-Mamiiiiii- la morena se giró en cuanto escuchó la inconfundible voz de su pequeño, el cuál corría con sus rizos despeinados y la mochila medio descolgada por el pasillo que separaba las filas de butacas del pequeño teatro. Seguido de Damion que había sido el encargado de recoger al niño mientras Natalia terminaba papeleo acumulado.-¡Pero bueno grandullón!- lo acogió en sus brazos en cuanto llegó a su altura- ¿Qué tal el cole?- le preguntó seguido de una batería de besos por su aniñado rostro.
-¡Muy bien! Mami, quiero una guitarra- habló emocionado.
-¿Una guitarra?
-si, hoy en el cole han venido unos chicos a contarnos cosas sobre la música y el arte y yo quiero aprender a tocar la guitarra mami.
-¿y como pretendes aprender a tocar la guitarra tú solito?- le chinchó ya una vez sentada en una butaca con el pequeño sobre sus piernas
-Pues...- se toco el mentón pensativo- mami, pues me enseñas tú, yo te he visto tocar la guitarra con el tito Santi y los yayos... ¿Me ensañarás a hacer música?
-Claro que sí mi vida- lo achuchó contra si llenándose el pecho de aquel calorcito que le inundaba cuando abrazaba a su pequeño.
-Hey, Doraemon- llamó a su amigo que miraba su móvil con una sonrisa boba. Ya está hablando con la Afri.- ¿Qué tal?
-Bien. tu rubia me ha preguntado por ti, el viernes se van a Elche a pasar las navidades.
-Hostia es verdad...- murmuró al acordarse que no la vería hasta después de año nuevo.
-Mami has dicho una palabra fea- se quejó con su pequeño ceño fruncido.
-¡Uy!- se tapó la boca con un gesto exagerado haciendo reír al chico- perdón.
-Me ha dicho que la llames para veros antes de que se vayan- la morena asintió- yo me voy yendo- dejo un beso en la mejilla de su amiga- adiós colega- choco la mano con Álvaro y salió de allí.
-¿Tienes muchos deberes?- le preguntó a su hijo en cuanto se quedaron a solas.
-los he hecho todos mami- le dijo el pequeño, Natalia sabía que no mentía por su mirada, además de que era un niño bastante responsable.
-Pues vamos a ir a un sitio tu y yo- se levantó y recogió las cosas de ambos antes de abandonar el teatro.
-¡MIRA CUÁNTAS GUITARRAS MAMI!- Álvaro corría con emoción por toda la tienda de instrumentos mientras señalaba asombrado los que más le llamaban la atención.
-Hola, bienvenidos- apareció una joven de no más de 25 años- ¿Puedo ayudaros?
-Pues queríamos saber si hay guitarras del tamaño de este renacuajo- sentó al chico en el mostrador a la vez que le guiñaba un ojo a la chica.
-Hmm- fingió pensarse la respuesta- ¿Cuántos años tienes? ¿Tres?- preguntó al niño
-¡Nooo! Tengo cinco- mostró su pequeña manita a la joven.
-¿Cinco? Wow entonces déjame ver que tenemos.
Pasaron un rato entre guitarras adaptadas al tamaño del pequeño, probando algunas y riendo al ver los intentos del pequeño por colocar los dedos tratando de formar algún acorde y eligiendo la guitarra más chula a ojos del chico, Natalia le aseguró que si se portaba bien los reyes magos le regalarían la guitarra más guay de todas, algo que la dependienta entendió a la perfección a ver la mirada cómplice de la morena, quién mientras Álvaro recorría una vez más la tienda se encargó de reservarla para poder regalársela en navidades.
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ABC | Albalia
FanfictionNatalia a sus 32 años trabaja como directora de teatro. Alba a sus 34 es profesora de arte en la Universidad. Ambas con una vida acomodada y dentro de una rutina empiezan a conocerse gracias a una pequeña pelea entre las dos personas más importantes...