Repudio

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No entendía el que, ni mucho menos el por qué pero de repente, él era menos, su padre le repudiaba y no solo a él, todo ser que procediera de Hera le causaba todo el repudio posible, incluso si no habían hecho nada para merecerlo y es algo que estaba seguro no disminuiría escuchando a su querida Atenea, pero esta vez, hasta Atenea más de una vez había intervenido zanjando su furia sin motivo contra alguno de ellos

La única intocable, como para solo alzar la voz y ordenarle salir de ahí, seguía siendo Ilitia, es como si a ella le advirtiera que ese día odiaba al mundo, no a ella, pero que no se buscara entrar a esa lista, ella al parecer era el único recuerdo al que se aferraba a lo que le quedaba por esa familia y quería conservarlo quería verla y recordar mejores momentos y por eso mismo parecía apartarla de todo, para poder despreciar al resto y aquello no era tan difícil de entender, Zeus se había cansado de Hera, estaba hastiado de ella y todo lo que se lo recordara, sus hijos incluidos y es que la rutina, le causaba desidia y con ella su irritabilidad

Y en el caso concreto de Ares su riña eterna con Atenea solo ayudaba a ponerle en mira, a que le despreciara más que al resto, ¿Qué tan crucial se creía? Su hija era la sabiduría, la estrategia militar, la filosofía, en muchos sentidos el raciocinio, él solo servía para luchar y no era pocas las veces que se lo había dejado claro últimamente para furia suya, de ver como pasaba de él, como descartaba todo lo que pudiera aportar al grupo de dioses que decidían sobre el Olimpo solo por venir la idea de él

Aquello empezaba en desencadenar en atacar, atentar, gritarse y empezar a confrontar su autoridad como rey solo para ser recalcada con más fuerza y verse más de una vez expulsado y pobre del ser que intercediera por él, Atenea misma se abstenía a comentar algo al respecto, pero a veces cuando sentía que se le iba de las manos, acudía a él e intentaba explicarle o hacerlo entrar en razón pero de repente

Zeus empezaba a desaparecer y que mal presagio tenía que ser ese, pero aún no tenían como saberlo, pero con el tiempo sus disgustos y ausencias podían traducirse de un solo modo, infidelidad, pero este, aun no era ese caso, en este aún el Olimpo intentaba entender que ocurría para tener tan molesto al dios que llegó a considerar enviar a Ares a los confines del mundo la siguiente vez que cuestionó algo

Y eso solía concluir con Ares escoltado bien fuera por Eos en el Olimpo o por Thanatos en el inframundo y es que todo fuera dicho, resultó ser que fuera del inframundo no sentía encajar muy bien, pero reír con las muertes violentas o solo hablar con los seres de ahí abajo eran un descanso a sí mismo, dioses ocupados eran, pero igual a veces lograba ocuparse hablando con el uno y el otro a medida que llegaban y tiempo después se dignaba a regresar, pero tal día, algo pasaba ahí abajo

Lo supo desde que entró, entre ellos una visitante recurrente parecía molesta como para que Eris que seguido lo acompañaba lo notara y le retuviera de hablar, algo pasaba y de decir las palabras equivocadas podrían conseguir reacciones opuestas y es que cruzada de brazos, abrazada por Némesis y Ezis la pequeña bruja soltaba todas las injurias que supiera y solo cuando Thanatos la vio y ordenó a Hypnos hacerla dormir, supieron la verdad que tampoco ellos esperaban. Zeus le daba primos

Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora