Molestia

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Desprecio, eso era lo único que profesaba por los bastardos olímpicos y la mueca del legítimo asco fluía sola con solo oírles, pero siendo justo, la chica no le disgustaba tanto, tal vez porque era más callada que el hijo de Zeus, le recordaba a Atenea en esa manía de no callarse, pero este refutaba, desde el primer instante en que algo no le pareció refutó y a diferencia de las veces que Ares recalcaba lo absurdo de algo, se le permitía, como si tuviera idea de lo que estuviera hablando, le provocaba seguido gritarles la verdad que parecían omitir

¡TENÍAN UN AÑO! QUE APARENTARAN LA ADULTEZ NO QUERÍA DECIR QUE LA TUVIERAN, NO ENTENDÍAN EL MUNDO QUE REGÍAN PORQUE NI SIQUIERA LO CONOCÍAN, JAMÁS HABÍAN SALIDO DE SU ISLA HASTA AHORA COMO PARA SABER DE LO QUE HABLABA

Así solo le ordenaba callarse y Apolo no lo hacía, claro está, al contrario, le respondía y eso si lo tentaba de golpearle, No lo hacía porque se veía retenido por Zeus solo para concederle la palabra de nuevo a su rayito de sol, a quien Ares disfrutaba más de una vez destrozar su opinión por la experiencia tenida y lo lograba...

Por unos segundos en que consideraba la opción, adecuaba entonces la idea y la presentaba de nuevo hasta dejarles sin más peros que dejar y es algo que Atenea parecía disfrutar desde su puesto como para mirarlo cuando finalmente no existía otra oposición, casi podía oírla decirle "te ganó en una discusión un niño" Así que en lo que a Ares concierne prefería a su hermana, que se mostraba bastante ociosa o aburrida esperando que esas reuniones se terminaran, como para ella misma, más de una vez querer callar a su hermano con un "Déjalos que hablen, algo han de decidir" pero ni a ella la escuchaba

Alguien tenía que enseñarle a Apolo cuando callarse, honestamente y empezaba a tentarse de postularse para ello y por eso mismo le sorprendió tanto un día en que llegó y se encontró con un escenario dantesco... su madre estaba abofeteando a Artemisa y estuvo seguro que golpeaba al gemelo equivocado, era a Apolo al que debería estar golpeando y si es posible cortándole la lengua y ya que estaban en eso, a Atenea también, pero, ¿por qué a Artemisa? Si ella ni se notaba

-Madre- llamó y Hera seguía cegada

Bajo ella, Hera tenía a la cazadora inmovilizada por las rodillas de la reina que la tenía tendida en el suelo con ella encima, mientras Artemisa le pataleaba ya entre lágrimas y las mejillas escocidas de rojez, le iba a salir abriendo la carne de seguir así como para maldecir a su propio designio, no, no quería, ellos eran un error, ellos no deberían existir y su madre merecía poder descargar todo aquello, pero eso, no era una golpiza justa, no le daba oportunidad de defenderse o protegerse y él... él... él era defensor del inocente y en ese momento, Artemisa lo era, como para tener que acercarse a regañadientes odiando su designio

Tomo de la cintura y levantó a su madre apartándola de la diosa que para cuando se sentó, era la niña de 3 años que tenía en realidad y de inmediato, sin ver de dónde llegó Apolo apareció a su lado llamándola para que reaccionara, mientras Hera seguía injuriando y ordenándola que la soltara, mientras él le gritaba que ya había tenido suficiente...

Volvió la vista a Artemisa y le la echó como un perro y eso le bastó para espabilar, mirar a Apolo que llevaba segundos halándola para que se levantara, huyeron de ahí y él también, no se iba a quedar a hacerle frente a su madre ya de por sí podía sentir asco de haber participado en favor de alguno de ellos, porque no lo merecían, pero no se volvió a repetir, aunque tiempo después ella le devolvió favor

Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora