ABC | Albalia

Como una cita.

Natalia se encontraba en una de las butacas de primera fila mientras revisaba los últimos retoques que habían hecho al guion junto con sus compañeros, llevaba un día de bastante estrés, el repaso de guion, los primeros ensayos y demás era la parte que menos le agradaba realizar a la morena, andaba concentrada en leer las últimas líneas del segundo acto cuando le pareció escuchar como se abría la puerta que daba al salón de butacas seguido de unas voces.

-señorita, no puede estar aquí.

-le he dicho que vengo a ver a una amiga, no me quiero colar.

-me da igual lo que usted quiera o a quien conozca, la entrada esta reservada para personal del teatro.

-solo déjeme ver... Mira conozco a la directora de aquí así que déjeme verla y podrá comprobarlo usted mismo.

Natalia al principio no prestó demasiada atención a aquel intercambio de palabras pero en cuanto puso algo más de atención pareció reconocer aquella voz como la de Alba. ¿pero qué hace aquí?

Decidió comprobar por si misma si aquella voz correspondía a la de Alba, por lo que dejando a un lado el taco de hojas con el guion, se levantó y avanzó hasta la puerta de salida del público y se encontró allí al de seguridad del teatro y frente a él, Alba encarando a aquel hombre que debía medir cerca de los dos metros.

-Ey José, ¿Qué ocurre?- le preguntó poniendo una mano sobre su hombro para captar su atención.

-Señorita Lacunza, ¿conoces a esta muchacha?

-Claro, Hola Alba- le dijo con una sonrisa, realmente le había sorprendido verla ahí.

-Ves, no me quería colar ni nada- le dijo Alba al de seguridad con altanería, la morena contuvo la sonrisa mordiéndose el labio.

-Lo siento señorita- y abandonó el lugar para volver a su puesto de trabajo dejando a las dos solas.

-que conste que no me quejo, pero ¿Qué haces aquí?

-Pues quería darte una sorpresa, como cuándo tú apareciste en la puerta de la facultad... pero me ha salido un poco mal.- le dijo Alba algo nerviosa mientras se rascaba la nuca.

-Que mona eres, anda ven- abrió los brazos y Alba se abrazó a su cintura apoyando la cabeza sobre su pecho.

-y también quería invitarte a cenar, ya estoy más libre de responsabilidades- dijo con la voz amortiguada por el abrazo.

-¿y los niños?- preguntó la morena observando la hora en su teléfono, en nada debían recogerlos del cole.

-No te preocupes, Marina se va a quedar con ellos... si no te importa claro, puedo llamarla y decirle que traiga a Álvaro o...

-Eh Alba, si está bien... muchas gracias por encargarte de todo

-De nada- le dijo con una sonrisa tímida.

-Entonces... ¿esto es cómo una cita?

-Como no, es UNA cita- dijo elevando el tono de voz ligeramente.

-pues recojo mis cosas y nos vamos- dejo un beso en su frente y salió en dirección a su despacho, minutos después ambas abandonaron el edificio juntas.

-Bien ¿Cuál es el plan?- preguntó la morena mientras seguía los pasos de la más bajita.

-Primero vamos a ir a tomar una cerve y luego cada una va a ir a su casa a ducharse y ponerse guapa para salir a cenar, ¿Te parece?