Katsumi:
Ese día podía decirse que fue el mejor para los dos: normal para ojos de los demás, pero ambos extrañabamos eso de días normales, y uno de ellos era el mejor regalo. Más que esa noche fue tranquila, completaba el perfecto día que fue del cumpleaños de Itachi.
Ahora estábamos en plena discusión al alba:
- Te dije que estoy bien, no seas exagerado Itachi.
- ni siquieras te quieres levantar eso no es propio tuyo.
- eso puede variar. Pero enserio, estoy bien. -él negó - ¡fue sólo un dolor de cabeza dramático!
Como siempre, mister excéntrico ya tuvo que salir con su faceta discutidora cuando lo que más quiero es dormir. Pero al menos me lo pude sacar de encima cuando fue a la cocina murmurando: "mujeres!". Claro que habría gritado pero ni las ganas de forzar la voz tenía, así que me di vuelta en la cama volviendo a cubrirme y cerré los ojos.
- Katsumi... -ignoré eso sin inmutar mi posición (naturalmente ocupando a mis anchas el colchón, porque así soy)- cariño, ¿puedes mirarme? -no contesté y bufó- ¿por lo menos desocupar mi lado de la cama? -reí para mis adentros, lo mejor de esto es que no quiere enfadarse completo en mis condiciones, algo que por supuesto aprovecho sin ton ni son. Suspiró- de acuerdo, me voy pero me tomaré yo el té con miel.
- ¡¿qué?! -salté como resorte y lo miré como niña pequeña a quien le ofrecen dulces en abundancia. Fue su turno de reír y me tendió la taza a mis manos expectantes: punto a su favor: yo aaaaamo el té con miel... desde hacía tan solo unas semanas.
- ahora córrete de mi lado, también yo quiero dormir.
- deja de quejarte gruñón. -comenté mientras se dejaba caer a la cama con las manos tras la nuca. Sorbí el té apoyándome en el respaldo.
- ¿terminaste?
- ¡¿encima me apuras?! -me lo terminé- sí, así es. -sonreí inocentemente. Rodó los ojos y volvió a levantarse para llevar la taza. Cuando volvió pareció que volvía a tener sueño, en cambio yo tenía insomnio.- ammm ¿amor?
- ¿hum?
- verás... Ahora sí que no tengo sueño... Y es tu culpa.
- ¿y eso? -abrió un ojo con diversión.
- yo estaba muy bien antes que... -solté un leve grito y se sobresaltó.
- ¿qué? ¿qué pasa?
- ¡tengo una idea para el nombre! -cuando lo miré me di cuenta las ganas de golpearme que tenía por asustarlo... Pero simplemente tomó aire para calmarse.
- a ver, ¿cuál?
- qué te parece... ¿Tadashi? Significa, correcto, justo... algo que contigo como padre es imposible pero al menos pondremos el nombre para contrarrestar. -reí ante su mueca ofendida.
- Tadashi... -dijo pensativo- Tadashi Uchiha... Uchiha Tadashi... -su mirada se posó en lamía y sonrió- no está mal.
- ¿lo ves? -dije triunfante- soy toda una genia. Deberían darme una medalla.
- no dije que sí, dije que "no está mal" -se ganó una mirada de rencor pero rió- es broma, pero no te adelantes tanto, quizá podrías arrepentirte...
- querido... -sonreí de la manera más dulce, osea la más peligrosa- soy su madre, si digo que ese nombre va no me voy a arrepentir.
- está bien ya veremos mañana, ahora no estoy con demasiada energía y debo guardarla, y te recuerdo que tengo una misión. -involuntariamente un escalofrío me recorrió la espalda pero afortunadamente no se dio cuenta.- así que bueno... hablamos más tarde amor. -me besó cortamente y se dio vuelta para dormir, dejándome mirando su espalda sentada como estaba.
Cierto, lo había olvidado: Kakashi decidió, junto con el concejo, que sería mejor que él llevara algunos reportes junto con su noticia a las fronteras,que desde la guerra eran misiones comunes, ya que estaban todas las naciones aliadas.... Eso me daba muy mala espina, sabía que las intenciones del peligris no eran malas, pero, ¿y qué hay de los receptores del mensaje? y los que podía encontrarse en el camino? Al principio discutí a fondo con los dos viejos pero Itachi estuvo de acuerdo dejándome fuera de combate.
Otra vez me asaltaron los miedos por él, pero no podía hacer nada, y eso era lo que más me indignaba o cualquiera que fuese la palabra. Maquiné sobre eso durante un tiempo hasta que finalmente caí de a poco en un sueño intranquilo...
*
Caminaba por un pasillo de piedra húmeda y fría, sosteniéndome a ellas para saber por donde iba, hasta que oí un ruido de algo golpearse y luego una risa maniática que erizó la piel. Miré en la dirección de dónde provenía y me pareció ver un destello en una abertura de la cueva. Me paré allí bajando las manos horrorizada:
- Ka...Katsumi sal... sal de a...aquí...
- oh, vaya, vaya. Mi estimada, casi llegas tarde, estoy a punto de...
- ¡¡para!! ¡¡para ya!! -la luz de la luna iluminó a la dueña de la voz gélida y a...- ¡¡ITACHI!!
- hmmm -volvió a reír de la misma forma presionando un kunai de forma extraña en su cuello que ya sangraba- ya es tarde querida... muy tarde. -alzó el codo...
- ¡¡ESPERA!! ¿Qué quieres? te daré lo que quieras, ¡¡sólo suéltalo!! -exclamé poniendo un pie en la "habitación", con lo que acto seguido el polvo se arremolinó a mi alrededor nublando me la vista momentáneamente.
- lo sabes muy bien. -los ojos aterradores, vacíos como largos túneles sin esperanza y carentes de brillo vital se clavaron en las palmas de las manos.
Entonces fue cuando me di cuenta de varias cosas: al mirar hacia abajo noté que, punto uno, mi vientre estaba donde siempre y no limitaba mi vista, no estaba embarazada. Mis manos poseían los sellos y al activar sin proponermelo, el Sharingan de mi propiedad vi claramente la escena en la que me encontraba: esa mujer tendría no más de 25 años, era tan pálida como un fantasma, escuálida como una rata desnutrida, de cabello marrón sin vida cayendo por su espalda, hombros y rostro, y en la frente un sello que parecía una flor... más abajo, Itachi, indefenso, sangrando por los ojos y la cabeza, magullado y casi inconsciente por el brazo que fuertemente le obstruía el cuello.
- no entiendo que...-mi estupidez la alteró horripilantemente, mientras su cabello se alargaba hacia mi y de apoco tomaba posesión de mi cuerpo.
- vas a darme ese poder y esos ojos igual que lo hizo muy obedientemente tu querido esposo!! -un destello de malevolencia cruzó sus ojos clavados dolorosamente en mí, que comencé a llorar incontrolablemente. Clavó de a poco el kunai en su presa- ¡¡es tarde!! ¡¡ lo harás o lo mataré y seguiré con Tadashi!!
- ¡¡NOOO!!
- ¡¡Katsumi!! ¡¡Cariño!! Despierta por favor...-abrí los ojos de golpe, respirando a bocanadas, transpirando a mares y sintiéndome muy débil- gracias al cielo, ¿qué sucede, Katsumi? ¿estás bien?
- ¡ita...chi! -exclamé ahogadamente teniendo los ojos cristalinos mientras observaba todo: seguía sentada en la cama como me había dormido pero ya la luz inundaba la habitación.- yo... yo... quédate conmigo... ¡no te vayas! -mis palabras hipnotizadas no le relajaron las facciones y me abrazó.
- tranquila cariño está todo bien... Sólo has tenido una pesadilla, nada más. -como seguía sollozando en silencio preguntó separándose para quedar frente a mí tomándome por los hombros para hacerme reaccionar:- ¿qué sucedió? cuéntame por favor.
Cielo santo... Estaba viva, libre e Itachi también. No teníamos ningún rastro de la escena y sin embargo había sido tan real que sólo me preguntaba: ¿debió ser en pasado o será en futuro?
¡Gracias por leer!
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Always Love You (Itachi y tú) ✔
Fanfiction(COMPLETA) Katsumi, hermana menor de Shisui, hija de Izuna Uchiha y Akane Senju, es más de lo que dice su apellido. Un amor imposible para su situación es la traba que le pone la vida a la elegida por Hagoromo Otsutsuki, algo nada fácil para su po...