Y una vez fueron hermanos, empezaba el proceso de conocerse, Eris le presentó su manada y le mostró que cerca de dónde le habían acorralado, estaba su madriguera; Ares le mostró el templo de Tracia, las armas que miró con fascinación como para terminar el recorrido con la espada en la mano, alcanzando a burlarse de ella, era una mujer, ¿Qué iba a hacer con un arma? Matar, respondió tan segura de ello que solo le sonrió antes de oír como tacaban y pasaba a mostrarle lo que tenía por mascota, un carpintero por el que Eris se relamió los labios como para que Ares lo tomara y guardara en una jaula volviendo la vista a ella
"No se comen los animales consagrados" advirtió reacio a dejar que se acercara a él, ella solo lo miró y preguntó quién se lo había dado, la respuesta de haber sido Zeus fue inmediata, ella dudó quien le había dado los lobos, no lo supo, pero se encontró con uno y ese uno la llevó con ella y eso, la llevó a mostrarle el templo original dónde vivía, cuando no se escapaba con la manada a la vida silvestre, a veces, venía esa mujer desconocida que había terminado siendo Ilitia con otra apariencia que cuidaba de ella y su bienestar y quisieron creer que tal vez, los lobos se los había dado ella, nada más lejos de la realidad pero tampoco le dieron mayor importancia
¿Tracia era suya? No, pero al ser ambos de ahí, no tardaron en declararla suya, pero como no querían compartir, tras discutir que era más del uno que del otro, fue Eris la primero en atacar con la espada que llevaba hasta ahora con ella y de inmediato, escudo y lanza fue a parar a cada mano de Ares, que se defendió y sin pensarlo atacó, la estocada en el hombro para que soltara la espada debería bastar, pero ver la sangre le cambió la sonrisa a la diosa y como fiera se le fue encima, era una bestia salvaje y como bestia la trató, superándola en fuerza y tamaño, no le costó mucho tomarla del rubio cabello y tirarla lejos, blandiendo la lanza apuntándola desde su sitio y cuando dejó de rodar por el suelo
La vio levantarse y correr hacia él con la espada en la zurda como si supiera usarla con ambas manos, no, no era el caso, pero quería pelear y sabía que la punta iba dentro del rival o al otro lado después de atravesarlo y solo eso necesitaba saber, pero al tener la táctica y técnica, devolverla a su sitio, no le costó trabajo a Ares y se detuvieron cuando oyeron un siseo ajeno que parecía venir del techo, se miraron y dejó de importar su riña para buscar al desconocido y oculto ser al que encontraron siguiendo el sonido de caligrafía sobre un papiro y tan concentrada estaba la desconocida tracia que no vio el ataque que la derribó y reveló
-Cazada, intrusa- condenó Eris llegando con ella- ¿Quién eres y qué quieres?
-Suéltame...- ordenó la castaña de fiera mirada, pero manos temblorosas para diversión de ambos- soy Clío y ustedes, no... no me dan miedo- juró la musa que tan de cerca pasaría a compartir su vida con ellos
-¿Y qué haces aquí?- dudó Ares arrebatándole a la cautiva para alzarla a su altura
-Busco algo que contar- explicó exasperada como si fuera obvio- pero hasta ustedes suspendieron su riña... pensé que me servirían, pero ya no queda más que ver- juró molesta con ellos... pocos segundos después tenía que huir del par de guerreros que la perdieron de vista y solo por eso, logró salvarse porque compasión no es que fuera una palabra que ellos conocieran, pero volvería solo que de forma más anónima a verles entrenar sin tregua
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Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]
Short StoryLéase sabiendo que es un regalo escrito para Frann Gold sobre fragmentos autoconclusivos de la vida de Ares. Desde sus inicios, hasta encontrar a Daria, escrito con el único fin de homenajearla en base a su historia "Una musa para el Dios de la guer...