Always Love You (Itachi y tú) ✔

La luz al final del túnel

Katsumi:

Odié haber ido allí, cualquier cosa habría sido mejor que nacer con ese estúpido complejo de héroe. Incluso Itachi tenía en el rostro esa mueca de espanto ante lo antinatural que acabábamos de presenciar.

Enseguida, como si la misma sombra del diablo fuera lo que dejamos atrás, llegamos a Konoha, sin bajar la intensidad de la corrida entre los tejados, y personalmente con Kakashi al hombro.

- ¡¿y Tadashi?! -pregunté exaltada, sin pensar, y abriendo la puerta.

- de misión. ¿Ya lo olvidaste? -respondió aparentando calma Itachi. Respiré algo más tranquila, pero no tanto: estaba fuera de mi alcance, fuera de mi rango de vigía para protegerlo de lo que fuere.

Deposité al peligris en el suelo, y me dispuse a aumentar el chakra en mis manos para devolverle la vitalidad. Fruncí el entrecejo ignorando por completo lo que mi acompañante decía acerca de... No, ni idea, solo asentía con la cabeza sin ponerle la más mínima atención.

- Katsumi.

- ¡¡qué!!

- habrá que decirle todo a Kakashi-san. -se adelantó a mi mueca de disgusto:- tampoco yo quiero, pero será necesario, de lo contrario, ese momento de mayor tensión a nivel mundial llegará, necesitamos su consejo.

- no quiero que...

- ¿Ka... Katsumi? -bajé la mirada bruscamente y noté que los ojos negros y profundos del actual Hokage estaban entreabiertos.- ¿dónde...?

- que ni se te ocurra pronunciar otra palabra. -advertí concentrándome en el ninjutsu médico- cuando termine con esto tenemos algo que hablar contigo. -se notó perfectamente las pocas ganas de colaborar que tenía con ese tema en mi voz. Asintió.

Ni Itachi ni yo volvimos a cruzar otra palabra durante más de 10 minutos: uno de los poderes de ésa cosa, era similar al de Samehada, la espada de Kisame. Absorber cuanto chakra hubiera a su alcance. Así que tuve que dar más de la mitad del mío para que recién el hombre pudiera mover la cabeza.

- ¿qué iban a decirme? Ha de ser importante, porque tengo mucho que hacer ahora...

- sí, sí lo es. -sin más me dejé caer también al suelo sentándome como indio. Itachi se arrodilló y fue quien comenzó el relato de mi pesadilla, conmigo resaltando algún que otro detalle, y más tarde las confusas explicaciones que nos dio la sombra esa. No sin antes mencionar las pautas dichas en nuestros estados de coma por Hagoromo. Cuando terminó Kakashi parecía mirarnos como fenómenos, y eso que no le hablamos del "Paraíso Uchiha".

- me quieren decir que... Este podría ser el motivo de... ¿la masacre entre ambos?

- mira. -me enderecé de mal talante. Hoy no estaba de humor para nada- nos algo que nos llame por hacer aunque no lo creas. Tenemos un hijo que cuidar, una vida por pasar, una aldea por la cual defender. No es precisamente alentador saber de un momento al otro debes morir, y por si fuera poco, a manos de una persona que no creerías que lo haría... Aunque los Uchiha ya conocen bastante esto de ser asesinados por los del mismo clan.

- no, yo lo sé, lo siento, no quería... -se pasó una mano por el cabello desordenado, bajo la persistente mirada de Itachi. Resopló- trataré de organizar una defensa lo más efectiva posible, ustedes descansen y esperen a Tadashi aquí, lo haré regresar lo antes posible... Porque por lo que me dicen está en peligro inminente. -asentimos- bien. -se levantó limpiándose el polvo de la ropa.- gracias es lo que debería decirles. -pareció sonreír por un segundo bajo la máscara y desapareció en medio del humo.