c a p í t u l o c i n c u e n t a y s e i s

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Y así pasaron los días: entre estudios y malestares. Intenté esconder esas cosas de mis hijos y sobrino, pero no pude de mis amigos y familia. Ellos me apoyaron en todo, pero mis dolencias se hacían más fuertes. Me sentía mareada, tenía constantes ganas de vomitar, dolores de cabeza y de cuerpo y a veces tosía sangre o sangraba por la nariz u oídos.

Estaba intentando no derrumbarme ante el miedo y la ansiedad, pero se estaba convirtiendo en una tarea complicada.

El día de hoy estaba sola: los niños en el colegio y Levi arreglando unos asuntos de carácter militar. Petra y Nick iban a venir a visitarme, pero aún no llegaban, por lo que decidí esperarlos viendo una película.

Mientras estaba sentada viendo la película sentía el desayuno en la garganta, mucho calor y un dolor de cabeza inmenso. Hubo un punto de la película donde el protagonista comenzó a llorar y fue hasta entonces que caí en cuenta de las ganas que yo tenía de llorar, y eran muchas.

Me sentía triste, cansada y abatida. Justo ahora también me sientía enferma.

Pero ya ha pasado un rato desde que lo vi soltar su primera lágrima y mis ojos siguen igual. Ya no siento la necesidad de llorar, pero los sentimientos siguen ahí.

La cabeza me da vueltas sigilosamente, manifiesta su mareo de otras maneras y me vuelve loca. Comienzo a ver manchas solitarias que aparecen, vuelan menos de medio metro frente a mí y desaparecen.

Termino por quedarme dormida, es el único momento donde me siento segura y sana, es casi como mi santuario. Pero es interrumpido por el sonido del timbre.

Abro los ojos y parpadeo acostumbrándome a la luz, los toques no cesan así que me levanto y caigo en la cuenta de que estoy sintiéndome un poco mejor. Grito un "ya voy" y como respuesta recibo el grito de Nick diciendo algo como "¡Nos saldrán raíces aquí fuera!". Me levanto y las cosas se nublan y dan vueltas, entonces siento arcadas e inmediatamente un dolor en el pecho.

Corro al baño y me atraganto con el vómito, pero después de unos segundos sólo hay sangre. Seguía expulsando ese líquido metálico mientras lloraba. Alcanzaba a escuchar en la lejanía los gritos preocupados de Petra y yo intentaba gritar por ayuda, pero no podía.

Oí que abrieron la puerta y corrieron al baño, detrás mío escuché el grito de Petra y luego sus brazos en mi espalda. Le gritó a Nick para que llamara una ambulancia.

Las cosas se volvían más borrosas, pero las arcadas no querían cesar. Al final no pude sostener mi peso y caí de lleno al piso sintiendo un hilo de sangre recorrer mi mejilla y eso fue lo último en lo que caí en cuenta antes de desmayarme.

(...)

-¡¿Qué clase de doctor es usted, que ni siquiera es capaz de ayudarla?! ¡Ni siquiera sabe qué es lo que tiene!

-Señor, le vuelvo y le pido que se calme, es un hospital, no una galería. Además, nadie está instruido para tratar con pacientes con este tipo se enfermedades.

-¿"este" tipo de enfermedades?

-Enfermedades que tengan que ver con transformaciones en titán.

Reconocía una de las voces: era Levi, y se escuchaba enojadísimo. Intenté abrir mis ojos, pero se sentían pesados.

-Levi -Dije arrastrando las palabras-, cállate un mes.

Lo sentí junto a mí dándome un abrazo y luego separándose. Logré abrir los ojos y lo vi con unas inmensas ojeras y más palido de lo normal.

-¿Cómo te sientes?

-Como la mierda... ¿Qué pasó?

-Tuviste una hemorragia interna -Respondió el doctor-, perdiste mucha sangre... Es un milagro que estés viva.

¿Shingeki No Kyojin? Mi Mundo (Levi Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora