Capítulo 1

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(Ciudad de México)
Comenzaba un día más de las vacaciones de verano, faltaba exactamente una semana para el regreso a clases.

La familia de Machu es una de las más importantes y ricas del país, su padre Gabriel en su juventud fue parte de un grupo musical, después se lanzó como solista. Con todo el dinero que obtuvo logró fundar su propia casa productora e invertir en algunas empresas, haciendo que hoy en día sea uno de los empresarios más influyentes del país.
Por otro lado su madre Soledad es heredera de la fortuna de sus padres y la dueña de una empresa de café muy conocida en México. También es considerada una de las ginecólogas más capacitadas e importantes del país.
Machu hija única del matrimonio Salas Oliver una chica a la que nunca le ha faltado nada tanto económico como cariño, ya que sus padres a pesar de ser personas ocupadas procuran pasar tiempo con ella o demostrarle que la aman. Es una de las chicas más populares de su instituto, no es la mejor alumna pero tampoco la peor.

*Casa de Machu*
La niña de la casa como era costumbre seguía en la cama, desde que comenzaron las vacaciones se dedicó a pasar las noches de fiesta en fiesta en compañía de sus amigas y prima Antonia.
Ella no solía ser así un año atrás, después de enterarse que fue adoptada por sus padres cuando era una bebé las cosas cambiaron, sus padres justificaron ese cambio con el haberla engañado por mucho tiempo así que no tenían cara para juzgarla o reprocharle sus actitudes pero ya estaban comenzándose a cansar de que ella no pusiera de su parte para arreglar las cosas.

Entro la madre de Machu a su habitación, no podía creer que su hija siguiera durmiendo cuando ya pasan de las 12 del día, se apresuró a abrir las ventanas para que entrara luz y un poco de aire fresco por qué abundaba el olor a alcohol en la habitación.
-¡Apaguen la luuuuuzzz!.-gritó la chica cubriéndose con las sábanas.
-Vamos Machu, es hora de levantarse.-susurró.
-Déjame dormir Soledad, son vacaciones.-dijo acomodándose en la cama para volver adormir.
-¡Soy tú madre María Asunción y te vas a levantar porque te lo estoy diciendo!, ya me está cansando tu actitud. Te espero en una hora en el comedor, no me hagas subir de nuevo.-dijo saliendo de la habitación.

La chica de ojos verdes de mala gana se levanto de la cama, tomo una ducha y comenzó a vestirse, sabía que si se lo proponía su madre podía llegar a ser un ogro. Después de unos minutos bajo al comedor donde estaban sus padres esperándola.
-Ya estoy aquí, podemos comenzar a comer que muero de hambre.-tomó asiento en la mesa.
-¿María Asunción podrías dejar tu mala actitud fuera de la mesa?.-dijo la madre con sarcasmo.
-¿Podríamos tener una comida en paz, por favor?.-pregunto el padre mirando a ambas con seriedad. Estas asintieron con la cabeza, comenzando a probar bocado de la comida frente a ellos.

(España)
Manuela junto a su abuelo esperaban el llamado para comenzar a abordar el avión con destino a México, aunque la chica todavía no se hacía a la idea de dejar toda su vida en España  por los asuntos de la empresa de su familia.
Su abuelo o como ella solía llamarlo "yayo" le había comentado hace unas semana que tendrían que vivir por un tiempo en México ya que invertiría en unos proyectos allá, también que la tendría que inscribir en una escuela de tiempo completo porque él no podría hacerse cargo de ella como estaban acostumbrados. Después de pensarlo mucho Manuela se dio cuenta que no tenía ni cómo zafarse de eso, era obvio que su abuelo no la dejaría quedarse sola en España así que tenía que aceptar que por lo menos un tiempo se iría a vivir a México.
La familia de Manuela es de clase alta, por décadas a sido una de las más poderosas de toda España, debido a que hace un año sus padres fallecieron en un accidente automovilístico ella vive con su abuelo, al cual adora y ama con toda su alma al igual que él a ella, son muy unidos.
Manu no es como la mayoría de las niñas ricas, ella tiene muy puestos los pies en la tierra, las clases sociales es lo que menos le importa, es abiertamente bisexual y amante de las fiestas a más no poder. Suele terminar demasiado ebria cada vez que sale de fiesta, lo cual le ha traído muchos problemas con su abuelo y es una de las razones por la cual entrará a un internado en México.
-¿Yayo ya estamos en México?.-pregunto con la voz más baja que pudo.
-Lo sabrías si no estuvieses con resaca.-respondió en tono serio.
-Debía despedirme por todo lo alto de España.-comentó entre risas mientras su abuelo la miraba con desaprobación.

Minutos después abordaron el avión, sería un vuelo muy tranquilo ya que apenas Manuela se recostó en el asiento quedó completamente dormida, el haberse desvelado toda la noche ya había echo su efecto.

*Aeropuerto de la Ciudad de México*
El vuelo había llegado a su fin, los pasajeros comenzaron a bajar del avión.
-¡Estoy como nueva!.-comentó Manuela con mucha felicidad al salir del aeropuerto.
-Como no si habéis dormido todo el tiempo. Hablaré al chofer para que nos recoja.-dijo mientras sacaba el teléfono de su bolsillo.
-Este lugar es muy guay, yayo.-dijo saludando a unas chicas con una sonrisa a unos metros de ella.
-Apenas habéis llegado, contrólate Manuela.-mencionó entre risas.

*Casa de Manuela*
Se instalaron en la que sería su casa por tiempo indefinido, era amplia, moderna y con un gran jardín junto a la piscina.
Manuela quedó de verse con unos amigos que había echo en su última visita a México y con Ulises su mejor amigo Mexicano que conocía desde hace un par de años.
-Yayo, iré a cenar con unos chavales.-dijo despidiéndose de su abuelo con un beso en la mejilla.
-Te quiero aquí a las 12 Manuela, ni un minuto después.-comentó de manera seria.
La chica salió con dirección a una plaza donde se encontró con Ulises, se pusieron al día mientras cenaban algo para después irse a la que parecía ser una fiesta, tomaron como si no hubiese mañana. Dieron las 3 de la mañana y Ulises llevó a su amiga a su casa, ella entró lo más silenciosamente a su recámara para su suerte su abuelo no notó su hora de llegada así que no tuvo problemas al día siguiente.

(Último sábado de las vacaciones)
Machu estaba terminando de desayunar cuando le llegó un mensaje de su prima Antonia sobre qué pasaría por ella en la noche para ir a una fiesta de disfraces. La chica no lo pensó ni dos veces y subió a su recámara a buscar que se pondría para la ocasión.

Por su parte a Manuela la visitó Daniel para invitarla a la misma fiesta.
-¿Chaval, fiesta de disfraces en pleno agosto?, estás flipando.-pregunto entre risas.
-Claro, en México se festeja como sea pero se festeja.-admitió muy orgulloso.
-Entonces vamos de botellón.-asintió muy feliz.

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