Aurora

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Y ahora regresaba a su templo dispuesto a no dejarse derrotar de nuevo, solo cumplir la orden de la muerte de matar de un golpe, no dejar seres agónicos en el camino, no apropósito al menos, pero empezaba a sentir que no estaba solo, giró a ver y no vio a nadie, continuó y oyó pasos tras él y al girar le pareció que un destello se escondió tras un árbol

-¿Quién eres?- confrontó al rodear el árbol y tomarla de la muñeca halando hacia él a la menuda diosa que solo giró el rostro a verle- ¡te hice una pregunta!- ordenó respuesta

-Y yo me pregunto porque habría de responder- concedió la concienzuda diosa que le hizo entrecerrar los ojos ante tanto destello- soy Eos... busco a Hefesto- presentó e informó logrando que la soltara de mala gana jurando no saber dónde estaba- yo sí, ahí dentro- aclaró señalando el lugar y alarmado Ares miró hacia su templo como para emprender camino hacia allá seguido por Eos, para llegar y ver herrero dejar la armadura pedida en su sitio y girar para irse cuando los encontró- Hefesto, mi hermano manda a preguntar por su carro- añadió Eos ante el silencio, logrando que Ares recién la notara de nuevo

-Lo tendré pronto, me faltan los últimos detalles, otros pedidos más sencillos llegaron y preferí despacharlos, como notarás- informó señalando la armadura tras él- puedes medírtela, si algo no está como debe ser es momento de amoldarla, porque luego como notarás estoy ocupado- encomendó a Ares logrando que se acercara a ver y tenía que reconocerlo, el deforme dios había hecho un gran trabajo como para dejarle admirado, pero... no lo dijo, solo la tomó y entró a ponérsela, mientras ellos continuaban hablando

-¿Te burlas de mí?- fue el reclamo inmediato al volver con una armadura que de peto le quedaba suelta- ¿Qué hare con esto así? ¿Esconder armas dentro de la armadura?- refutó abriendo los brazos para sonrisa que iba a ser risa de Eos al verle, Hefesto si rio y se acercó a ajustarla asegurando que había preferido hacerla ajustable por si se presentaban cambios y ahí estaba como para mirarse y volver la vista a Eos- ¿tú que dices?- confrontó al saberse detallado por ella- digna armadura o insulsa basura, de tu juicio depende el valor del trabajo del amorfo presente- despreció volviendo la vista al herrero que solo le sostuvo la mirada

-A mí me gusta, aunque es un diseño... adorable- concedió Eos sin duda ofendida por el trato un protegido de su padre y en efecto sus palabras lograron indignar a Ares y la silenciosa gratitud de Hefesto- los carneritos en las hombreras y cinturón sin duda son un fiero toque- concluyó y le vio arrancarlos y tirárselos- haber dicho antes que te arrancarás lo que no me guste, entonces, está horrible, anda despójate de todo lo que tengas- burló tras esquivar la hombrera que fue a quedar clavada en una de las columnas- o tal vez el mal modelo eres tú- consideró alzando el cinturón viendo el grabado- porque el trabajo es precisión de los detalles, tal vez, tú no sabes lucirla- contempló volviendo a verle- ya aprenderás, por ahora, deja que Hefesto se vaya, tiene un cliente más exigente esperando un carro- insinuó y Ares lo concedió, ver a Hefesto no le importaba

-Sí, claro, tu hermano- recordó lo dicho por ella- ¿quién es para correr tanto a lo que quiera?

-Helios, el sol- presentó orgullosa llegando con él para ponerle el cinturón que abrochó alzando la vista para verle- deberías dejártelo- consideró y a Ares le agradó, le pareció osada que se acercara tanto pese a que pudiese correr peligro y le pareció justo decírselo logrando que le sonriera- Soy una titanide, no soy yo quien estaría en peligro- concluyó y le sonrió justo cuando Hefesto optó por cuenta propia apartarse cuando él le alzó la ceja retándola a explicarse- te explico si quieres- ofreció y se hizo a un lado para dejarla pasar

Ares: Crónicas de una Vida [NO ES HISTORIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora