Déjame amarte

A tu lado

Parecía que la noche se alargaba mientras conversaban en voz baja, susurrando para no despertar a Guang quien dormía tranquilamente en medio de sus padres, quizás sentía esa seguridad que da estar en la compañia de personas que aman.
Yu nunca imagino que podría realizar el sueño de formar un familia con la persona que más amaba en el universo, y se repudio internamente por comportarse como  un verdadero tonto al cometer tantos errores y dañar cruelmente a Wei y tal vez si hubiese elegido mal, no poder conocer a su hijo, no verlo crecer ni convertirse en un hombre mejor que él.
Sin pensarlo se quedaron dormidos, ningún ruido pudo despertarlos hasta el día siguiente cuando Cheng entró para que se levantarán a desayunar y cambiar a Guang que ya se movía inquieto entre ellos.
Mientras Yu y Guang ya estaban disfrutando de la mañana, Yu no sabía si salir o quedarse en el cuarto a esperar por Wei. Allí estaban sus amigos y ellos conocían todo lo ocurrido, cómo debería mirarlos después de la ofensas hechas, cómo lo tratarían y si lo miraban despectivamente, era adecuado pedirles perdón y retirarse.
Respiró profundamente para calmar su nerviosismo pero incluso así le sudaban las manos al abrir la puerta, se dirigió hacía el comedor donde estaban todos animadamente hablando.
Al verlo guardaron silencio como si esperar alguna cosa, y él no supo que decir.
Cheng con mucha seriedad le dio los buenos días a lo que esté respondió automáticamente.
Le pidió que tomará asiento y se sirviera un poco café, sin vacilar Yu obedeció.
Wei al ver sus reacciones no pudo aguantar la risa y estalló en carcajadas, y los otros dos lo siguieron y acercándosele lo abrazo para que se tranquilizará, diciéndole que no debía estar tan tenso, que todo estaba bien, que dejará de preocuparse.
Cheng le pidió disculpas, sin embargo, Wei no podía dejar de reír, ya que le pareció tierno su conducta.
Le sirvió una taza de café, negro con un poco de azúcar, y unas tostadas.
Guang estaba en su cochecito nuevamente dormido.
Durante el desayuno, Yu se animó a preguntarle cómo había pasado la etapa del embarazo.
Antes de que Wei respondiera, Cheng interrumpió para despedirse pues tenía turno, al igual que la doctora.
Luego de que estos se fueran, quedaron solos, Wei le pidió sentarse para contarle cada detalle de esos días.
Su rostro reflejaba asombro, preocupación,  dudas, incertidumbre, al oír y ver las fotografías, y datos recopilados.
Bajo su cabeza ante Wei, pidiéndole perdón, de dejarlo solo cuando necesitaba de su compañía y cuidado.
Ya era suficiente de seguir recordando malos momentos, Wei se sentó en sus rodillas y lo beso profundamente con pasión que le hizo estremecer el cuerpo.
Fue como si experimentan el primer beso, dulce y torpe a la vez, pues hacía meses que no se sentían tan de cerca.
Solo con besarse no estaban satisfechos, las caricias ansiaban grabarse en sus pieles, pero aquel ambiente fue roto por el llanto de Guang que había despertado y buscaba a su madre.
Wei se apresuró a levantarlo y acunarlo entre sus brazos.
Yu lo miro atentamente fascinado, diciéndole que de veía hermoso con su hijo, haciendo que esté se sonrojará.
De los días tan amargos solo quedarían memorias o se olvidarían, a su lado lo fundamental era hacerlos felices y ser valiente para defender a su familia de cualquiera.
Una llamada de su padre lo saco de ese hermoso trance, pero debía empezar a tomar desiciones, de modo que no respondió y apagó el celular. No quería interrupciones, preferiría hablar personalmente.
En la mansión, Xue le advertía a su padre  que al parecer el menor de sus hijos ya no estaba bajo su control, que para recuperarlo debía hablar con el causante de tal desobediencia.

Vamos bien y zaz, Xue.....
Gracias por estar ahí....
Gracias por todo su apoyo....
Gracias 🥰🥰