¿Sorpresa?

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Corría y corría sin descanso.

El olor a sangre estaba en el aire. No era mucha, pero se notaba.

-¡APRISA ROGUE!¡YUKINO!- los dos iban detrás suya casi sin aliento, pero a la vez preocupados.

Eran altas horas de la noche y acababan de llegar de un largo viaje desde su gremio hasta Magnolia debido a una misión por esas tierras. Pero sin previo aviso, Sting despertó a sus compañeros alarmado. Rogue también lo había notado y decidieron ir solos, pero Yukino se lo impedió, a no ser que la llevaran con ella. 

-¿Que mierdas le pasa a este bosque?- dijo exasperado Sting.

-No damos más que vueltas en círculos...- susurró Rogue. 

Yukino hasta entonces callada, sacó una de sus llaves.

-¡Yo te abro puerta de la balanza!¡Libra!- el espíritu apareció ante ellos y Yukino le dio varias indicaciones. Libra las acató todas. Subió hasta el más alto árbol y usó sus balanzas. Los demas esperaban pacientes el saber que estaba haciendo allá arriba. Cuando bajó, le dijo algo a su dueña y desapareció.

-¿Que ocurre Yukino?-  preguntó exasperado Sting.

-Al parecer, Lucy-sama tiene un campo de contención alrededor de este bosque. No podemos pasar de aquí.- 

Sting frunció el ceño y con un "TSK" pateó el suelo haciendo un pequeño boquete.

-Será estúpida...- susurró en voz alta.

-Creo que ya se que podemos hacer- Llamó de nuevo a Libra para volver a desaparecer y luego reaparecer con otro espíritu.-

-¡LOKE!- el izo una reverencia a todos en señal de respeto, para luego mostrarse terriblemente preocupado.

-Libra ya me contó lo que a pasado, creo que puedo ayudaros ya que mi ama ahora está débil.- nunca la había llamado "ama", pero en esta situación lo creyó necesario.- Necesitaré de tu ayuda. Yukino-sama.- ella asintió y se posicionaron cerca de lo que sería la barrera. Juntaron las palmas de sus manos y ejerciéndo presión sobre la barrera empezaron a crear un agujero transparente. Yukino respiraba pesadasmente, pero aún así lo estaba haciendo muy bien.

-Pasad rápido todos.- ordenó Loke. Cuando hubieron pasado todos, el espíritu desapareció, dejando la los tres jóvenes dentro de la barrera de Lucy.

-Es increíble que aún sin haberlo llamado Lucy hubiera ejercido ese poder.- dijo incorporándose Rogue, seguido de Sting y Yukino.

-Eso demuestra cuán fuertes son los espíritus de Lucy-sama y ella misma.- todos asintieron sobre sus palabras y empezaron a correr de nuevo. Ahora si podían oler mejor el rastro a sangre procedente de Lucy, a la que no tardaron en ver tirada en el suelo incosciente.

-¡Lucy-sama!- gritó sorprendia Yukino. La chica tenía grandes ojeras en el rostro junto con sangre en su boca y parte de su cara. Sus oídos tenía unos hilitos de sangre, al igual que sus uñas. Tenía las ropas un poco rotas y embarradas y su pelo estaba emarañado y sucio. Sting no tardó en acercarse a ella y cogerla con extremo cuidado. Puso su oído en la boca de la chica y en su pecho.

-Aún respira y su corazón late. Mejor llevemosla con Polyushka.- Rogue asintió pero Yukino lo miró confusa. El pelinegro procedió a explicarle lo sucedido hace un tiempo, cuando la encontraron igual en el bosque.

Sting y yo íbamos de vuelta de una misión en Magnolia, cuando este me dijo que pasásemos a ver a Fairy Tail. A mí no me importaba, pero él se veía ansioso por ir. Justo cuando pasamos por la calle principal, esa con un árbol rosa, Sting dió un respingo y miró hacia todos los lados preocupado. Sin dirgirme la palabra echó a correr como alma que lleva el diablo hacia Fairy Tail. Cuando llegamos a la puerta vimos a Lucy echa pedazos y desangrándose. Ambos nos quedamos anonadados, pero yo fuí el primero en reaccionar. Me acerqué a ella y con mi capa empezé a taparle las grandes heridas para parar la hemorragia. Los ojos de Sting eran un misterio y antes de que pudiese detenerlo se dirigió a Fairy Tail echo una furia. Con un poco de suerte, evité que entrara en el gremio, pero él soltó un gran rugido que hasta temblaron los cristales. Por un momento la ciudad se silenció. Entonces se dió la vuelta y con lo que quedaba de mi capa, cubrió a Lucy y se la llevó hacia el bosque.

-¿A dónde te vas! Tenemos que llevarla al hospital.- le dije. Pero el soltó un gruñido y siguió corriendo a través de la espesura del bosque. Llegamos a una cabaña donde Sting irrumpió como un salvaje. Una mujer nos vió, sorprendida y se acercó a nosotros.

-Más dragones slayers...estupendo.- al parecer ya había tratado con otros.- Y bien ¿que ocurre ahora?- Sting descubrió el cuerpo de la chica y la mujer se tapó la boca de asombro.

-Es de Fairy Tail, la encontramos en la calle, frente a su gremio en estas conciones. Se llama...- pero la mujer no me dejó terminar.

-Sé perfectamente quién es esta chica. Lucy Heartfillia, una de las hadas de Macarov.- miró de nuevo a la chica.-Segidme.- Sting aún no había hablado y su mirada no reflejaba nada. La dejó en una cama y la mujer nos ordenó irnos, pero Sting se negaba a irse a si que tuve que sacarlo a la fuerza, incluso de la casa.

-¿Se puede saber que te ocurre?- le pregunté una vez fuera. Al fin pareció reaccionar un poco, pero no contestó. Nos quedamos en silencio esperando a la curandera fuera de la casa.

Después de unas horas, apareció sobándose las manos con un pañuelo.

-En unas tres semanas se recuperará. Con los cuidados intesivos que le proporcionaré, apenas quedarán cicatrices visibles al ojo humano.-

-¿Quién lo izo?- dijo con voz ronca Sting. La curandera se quitó las gafas para vernos mejor y su mirada se endureció.

-Un mago de posesión, o maga en el caso de Fairy Tail.- 

-¿Una maga? Sabe usted cuál es esa mujer.- 

-Lissana Stratuss, una chica albina. Actualmente es la sustituta de Macarov en el gremio.- los ojos de Sting se cerraron levemente e intentó irse, pero la mujer lo retuvo.

-Dragoncito, puedes pasar a ver a tu chica.- y como un robot, Sting volvió sobre sus pasos y entró en la casa. Yo me quedé fuera con la mujer.

-Tu amigo está muy alterado, lo mejor será que no hagaís nada. Os puede ir muy mal- 

-¿Por qué dice eso?-

-El mundo ahora esta muy bien como esta. Una pelea entre tu gremio y el de las hadas puede alterar ese orden. Además, creo que ese dragón ya le ha echado el ojos a su presa.- y al fin lo entendí. Sting había elegido a Lucy como compañera.

Pasamos las tres semanas allí en el bosque vigilando continuamente a Lucy desde la distancia (la curandera no nos dejaba acercarnos más). Cuando al fin despertó, la observamos desde la espesura del bosque. Solo entoces nos fuimos a nuestro gremio.

Sting intuyó que Lucy iría al baile asi que nosotros fuimos y bueno...ya sabes lo demás.

NDA: Feliz Navidad y Própero Año Nuevo

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