ustedes entenderán).

Al salir ella ya se encontraba con varías cosmetiqueras (Bolsas donde guardan cosas íntimas.)

—El vestido está superbonito. Se lució escogiéndolo.— Me guiñó el ojo.

— Tu sabías de esto, ¿verdad? — Pregunté.

— ¡Puff! Para nadaaa.— La quedé viendo.— Okay, sí.

Me hizo ir a una estética para hacerme las uñas de color dorado para que — Según ella— combinara con el vestido.

Aparte de eso para que me hicieran “un cambio” en mi cabello, me pintaron el cabello con el propósito de que me quedaran mechas californianas, que ha decir verdad me encantaron. Después de eso regresamos a la casa donde los chicos se encontraban ahí.

— Hey, hasta que aparecen.— Dijo Orson.

— Hola, chi...— Darián me interrumpió dándome un jalón.

— Perdón, no podemos hablar ahora.— Salimos corriendo hacia arriba.

Nadie se dió cuenta de mi cabello porque tenía una sudadera y mi hermosa amiga me hizo taparlo.

En fin, me maquilló y quedé como nueva.

— Quedaste preciosa. Gucci se queda p3ndejo.— Rió Darián.

— Hay un problema. ¿Con qué zapatos me los pongo?— Pregunté.

— Espera.— Dijo para luego salir corriendo. Después de unos minutos entró con una caja. — De nada, amiga. Sabía que no tenías.— Dijo dándome la caja.

— Eres una geniaaaa.— La abracé.

— Lo sé, esto merece una sesión de fotos. — Sacó su celular para tomarme fotos. — Iré a sacar a los chicos de la sala para que ustedes se puedan ver con mucha privacidad.

Definitivamente es la mejor amiga.

(...)

Dieron la 8:00 cuando bajé.

Se encontraba parado de espaldas como la primera vez que tuvimos nuestra primera cita, se veía tan guapo con ese traje que se me olvidó que estaba enojada con él.

Llegué a él y le toqué el hombro.

— Hey.— Fue lo único que se me ocurrió decirle.

— Hey. Estás muy preciosa.— Me miró de arriba hacia bajo.

— Tú estás muy guapo también.— Le sonreí.

— Muchas gracias.— Hizo una reverencia para que tomara si mano, reí y la tomé.

— No tenías porqué hacer esto. — Le dije cuando me fijé en el coche que se encontraba frente a nosotros.

— Te mereces mucho más, nena.

El transcurso fue silencioso, de esos silencios que disfrutas cuando te das cuenta que estás con la persona correcta.

Paramos en un lugar muy elegante, Jean se adelantó para abrirme la puerta y darme la mano para bajar.

— Es precioso.— Le dije refiriéndome al lugar.

— Se queda muy corto comparado a tu preciosa carita.— Me besó la mejilla y le sonreí.

— Eres de lo mejor, Jean.

(...)

Ya nos encontrábamos cenando, platicamos sobre algunas anécdotas que tuvimos en nuestra niñez.

— ____— Agarró mi mano sobre la mesa. — Quiero pedirte perdón por lo del otro día. Tenía mucho miedo de perderte y sé que no es un justificante para eso, pero te amo tanto que podría hacer cualquier locura por ti.

— Tambien te voy a pedir perdón, sé que no soy perfecta pero trato de serlo para ti. Quiero que sepas que te amo más que nada en este mundo. Siempre serás tú y sólo tú. — Le di suaves caricias a sus nudillos con mi pulgar.

— __ (diminutivo). Nunca te amarás ni la mitad de lo que yo te amo. — Dicho esto se paró y me besó.

Ese beso explicaba muchas cosas. Temor, necesidad, pero sobre todo, amor.

— A partir de ahora seremos tú y yo. Eres mía de aquí hasta el fin del mundo.

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Holaaaa, espero les haya gustado.

Pronto tendrán el epílogo.
¿Lo quieren de esa misma noche o de algo en futuro? No me ignoren, las estaré leyendo.

Lxs amo. All the love. <3