Se intentó enjuiciar a Ares por esa muerte, pero todos acordaron que fue en defensa propia. El ser por el que lo mató era indefenso. El mismo Ares se encontró abogando a capa y espada que ese ser era lo justo que muriera, por atreverse a atacar alguien más débil que él y no dejaba de recalcar que tuvo que hacerlo. Fue una defensa rotunda que logró dejar en silencio a los demás, mirarse entre ellos y concederle la abolición de términos, para inconformidad de alguien más que cruzada de brazos desde el comienzo reprochó la decisión de los demás como para que Ares le encarara en cuanto la audiencia terminó, al retenerla antes que saliera del templo
-Lo que te moleste, dilo de una buena vez- ordenó el dios y Atenea giró a verle por encima del hombro
-Tus salvajes métodos- sentenció con severidad- ¿así solucionaras todo de aquí en adelante? ¿Con barbarie?- cuestionó y antes que Ares le respondiera siguió enlistando lo que ella vio- ¿sin acuerdos, sin preservar la vida, sino como verdugo, decidiendo quien vive y quien muere... siendo cegado solamente a servir al devoto a tu nombre?- cuestionó con letalidad antes de negar con una mueca del más puro desprecio- muy lógico todo- ironizó halando para soltarse de él y tomarle del mentón para callarle antes que refutara- aléjate del campo de batalla... la realidad te destrozaría cuando te des cuenta que no todo es masacre, que detrás de ello existe un juego estratégico, para el que tú, no estás capacitado- descartó para furia de Ares y antes que pudiera hacerle algo a la insolente diosa, oyó el llamado autoritario e imponente de Zeus tras él
-Suéltala y apartarte de ella, nada de lo que te haya dicho es falso- concedió la razón con voz queda su padre a su hija, que le sonrió altiva cuando Zeus llegó a su lado. Que parecidos se le hicieron a Ares en ese instante y supo aquello batalla perdida hacerles frente, pero juró que iría a batalla y le enseñaría que a la hora de la verdad, la estrategia, era nada; actuabas diferente, seguías la orden del instinto cuando era la vida, contra la muerte juró con las manos empuñadas y la mandíbula apretada como para que Zeus lo notara- se abolió tu asesinato por esta vez, pero aquello no puede repetirse, o media humanidad perecería por las arbitrariedades de los dioses. Debemos ser más- volvió la vista a Atenea- razonables- concluyó y Ares giró bufó
-Qué ciego estás, si la crees razonable y no impertinente- concluyó el soldado y sin más que decir retomó camino saliendo del templo, planeando llegar a una de las batallas de su hermana y así lo hizo.
Quiso involucrarse en su bando, pero optó por el bando contrario y estando ahí lograron robarles provisiones a Atenea, como para que cuando ella lo encontró, sentado entre los soldados, enfureciera a cada paso dado que dio para llegar a él. Lo retuvo y a rastras, casi entre golpes, lo llevó de regreso al templo frente a su padre dónde presentó la queja. Sin embargo reinó el silencio cuando ella misma declaró haber sido hurtada por él, como para girar a ver al soldado cuando el ambiente cambió en el templo y al girar a verlo, Atenea empuñó prevenida
-Debiste planearlo y prevenir que pudiera ocurrir- burló Ares y el encolerizado rostro de Atenea se frunció- ¿acaso no hace eso la estrategia? Preveer todo lo que puede ocurrir y evitarlo- confrontó y guardó silencio cuando otra voz retumbó en el templo, "Eso hace, pero no le corresponde a ella" contradijo la anónima voz que solo la disgustó más, pero dejó en silencio al templo entero- ¿Quién dijo eso?- fue todo lo que le importó a Ares en ese mismo instante
-Nadie- zanjó Atenea en voz tan potente que nadie se atrevió a contradecirla
-Así que alguien...- burló Ares volviendo su atención a la diosa- alguien que sabe que no perteneces a ese rango que te acreditas y temes te delate...- insistió bajando la cabeza para verse cara a cara- no pierdas el tiempo Atenea, tú jamás serias diosa de la guerra, porque no la entiendes. La ves como un juego que hay que ganar, no como lo que es, así que aléjate de mí campo de batalla- devolvió el ataque
La guerra había sido declarada entre ambos, aunque la duda de quién o qué le había secundado no ser la señora de la guerra, ni de la estrategia seguiría con Ares un tiempo más hasta que otras cosas ocuparan su mente
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Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]
Short StoryLéase sabiendo que es un regalo escrito para Frann Gold sobre fragmentos autoconclusivos de la vida de Ares. Desde sus inicios, hasta encontrar a Daria, escrito con el único fin de homenajearla en base a su historia "Una musa para el Dios de la guer...