Encuentros

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Como un simple profesor, normalmente no me afecta mucho lo que suceda en mi alrededor, lo más importante que hago en mi día, además de enseñar, es reprobar y aunque son pocos los alumnos a los que no les alcanzan las notas, me divierte ver sus caras sorprendidas después de intentar dar su único esfuerzo en la última etapa del año.

—Bueno alumnos, espero que realice las actividades y nos vemos la semana que viene—todos me contestan que sí, luego se retiran y yo me dispongo a limpiar el pizarrón. «Esos mocosos no saben que si no lo realizan a tiempo, puedo bajarles todos los puntos que yo quiera, casi parece injusto, pero es la dulce justicia de ser el que da la nota»

Al terminar junto con mis cosas un sobre, suspire algo cansado, era la quinta vez que aparecía. «No escuche a nadie entrar, supongo que será uno de la banda de inadaptados que tengo como alumnos» razone, bueno eso no duró mucho, debido a que me di cuenta que uno de mis alumnos nunca se fue, estaba dormido con su cabecita contra la mesa y la tapaba con sus brazos. Me acerque a su lugar y puse suavemente mi libro en su cabeza y al ver cómo se movía, me agache y me acerque a su oído.

—Ya termino la clase—susurre tranquilo y de la nada se levanto un poco somnoliento, lo veía en sus ojos—Parker, ¿Cuánto dormiste anoche?—pregunte y él me miró avergonzado.

—No, yo, lo siento. No quise...—corte sus palabras incoherentes cuando tome su cuaderno, y ni siquiera estaba escrito el título.

—Te daré una copia de las actividades y los libros que debes leer, además necesito que duermas mejor—comente mientras caminaba con su cuaderno en mis manos, y él se preparaba para irse—y una cosa más Parker—él me miró avergonzado, a unos pasos detrás de mí.

—¿S-sí?—preguntó con la cabeza baja. Y yo no dude en golpearlo con su propio cuaderno, antes de dárselo.

—No te quedes dormido de nuevo, es preocupante ¿Esta bien?—ese niño solo asintió con las mejillas rojas, cuando le dí la fotocopia su mano estaba temblando, me sorprendió un poco, luego se retiró.

Me senté en mi escritorio y abrí la carta.

"Buenos días

Quería decirle que lamento que esos chicos no entiendan tus perfectas explicaciones. Yo preste mucha atención a tus acciones, te veía cansado.

¿Te molesta algo?

Sabe que puede responder estas cartas cuando quiera, solo tienes que escribir en cualquier papel y dejarlo donde yo te dejo las cartas

¿Muy simple verdad?

La última vez que te pedí algo así, escribiste en el pizarrón ¿Quién eres? y sabes que no puedo decirte eso, sino este perfecto juego que tenemos se arruinara.

¿Acaso sabes cuanto te amo?

Lo suficiente como para preocuparme solo por ti.

Con mucho amor tu admirador secreto."

La junte con mis cosas, y la lleve conmigo de camino a casa. Entonces lo sentí, la amarga sensación de que alguien te sigue. Cuando mire atrás mio, no había nadie más que la gente simple, con sus simples existencias, claro que el pequeño barullo de la ciudad se volvió una extraña aclamación cuando paso ese héroe, ¿Cómo se llamaba? A si, Spiderman.

Lo ignore y apresure mi caminata hasta mi departamento, entonces llegó la noche, y no lograba cerrar mis ojos, no podía descansar y mi cabeza estaba hecha un desastre.

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