Bienvenida.

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Sobrevolaba las ciudades con un pequeño pesar en el pecho.

A lo lejos, podía ver como las ciudades que había destruido, aún tenían la marca de los rugidos de Acnologia, como una cicatriz. 

-Aún no puedo creer que hayamos causado esto...-dijo en voz alta.

-Asúmelo de  una vez, ama. Si no fuera por que la oscuridad a sido removida en ti, la mitad del continente ya estaría ardiendo bajo nuestros pies.- le dijo con una risa malévola. La chica le golpeó el lomo de forma molesta, pero luego sonrio.

-Lo bueno es que, ahora, todos los ciudadanos trabajan codo con codo para restablecer la ciudad.- dijo al ver el ajetreo desde las alturas.

El dragón no comentó nada y Lucy le dijo de ir más rápido, por lo que no tardaron en llegar a Magnolia. 

Desde lo alto, pudo divisar su gremio y una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

-Baja hacia la entrada del gremio.- le ordenó.

-¿Entrada triunfal, eh?- le comento y Lucy rió. 

Con brutalidad y haciendo que las baldosas a sus pies explotasen en diezmil pezados, aterrizaron en la entrada del gremio. 

Por el ruido, muchos de sus compañeros se asomaron. Asombrados y a la vez aterrorizados, se pusieron en guardia.

-Bajad las armas.- dijo la chica mientras bajaba del lomo de su dragón.- No venimos a haceros daño.- y se acercó a la entrada del gremio.

-¿¡LUCY!?- gritaron todos a la vez, sorprendidos. 

-Ni que hubieseis visto a un muerto.- comentó mientras avanzaba hacia Laxus, que se encontraba al lado de Mirajiane.

-Lucy...¿que ha pasado? Oímos que desapareciste y luego Zeref...- la chica cortó a la albina con una mirada seria.

-No he venido para hablar de eso ahora y...-notó como muchos guardias se empezaban a acercar hacia ellos asi que con un gesto, levantó una barrera que impedía que se le viese a ella y a Acnologia. Ahora los guardias solo veían un gran boquete en el suelo. Lucy sonrió ante su estupefacción.- Así esta mejor.- susurró para sí misma en voz alta y luego miró de nuevo a la pareja.- Lo que os quería pedir era que me quitáseis la marca del gremio.- miró a Laxus.- Creo que ya sabreís que Lissana no es la maestra, asi que Mirajiane o Erza serán las posibles candidatas  y por ello te pido, Mira, que ya que Macarov no está aquí, me quitases tú el símbolo.-

-Si así lo deseas Lucy...-dijo triste al saber que su compañera se iba.- Vamos dentro, allí te la podré retirar.- 

-Acnologia, mantente donde estas y no te muevas.- le ordenó antes de ingresar en el edificio.

-Si ama.- contestó grutalmente, causando gritos de los del gremio.

Lucy avanzó hasta la barra, donde Mira sacó un montón de botes. Mientras preparaba la mezcla, la chica miraba a su alrededor.

Nada había cambiado, absolutamente nada. Excepto que todos estaban fuera admirando al gran dragón del apocalipsis. Y como si de un flashback se tratase, se vio así misma junto con los demás riendo en unas mesas, después entrando por la puerta gritando un "AYE" junto con Natsu y por último con su grupo saliendo por la puerta levantando su mano tatuada diciendo un adiós junto a Sting.

Sonrió.

Y una lágrima traviesa le cruzó el rostro.

-Demasiados recuerdos...-se dijo así misma mientras veía ya la crema azul-verdosa preparada.

-Dame tu mano, Lucy.- le dijo Mirajiane con dulzura. Esta se la entregó firme a su decisión y con muchos más recuerdos rondándole la cabeza. Finalemente sintió como su marca rosada iba desapareciendo junto con el  mejunge untado en su mano acompañado de un leve destello verde.

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