¿Shingeki No Kyojin? Mi Mundo (Levi Y Tu)

c a p í t u l o v e i n t i c i n c o

Ya había ido donde mis padres y les había dicho que iba a ser enviada por trabajo especial fuera de la ciudad. A Jhonnatan le dejé algo que lo protegería a él y a mis padres en caso de que un ataque de titanes ocurriera y no pudiera alcanzar a llegar o que él plan con Nathan de fuese al traste, le dejé una llave que abría la puerta a un sótano al sur de la ciudad, donde estaba unas de mis salidas secretas. Supongo que como mi familia es tan buena y solidaria con los demás dejarían entrar a todos los que pudieran.

Yo simplemente estaba mas interesada en irme antes de que Levi o Erwin o alguien más me reclamara por lo que dije horas antes.
No estoy tan interesada en que los demás me vuelvan a querer, ellos pueden querer a quien se les venga en gana, lo que yo quiero es que todos se salven.

-ya son las seis de la tarde y ventea mucho, ¿no crees que deberías tener un abrigo por lo menos?

-¿Erwin?

-él mismo en persona

-¿qué quieres? ¿regañarme por decirle cosas ofensivas a Mareena? ¿O es porque Levi te dijo algo?

-¿de dónde sacas él que no te queremos?

-qué importa

-sí importa

-mira, tú, Levi, él escuadrón de Levi, todos. Todos ustedes, me han dejado claro a quién salvarían en un incendio y esa no soy yo, es Mareena, ¿creen que no me doy cuenta?

-¿de dónde sacas esas cosas? ¿te hemos dicho algo ofensivo?

-la gente no solo demuestra lo que piensa con las palabras, las acciones también son más que suficiente para dar a entender que no te quieren cerca, y todo lo que ustedes hacen y dicen bastan y sobran para que yo me dé cuenta que ustedes simplemente prefieren verme lejos

-____, deja de decir esas cosas, enserio. Sí te queremos, pero Mareena—

-¿pero Mareena qué? ¿crees que me importa lo que Mareena haga o deje de hacer? ¿o si respira, come o le pega a alguien? ¡no! ¿sabes qué? Déjame en paz

Dejé a Erwin con la palabra en la boca igual que lo hice con Levi horas antes, pero esta vez sentí que agarraron mi brazo bruscamente.

-Erwin, suéltame-declaré sin mirar atrás-

-yo no soy Erwin

-¿Levi?-grité mirando en su dirección-

-no, imbécil, soy él representante

-no me vengas con tus jueguitos, suéltame

-no, deja tú los tuyos. Estas celosa de que ya no te tratamos como lo hacíamos antes, estas celosa de que ya no eres la favorita, así que deja de ser tan malditamente mala con ella. Mareena no tiene la culpa de que seas una imbécil.

-¿hablas enserio, Levi? ¿para ti soy la mala del cuento?

-lo eres, desde que nos encontramos hace un año lo único que haz hecho es causar problemas. Te hemos tenido en un pedestal y eres como la reina de este lugar, pero ya no más. ¿seguirás tratando mal a Mareena y mandándonos al averno? Entonces vete del muro. Lárgate si seguirás con tu actitud de mierda

-como desee su bajeza, esta misma noche me largo, ¿qué te parece?

-perfecto, lárgate esta misma noche, o mejor, en este mismo instante.

-ojalá no me extrañen

-como ya dije antes, ¿quién te va a extrañar?

-hasta luego, Levi. Ojalá y seas muy feliz aquí. Adiós, Erwin. Gracias por ser tan buen comandante

-vete con tu sarcasmo a otro lado-espetó Levi-

-Levi, ____, dejen de decir tonterías. Nadie se va a ir a ningún lado

-tranquilo, Erwin, para mi es normal que me desprecien al tiempo de haberme conocido, siempre me desprecian luego de un tiempo de estar conmigo, ustedes son unos de los que más han durado conmigo. ¡oh! Y también unos de los únicos a los que les he gustado- con su ceño fruncido abrieron más los ojos ante mi comentario- sí, yo me di cuenta, los escuché hablando. Al parecer ese "amor" que tenían por mí se les acabó rápido, dura más una bolsa de papitas eh.

Vi como ambos quisieron hablar, pero antes de que eso sucediera yo ya estaba corriendo a metros de ellos. Otra vez lloraba. Otra vez se repetía la historia, pero esta vez no me quedaría a ver como todos los que un día fueron mis amigos ahora me miran por debajo del hombro o como cosa rara.

-¡Nathan!-entré llorando como viuda en pleno velorio asustando a la madre de Eren y la de Levi junto con Nathan-

Ellas seguían sin saber que había alguien escondido en mi habitación, eso las sorprendió un montón.
Por otro lado, Nathan estaba pálido al haber sido descubierto.

-¡____! ¿qué demonios haces?-musitó incómodo y apenado-

-¡vámonos! ¡ahora!-no veía nada por mis ojos llenos de lágrimas, pero seguí mi camino-

Empaqué toda mi ropa en una maleta, mientras tanto Kuchel y Carla estaban intentando a toda costa obtener información y detenerme, todo en vano.
Nathan intentaba calmarme, también en vano.

-terminé de empacar, larguémonos

-____, querida, dime por favor ¿a dónde vas?-preguntó Carla quien tenía la mano en él pecho-

-lejos-contesté cortante, sé que ella ni Kuchel se merecen mi trato amargo, pero ahora no tengo tiempo de pensar en tratar bien a alguien-

-señoras, sé que no me conocen y obligadamente no deben creerme, pero ____ va a volver

-no lo haré. ¿podrían decirle a Levi que es un imbécil y que su deseo de que yo me vaya de aquí se cumplió?

-¿de qué estas hablando?-preguntó Kuchel-.

-pregúntale a él

Sin nada más que decirles yo a ellas salí a paso acelerado hacia mi salida del muro en él norte. Nathan venía tras de mí.

-oye, burro sin mecate, ¿recuerdas que está la brigada visitante informado de todo?

-Nathan, ya lo tengo todo arreglado.

Y Hanji salió detrás de la pared de una casa cercana.

-hola, tu debes ser Nathan. Mucho gusto

-eh, él gusto es mío... ____, ¿no habías dicho que no le dirías a nadie sobre mí?

-ella es la única

-oye, amigo titán, quédate tranquilo que no soy mala y no revelaré nada de esto. Lo prometo

-ok, confiaré en ti. Si ____ lo hace entonces yo también

-perfecto. Hanji, ¿los oficiales?

-ya están dormidos, tienen dos horas para salir de la ciudad antes de que el efecto de la bebida se pase

-gracias, Hanji

-gracias, general Hanji

-oh, querido amigo titán, no me llames general Hanji, solo dime Hanji

-entonces no me llames amigo titán, solo Nathan. Aunque he de decir que me gusta mucho el apodo

-hecho-ellos dos rieron, yo seguía metida en mis pensamientos

Salimos a toda prisa del muro, Nathan siendo titán y yo agarrada del cabello del titán, del que, ahora me doy cuenta, es rojizo.
Nathan, más te vale que este plan funcione.