La Guarida del Lobo

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¿Cuánto se necesitó? Una noche lluviosa que le detuviera en su búsqueda antes de oír gruñidos que le pusieron alerta, levantarse y ver a unos metros suyo, ocultos entre arbustos a los lobos, se juró hacerse un abrigo con sus pieles y empuñó la lanza y para ser alguien que jamás hubiese matado, el primer tajo que le sacó un ojo al alfa de la manada, no estuvo mal, el animal berreo herido y antes que pudiera atacarlo de nuevo se vio bruces al suelo, forcejeó por soltarse, pero lo que fuera seguía encima suyo y su lanza lejos como para tantearse el cinto y girar armado quedando sobre ella, armado y con puñal en la mano antes de verla

"Eris" reconoció y salvajemente ella se removió buscando huir de ahí o atacar, pero sus zarpazos eran retenidos al tomarla de las muñecas y apretar inmovilizándola, pataleó, gritó y los demás lobos solo parecían verles, fueron los relámpagos de Zeus los que les iluminaron de nuevo antes de soltarse aún más el agua y parecerles un viaje astral aquello cuando escucharon un estruendo y al alzar la vista, ver el rayo venir justo hacia ellos... para cuando volvieron a abrir los ojos, estaba el uno a unos metros del otro y ellos en un salón desconocido que le sonaba a Ares de sueños lejanos que empezaba a dudar fueran eso

"¿Quién eres?" Dudó la voz al rincón, en lo alto de los escalones sobre la que se erguía Zeus desde su trono, fue la siniestra mirada celeste del dios rey lo que le dejó saber a Ares dónde estaba, había vuelto a casa, pero es algo que Eris no sabía. "Es mi hermana Eris" explicó Ares y la mirada confusa de ambos fue toda la respuesta pero el cielo relampagueó ante la indignación del padre... que apretando los dientes se forzó a preguntar, "¿Hermana?" replicó y Ares afirmó de nuevo volviendo la vista a Eris que se aferró a un improvisado colgante de colmillos y fue a mitad de la noche que se hizo venir a todos los involucrados

La mirada de Hera al verla ahí, fue terriblemente conocida para ambos, así como la precavida pero firme expresión de Ilitia mientras Zeus demandaba una respuesta sobre la diosa oculta y Eris solo miraba el lugar, sintiéndose presa de caza de Hera

-¿Cómo llegó eso aquí?- exigió saber Hera zanjando de repente el discurso de Zeus

-Yo les dije de ella- defendió Ilitia para sorpresa de los regentes pasando al frente, ocultando a Eris tras ella, Ares solo las miró- padre y el Olimpo merecen saberlo y casi es tiempo de unirse a este lugar, pensé, ¿por qué no ambos? Jamás han estado tan lejos del otro como se puede creer... yo no lo permití- confesó con las manos empuñadas y el par tras ella empezaban a necesitar una respuesta

No fuera tan adorada por ambos padres, su castigo habría sido de los peores, pero Zeus solo afirmó y permisivo resumió todo a "bien hecho, Ilitia" volviendo la vista a Hera y hasta ahí llegó su parsimonia, pero Hera no se prestó a oírlo, ella demandaba saber a qué se refería, con eso de no haberles permitido lejanía... pero ellos lo sabían, el templo de Tero tenía una habitación, oscura, ajena que solía estar cerrada, pero un día cuando aún era un infante su caballo de madera rodó hasta allá y aprovechando que estaba abierta, iba a entrar cuando le devolvieron el juguete...

Extrañado lo recibió y lo devolvió, como para quedarse ahí, él que en la habitación había con quien jugar, Eris viendo entre los arbustos que alguien jugaba y le lanzaba cosas, no, jamás se habían visto, pero si habían jugado, hablado e incluso buscado, pero tras los arbustos no estaba, ni en la habitación a la que Ares entró buscándola, pero la encontró vacía y saber ahora ese enigma que les superaba, les llenaba la vida, todo el tiempo habían sido el otro

Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora