"Tenía que pasar"

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Katsumi:

- eres una tonta.

- ¿esa es tu forma de animarme?

- no puedo creer tu estupidez.

- ¡Shisui! Esa no es forma de tratar a un herido...

- ya te voy a herir yo de verdad, Katsumi.

Tras la puerta de una habitación en el hospital de Konoha se oía la discusión de dos hermanos Uchiha, y no sin sentido: durante la prueba de los cascabeles, me había ido de cabeza al suelo, quedando bastante dolorida e inconsciente durante 24 horas, las cuales Shisui pasó preguntando cada cinco segundos si me repondría.

Ahora que me hallaba consciente me había largado la reprimenda que se tuvo que aguantar.

- no eres justo, los sacrificios son parte del deber ninja.

-oh, ¿de veras? un centímetro más a la derecha y ahora no estarías aquí.

- pero conseguí el cascabel...

- que reconfortante, la verdad.

Solté un gruñido apartando la mirada de él. Obviamente ambos teníamos parte de razón y eso no lo íbamos a aceptar, mucho menos yo, la duquesa del orgullo.

Ya estaba acostumbrada a su enojo que se desvanecía al cabo de unas horas, pero nunca había llegado a tal punto así que debía probar...

- ¿Jóvenes Uchiha?- se oyó la voz de la enfermera entrando por la puerta arrimada- tienen visita.

- que pase, que pase. - asintió mi hermano con aire de entendido. Lo miré confusa.

-Hola Shisui, ¿qué...? - Itachi paró en seco al verme con vendajes sobre la cabeza y señales del reciente enojo en ambos.

- gracias por venir Itachi. Por suerte ya despertó. - Shisui se le acercó a explicarle, y yo al reconocer quien era estuve tentada de taparme hasta la cabeza con la sábana. Qué hacía ahí?!

Por como hablaba mi "querido hermanito", él lo había llamado. ¡¿CUÁNTAS VECES POR DÍA VAS A ARRUINAR LAS COSAS SHISUI?!

- Katsumi.. te estoy hablando - Itachi me sacó de los furiosos pensamientos.

-q...¿qué pasa?

- ya ves... efectos del golpe seguro.

-¿tienes algo más que acotar Princesita? - le gruñí a Shisui por el comentario, a punto de tirarme encima y agarrarlo de los pelos... porque no tenía ningún kunai a mano.

- tranquila. - rió su amigo y luego se giró a mi- yo me encargare.

¿Oí bien? ¿itachi iba a ser de niñero durante las misiones de Shisui? me quedé lo más inexpresiva posible pasando la mirada de uno a otro. Mi hermano dudaba pero al final accedió y fue a preguntar cuánto más debía quedarme en el hospital.

******************************

Durante los siguientes días Itachi y yo nos hicimos muy unidos (en el sentido de amigos), descubriendo que había mucho en común y que era en verdad una persona de corazón puro.

Los meses pasaban y los tres nos hacíamos más fuertes a cada misión, escalábamos con rapidez los puestos ninja, llegando a los más altos Itachi y yo como cazadores anbu y Shisui prefirió relegarse a Jonin, lo que nos llevó a tener que ser parte de las reuniones secretas del clan.

Siempre fui una chica de buenas intenciones, quizá por eso concordaba con Shisui en que no quería participar en el golpe de estado.

Mis titubeos fueron cobrados por la vida (según yo), cuando tiempo más tarde, mi hermano fue hallado muerto en la corriente de agua que había en Konoha, y ahí fue supongo, cuando comencé a ver la vida como era en realidad: dura, siempre intentando derribarte o intentando sacar tu lado oscuro con diversos actos, a ver cómo lo superas.

Estaba desesperada y angustiada. Nunca me había puesto a pensar qué sería de mí sin su presencia, era una ilusa que creyó que lo tendría eternamente a su lado. No sabía a quién acudir para calmar ese dolor profundo, pues a Itachi no, ya que estaba tan mal como yo: cuando creía que nadie estaría, iba al bosque y entrenaba... pero casi todo le salía mal, la vista se le nublaba por las lágrimas, aunque no sin razón: todo el clan era capaz de pensar que él había asesinado a su mejor amigo.

*

Pasado el tiempo nada mejoró, pues el clan estaba cada vez más cerca de pasar a la acción y los altos mandos fueron informados... algo que quizá no fue lo mejor, porque se ordenó a Itachi masacrar al clan antes de que ocurriera el desastre.

- No voy a repetirlo, iré contigo.

- no. No puedo permitirlo, ya te lo he dicho.

- eres un hueso duro de roer... pero no vas a doblegarme: mi decisión ya está tomada.

Ambos estábamos en un monte cercano a la villa de nuestro clan, vestidos de anbu, aunque con las máscaras en las manos. Acabábamos de volver de una peligrosa misión. Itachi se giró a mi. En su rostro aparentemente inexpresivo podía ver el temor y dolor.

- Me esperarás en la salida de la aldea. - hice un ademán de interrumpirlo pero él negó- no es una trampa, te prometo que iré.

Lo pensé un momento y luego asentí. No podía negarlo, tenía miedo, mucho miedo por él.

- gracias. - supuse que se refería a no hacerle las cosas más difíciles, pero no tuve tiempo de decirle nada más, él ya no estaba ahí.

*

Hacía más de una hora que lo esperaba en la entrada principal y no había llegado. La preocupación hizo que desesperantes ideas pasaran por mi mente... Pero una corriente de alivio me inundó cuando lo ahí parado.

- Y... ¿ya lo has... hecho? - la voz me salió con extrañamente entrecortada.

Como era obvio tenía rastro de haber llorado y no parecía tener el valor de hablar. Sin embargo dijo lo que parecía que tenía atravesado en la garganta hacía mucho:

- Lo acordado fue que me refugiara en Akatsuki. - una expresión de horror ensombreció mi rostro- eso es lo que haré, pero trataré de venir a verte a ti y a Sasuke... sólo te pediré una cosa: cuídalo por favor.

- yo... está bien pero...

- está bien, no vayas a llorar... no sería propio tuyo.

Una mueca lo más parecida a una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro... sin embargo yo tenía que decírselo, no soportaba más.

- Itachi, yo... - no pude evitar que las lágrimas se escurrieran por mi mejilla, pero no pude seguir hablando ya que acto seguido me encontraba en medio del abrazo de Itachi, con la cabeza apoyada en su pecho.- sólo... cuidate. -susurré.

En cuestión de minutos él ya se había ido en medio de la clara noche. Ya amanecería y debía estar lejos para cuando se hiciera el descubrimiento.

También era mi turno de no existir más en las memorias, así que sin preocuparme por limpiarme las mejillas me alejé al bosque, preparada para vivir como una sombra entre los ciudadanos de una Konoha no destruida gracias al joven que amaría siempre... y cuando lo volviera a ver se lo diría.

Always Love You (Itachi y tú) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora