Titanic (Versión-Banana Fish) Ash x Eiji

☀️El primer beso entre dos chicos👨‍❤️‍💋‍👨

Con Eiji
El japonés estaba con su madre, hablando con las condesas que se encontraban tomando el té, mientras que el pelinegro no tenía ninguna expresión en su rostro, mostraba seriedad y arrepentimiento; ¿como es posible que su madre no se diera cuenta o mínimo le preguntaría a su hijo que le pasaba?, pero ella solo estaba metida en la boda.

—Cuéntale a Lucille el desastre que tuviste con la papelería —hablo la condesa.

—las invitaciones tuvieron que enviarse dos veces.

—Oh por Dios...

—Y los horribles trajes para las damas y caballeros de honor, déjame contarte la gran odisea; Eiji decidió que fueran azules rey y sabe que detesto ese color, así que lo hizo solo para molestarme.

Eiji en sus pensamientos solo lloraba y pedía a gritos que fuera liberado, pero en lo más profundo de su corazón se sentía culpable, arrogante y estupido al decirles esas cosas a Ash, al que le enseñó el significado de la realidad, de la felicidad y la vida, cosa que su madre jamás le enseñó, y él que le enseñó que el amor no se compra, que el amor y el cariño se gana y se confía al descubrir el lado bueno de este sentimiento, cosa que nunca Hinata demostró.

Quería llorar, pero se aguantó sus lamentos, quería pedirle disculpas al chico que le enseñó el significado de todas las cosas que para él eran inexplicables, pero por las malditas advertencias y amenazas de su gente lo volvían vulnerable, al decirle todas esas cosas a Ash, dejarlo así como si nada, sufriendo el rechazo y la vergüenza que el rubio debería estar pasando, Eiji se sentía idiota, pero se dio cuenta que el amor no siempre es el mismo, puede ser con cual persona.

Todo el tiempo que estuvo con Ash, el también sentía algo por el, cosa que Eiji jamás había sentido en toda su vida, sentía mariposas en el estómago, sonrojarse o ponerse nervioso, sentía sentimientos por el "su extremo de el hilo rojo es Ash" y no Hinata,  deseaba verlo y abrazarlo y decirles que lo siento, cumplir todas sus promesas juntos, de pasar la vida juntos y vivir una vida loca juntos.

Pero Eiji se sentía débil y sumiso ante su madre y su prometida. Eiji volteó a otra dirección y vio a un niño que estaba en la otra mesa, el pequeño se encontraba recargado en la silla pero su padre lo obligaba a estar derecho y comportarse como todo un caballero: eso mismo sentía Eiji, estar encerrado en una jaula, obligándolo a ser obediente y arrogante, que suplicaba por salir, pero esta vez no será asi, no volverá a caer en las arrogancias de su gente "jamás", así que Eiji tomó una decisión definitiva.

Con Ash.
Ash se encontraba en la proa triste y desolado con la mirada en el mar, dolido por las palabras que le había dicho Eiji hace rato, tenía un duelo de preguntas, se sentía idiota al verle confesado sus sentimientos a una persona que no lo amaría, pero aún en el fondo ama a Eiji, no puede dejar de pensar en el, recordar su lindo e inocente rostro, sus ojos, su linda voz, y esa sonrisa que lo volvía loco, pero eso son solo recuerdos que él tendrá y jamás lo volverá a ver.

Alguien se acerca a donde está Ash, con pasos lentos sin que el otro se diera cuenta, mientras que este triste y serio ve el mar y el atardecer, pero esa seriedad se iría.

—Hola Ash —era Eiji quien habló.

Ash se volteó rápidamente al oír la voz de Eiji, y se sorprendió al verlo de nuevo, creyó que jamás lo volvería a ver.

—Cambie de opinión, y perdona haberte dicho esas estupideces, estaba muy nervioso y no sabía que decir, me dijeron que estabas a...

Ash con una sonrisa en el rostro lo interrumpió.

—Shh, dame tu mano.

Eiji se acercó y tomó la mano de Ash, al parecer haría algo.

—Ahora cierra tus ojos, hazlo.

El japonés con una sonrisa cerró su ojos y solo sintiendo el tacto de las manos de Ash hacia a él.

—Sube, los ojos cerrados no espíes.

—No lo haré.

—Ahora sostente de la barandilla, sostente.

Eiji con un poco de dificultad y miedo se paro a la barandilla de la proa.

—Ahora estira tus brazos, yo te sostendré ¿confías en mi?.

—Confió en ti.

Ash poco fue estirando los brazos de Eiji que aún con miedo temblaban.

—Ahora abre los ojos.

Eiji abrió sus ojos, quedó sorprendido y bocabierto al ver el hermoso paisaje, el mar y la puesta del sol y la brisa resoplando en su rostro.

—¡Ash, vuelo!.

—Ahora el cisne negro se liberó de su jaula y ahora puede volar libremente por los aires frescos y nadar por las hermosas aguas.

—¡Estoy volando!

Ash tomó las manos de Eiji y las entreselo con las suyas, y acercó su rostro con el de Eiji.

—Ven Josephine, en mi máquina voladora, que sube y sube y sube más.

Eiji con risas tomó las manos de Ash y estas se cruzaron, Eiji volteó su mirada hasta chocar con el perfecto rostro de Ash bañado con la luz del sol haciendo resplandecer sus ojos verdes, sus respiraciones chocaban y sus rostros estaban demasiado cerca, incluyendo sus labios, los dos se fueron acercando más hasta que sus labios se juntaron formado un beso apasionado, mucho más para un primer beso, el beso era romántico, cosa que los dos jamás olvidarán.

Al final se separan y se rieron unos a otros.