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Sendoh asintió, estando de acuerdo con lo que acababa de decir.

- Comparto el mismo criterio. Una conversación muy intensa por la mañana, me gusta. - me sonrió al añadir eso último.

Le devolví la sonrisa, sintiendo que me ardía la cara; me parecía irreal la actitud de Sendoh. Era demasiado cómodo conversar con él y eso que lo conocía desde hacía menos de un día. Yo solo hablaba así con Akane, mi amiga desde hacía años, no con desconocidos. Supuse que era el don de Sendoh, hacer sentir al otro escuchado sin juicios de ningún tipo. Debía ser por eso que causaba furor entre la chicas.

Justo llegamos delante de la entrada de mi instituto e inmediatamente quise que se me tragara la tierra. Un grupo de chicas que se encontraban hablando en círculo antes de entrar a clases nos estaban mirando sin disimulo alguno. Odiaba ser algo parecido al centro de atención. Sendoh pareció no darse cuenta de ello.

- Bueno Kanna, que vayan muy bien las clases. Misión cumplida. - me alzó una mano, invitando a chocarla. Lo hice sonriéndole y me imaginé a todas las chicas cuchicheando por detrás de nosotros.

Tal y como pensé dos chicas se acercaron de pronto a nosotros. Reconocí a una de las chicas como la cabecilla de la gente más popular del instituto, que me miró de arriba a bajo con mirada hostil. La otra parecía que se estuviera escondiendo detrás de ella, como si solo la hubiera seguido por costumbre.

- Hola Sendoh, me pregunt....- empezó a decir la chica de pelo negro que me había fulminado con la mirada pero fue interrumpida por Sendoh.

- Buenos días Saori, perdona pero no me puedo entretener porque sino llegaré tarde a clase. Que vayan bien las clases. - le respondió con un tono muy educado, pero que la dejó sin palabras y se marchó.

Yo y las dos chicas nos quedamos mirándole unos segundos antes de que se volviera a girar, dándose cuenta de que se había olvidado algo.

- Por cierto, Kanna, ¿luego quieres volver juntos después de clases? Los viernes no tengo entrenamiento. - me preguntó rascándose su peinado en punta.

No quise mirar a la chica de mi lado o al otro grupito que no había estado mirando antes en la llegada, podía ver por el rabillo del ojos sus caras de asombro. <<No entiendo porque se sorprenden tanto, no ha dicho nada extraordinario >> pensé extrañada.

- ¡Claro! - le contesté alegre y el asintió y prosiguió su camino al Ryonan.

Sentí que alguien me agarraba el brazo y vi a Akane moviendo sus cejas exageradamente. Al ver que las otras chicas seguían paradas mirándome pasmadas, sobretodo la pelinegra, arrastré a mi amiga al interior del instituto queriendo desaparecer. Casi obligué a Akane a correr.

- Una verdadera monada Sendoh. - me dijo mientras traspasamos el patio anterior a entrar al edificio- Y la manera tan educada con la que ha contestado a esa chica...menuda cara se le ha quedado cuando te ha preguntado lo de quedar por la tarde - soltó una risita, mientras me zarandeaba el brazo que me agarraba.

- Pensaba que me iban a comer viva. No entiendo porqué actúan así como si fuera su enemiga número uno; su obsesión da miedo.

- Déjalas. Pero la verdad es que es sorprendente. Por lo que sé, ya sabes mis informaciones de cotilleo - se llevó la mano al pecho orgullosa y yo rodeé los ojos divertida- dicen que Sendoh habla muy poco con la chicas y cuando lo hace es para rechazarlas amablemente. Nunca se le ha visto hablando con una de forma tendida y menos acompañarla a clase o pedirle de quedar por la tarde.

- Técnicamente volvemos a casa juntos, no hemos quedado por la tarde.

- Da igual, lo que importa es que has venido con él y te he visto muy contenta. ¿Cómo ha ido?

ONE-ON-ONE [Akira Sendoh]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora