𝐁𝐈𝐑𝐋𝐄𝐌'𝐒 𝐁𝐀𝐁𝐘 ━ Joey Birlem.

━━ NINE; I need you.

capítulo 9; ¡Te necesito!

En medio del lloriqueo con One Direction de fondo, la computadora de Rachel hizo un sonido. Se interrumpió "History".

Con el ceño fruncido y lágrimas saliendo de sus ojos, Rachel observo la pantalla. Era un vídeochat de su novio, se limpio las lágrimas y contestó.

— Hola bebé.

Ella rezaba, para que su novio no se diera cuenta. No quería responder preguntas y decir "si bueno, decepcione a mi familia por estar embarazada". Porque Joey no le creía.

Ella en serio no quería que se diera cuenta, pero la suerte no estaba de su lado. Joey tan solo la vio dos segundos y sabía lo que estaba pasando.

— ¿Estuviste llorando, mi amor?—pregunto lentamente, con el usual tono tierno que siempre usaba con ella.

Rachel solamente se limito a asentir, Joey suspiro, que su novia estuviera mal y él no estuviera ahí para ella lo hacía sentir mal.

— ¿Quieres contarme?

— En realidad no quiero hablar de eso —murmuro, sintiendo el nudo en su garganta nada más de pensar en eso.

— Está bien...

— Hola Rachel—saludaron al otro lado, Rachel le sonrió—. ¿Porque cambiaste tu user?

— Tayler, lárgate—le dice su novio, empujando al peliteñido, después se dirigió a su novia—. ¿Cambiaste tu user?

— Rachelnotgreene—respondio simple, Joey frunció el seño.

— ¿Nate o tú papá tienen que ver con lo que sucede?—deducio, y cuando Rachel no dijo nada, sabía que estaba en lo correcto.

Rachel siempre se había enorgullecido de ser una Maloley. No por el dinero, si no por lo que eran.

Su madre; una gran empresaria, jamás se rindió. En un mundo y familia machista, ella salió adelante sola. Hasta que conoció a Montgomery, y juntos crearon el imperio que es ahora.

Su padre; aunque un poco duro, jamás había echo nada para lastimar a sus hijas (al menos hasta ahora) siempre fue un gran apoyo tanto emocional como económico. Pero eso último a Rachel no le importaba tanto. Montgomery Maloley, era capaz hasta de dejarse maquillar, peinar y vestir como mujer por sus hijas, antes de verlas tristes.

Su hermano mayor; era como una figura a seguir. Tal vez tenía un pasado un poco oscuro, y no fue la mejor persona. Pero cambio, cambio cuando se dio cuenta que no llegaría a ningún lado así. Cambio cuando se enteró que Melina tenía 10 años cuando estuvo llorando por no saber cómo controlar a su hermano mayor drogado. O cuando a los 15, Rachel en lugar de descansar para su examen global del día siguiente, fue hasta el otro lado de la cuidad sola, por su hermano, quien se encontraba demasiado mal, como para al menos ponerse de pie. Rachel amaba con todo su ser a su hermano.

Su hermanita menor; aunque solamente era dos años menor, Rachel sentía a Melina como su hija. Pues así lo había sentido. Siempre la cuidó, aconsejó y fue su hombro para llorar. Y viceversa, cuando le rompieron el corazón a Rachel por primera vez a los 14, una Melina de 12 hacia hasta lo imposible para no verla llorar.

Porque así era su familia, difícil, pero siempre estaban para el otro.

— Te necesito Joey...—murmuro, tratando de verlo, pero sus lágrimas lo impedían.

— Quisiera poder estar ahí...—balbuceo, viendo a su novia. No podía soportar verla así—. Chase, ¿Podrías buscar un vuelo?

Rachel lo miro a los ojos, después negó.

— Te amo, pero no dejaré que te regreses—le dijo, con una pequeña sonrisa—. Ambos sabemos que después no vas a querer irte, y es muy bueno para tu carrera estar ahí.

— Pero me necesitas...

— Solo dime qué estarás aquí—lo interrumpió—. Sé que estarás aquí, pero quiero que me lo digas.

Y lo necesitaba. Porque Rachel había perdido a su familia por defender a su novio, y a su próximo hijo o hija.

— Estoy aquí—dijo, mirando los ojos de su novia—. Siempre estaré aquí.

Rachel sonrió, mirando los ojos verdes de su novio. Era lo único que necesitaba, a él.

—Joey....—murmuro Chase Hudson detrás de él—. Lo siento, pero nos necesitan.

Joseph hizo una mueca, y miró a Rachel, quien solo le sonrió de manera confortante.

—Lo siento mi amor, tengo que...

— Está bien, bebé—le dijo con una sonrisa—. Suerte, te amo.

— Te amo más.

Y sonrió antes de que su novio colgará. Cuando lo hizo, se derrumbó.

Tenía miedo. Mucho miedo.

No sabía si Joey valía tanto como para perder a toda su familia. No sabía si un hombre lo valía. Además de que ahora tenía una criatura creciendo dentro de ella. Agregando que tenía que mantenerlo en secreto.

No podía hacerlo público, si el papá del bebé no estaba del todo enterado.

Había perdido a quienes más amaba, sería madre y tenía que lidiar con esto sola.

Porque aunque Joey dijera que estaría ahí siempre. Nadie conocía el futuro, y no podías afirmar nada.

Lo que Rachel no sabía, era que sí, Joey mantendría esa promesa. Porque Joey se veía casado con ella. Con hijos. Tal vez en unos años.

El timbre del departamento sonó, sin molestarse un poco en como se veía, abrió la puerta.

Era Charli D'Amelio, con su típico café.

Cuando vio a su amiga tan destrozada, tan solo suspiro.

— No deberias pasar esto sola, Rach.

Y cerró la puerta.