Fieros Combatientes

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Y ahora eso le quedaba, dos bebes, ninguna Afrodita y con cada día algo más de claridad en su mente, en el cielo y el inframundo se disputaban la vida del bello cadáver, él se juraba que regresaba lo volvería a matar, pero realmente nunca lo hizo, ya lo había hecho una vez y Afrodita no importaba tanto, seguía teniéndola cada vez que quisiera, ya no por gusto, sino que sabiéndole de lo que era capaz, simplemente no se encontraba capaz de negarse, pero con el tiempo el inicio y el desenlace era el mismo

Ya no se amaban, pero aun disfrutaban encontrarse y volvían a recordar viejos tiempos y una de esas veces, sería Anteros y Harmonía otra más de sus uniones, pero la temporada no fue fácil, simplemente ahí ya no quedaba nada, pero así como a él no le importaba Afrodita, Eros, tampoco le importaba Harmonía, ni siquiera Anteros y el gran arquero que podía ser, lo que era una pena, porque él optaba por poner su destreza al servicio del amor, así que a le importaban Deimos y Phobos y en una historia que él jamás afirmaría o negaría había un tercero....

Enialio o simplemente "Lio" como le decía su madre y vaya si era capaz de causar todos los líos posibles cuando le perdía de vista y eso le bastaba, eran sus más fieros combatientes, cadetes aún, con una eternidad para ser guerreros "Lio" había heredado esa elocuencia de su madre, también colmada de veneno puro, pero al conocerla ya como guerrera había sido criado del mismo modo, severo, despiadado, altivo, terriblemente elocuente e incitador.

Era capaz de llevar una tropa a la destrucción misma si era necesaria, que se hicieran matar por ideales como el honor y demás estandartes que lograban admiración en Keres y Thanatos por igual, avivaba con una facilidad envidiable incluso entre dioses que los mortales quisieran morir y ese mismo rumbo llevaban Deimos y Phobos

Siendo terrores tan diferentes pero tan eficaces, el terror físico y el mental, Phobos capaz de paralizar y reducir un ser hasta lo más mínimo romperle la mente y destrozarlo como para solo dejar un camino de salida... y Deimos, Deimos a veces lograba sorprenderle y en otras, preocuparle ideas que ni siquiera a él se ocurriera en Deimos fluían como el agua, alguien capaz de disfrutar de aplicar tortura a cuanto ser se cruzara en el camino

Le vio torturar siendo apenas un niño una de las palomas de su madre, el animal había agonizado mientras él se entretenía completamente plácido de arrancarle las plumas a jalones pensando en qué hacerle, el ser había clamando la muerte en sus manos hasta que Deimos se aburrió y simplemente le partió el cuello... y solo porque podía, terminó de desmembrar su cuerpo y tirarlo a los perros para verles pelear entre ellos por el mejor bocado...

Por hacer pelear a los perros si le reprendió, pero todo lo demás le dejó hacer, viéndole, no muy seguro de ello, sin duda eficiente en batalla, pero algo muy siniestro se ocultaba en su gemelo menor y no parecía importarle y era eso, precisamente lo que le preocupaba, a veces Phobos parecía sentir culpa o compasión al ver lo mucho que sufrían a causa suya, Deimos se ponía creativo y entre más sufrían, más se le ocurría como intensificarlo

Y ante eso solo guardaba silencio decidiendo tenerles apartados del Olimpo preferiblemente eran dioses menores así que no era obligación estar, no para ellos, por lo que intentaría tenerle controlado y a su servicio... pero sobretodo, lejos de Zeus

Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora