Manchu

Capítulo 5

Comenzaba el segundo día de clases, ya se escuchaban ruidos por los pasillos, salones, cafetería y hasta los dormitorios. Pintaba para ser un buen día en el Like.

Machu en compañía de sus amigas se alistaba pero como siempre era la última en terminar.
-Prima apúrate, tenemos que bajar a desayunar aún.-comentó Antonia caminando hacia la puerta.
-Te esperamos en la cafe.-añadió Emilia saliendo detrás de Tony de la habitación.
-¡Gracias amigas!.-gritó la chica tan fuerte para que sus compañeras la escucharan.

En el dormitorio de enfrente ya había salido Romina con dirección a la cafetería, Manuela estaba parada en el marco de la puerta esperando a Jessica quien buscaba un libro para su primera clase.
-Vamos tía, llegaréis tarde al desayuno.
-Espera, casi lo encuentro.-comentó desde el interior de la habitación.
La chica de ojos verdes salió de su habitación y al ver que Manuela estaba de espaldas frente a ella no dudó en hacerle una broma. Vio a una chica caminando por el pasillo y cuando estaba por llegar a donde se encontraba Manuela la empujó, haciendo que ambas chicas chocaran.
-¿que cojones te pasa tía?.-pregunto Manuela girando para ver quien había chocado contra ella.
-Lo siento de verdad, alguien me empujó yo solo iba pasando.-dijo en seguida la chica con quien chocó.
-No te preocupes, guapa. ¿Como te llamas?.-pregunto mirando a la chica de nombre desconocido aún pero si que era muy guapa. Machu por su parte rodó los ojos al ver que mientras trató de molestar a la nueva sólo consiguió que esta coqueteara con la chica.
-So...soy Regina.-respondió un poco nerviosa, extendiendo su brazo para saludar a la chica frente a ella.
-Mucho gusto Regina, yo soy Manuela pero me puedes decir Manu.-dijo después de estrecharle la mano.
-También le puedes decir Manolo.-contestó una voz detrás de ellas haciéndolas voltear.
-Así que fuiste tú, princesa azteca.-dijo mirando fijamente a la chica parada del otro lado del pasillo.
-¿Manu qué pasa aquí?.-pregunto confundida Jessica al ver a las tres chicas juntas.
-Nada, vamos a la cafetería que aquí el aire está muy tenso.-dijo sin quitarle la mirada a Machu para después irse junto con Regina y Jess a la cafetería.

Comenzaba la clase de historia la última del día, a los 30 minutos de haber iniciado ya Silverio y Ulises estaban dormidos, el resto platicando entre sí, la única que prestaba atención a la clase era Romina ya que como sus compañeros le decían era la nerd del grupo.
-¿Vos eres de España?.-pregunto Claudio a Manuela.
-Eso parece, tío.-respondió con una sonrisa.
-Entonces aquí tienes a un amante de tu país.-confesó regalándole una sonrisa. -También a Machu le encanta España.-agregó, Manuela enseguida miró a la chica.
-Cállate Claudio.-contestó enseguida la ojiverde. -No te vayas a hacer ilusiones Manolo.-añadió mientras mantenía el contacto visual.
La conversación entre los chicos y la clase se vio interrumpida por Chela, la secretaria de la directora que les aviso que tendrían una reunión en 10 minutos en el auditorio del instituto. Se pospuso la clase y se dirigieron a la reunión.

Los chicos tomaron asiento, Machu en unas de las filas de enfrente y Manu en la última junto con Jessica. La directora comenzó dando su aviso sobre que las inscripciones a los grupos deportivos estarían abiertas en unos días.
Por último pero no menos importante habló sobre la fiesta de bienvenida que realizarían por el inicio de curso, la cual se llevaría acabo la próxima semana y que como el grupo es el de último año ellos debían organizarla. Todos compartieron sus ideas, llegaron a un acuerdo y Machu sería la coordinadora del evento junto a Emilia.

Eran alrededor de las 8 pm, la mayoría de los alumnos estaban cenando. Manuela decidió ir a dar una vuelta por el jardín donde se encontró con Machu sentada en una banca.
-¿Porque tan sola, princesa azteca?.-pregunto acercándose a la chica.
-No estoy de humor, Manolo.-se limitó a responder.
-¿Todo bien?, ahora con quien discutiste.-dijo con una leve sonrisa que se borró al darse cuenta que la chica frente a ella realmente se encontraba mal. -Tranquila, todo siempre mejora.-agregó, para abrazar a la chica después, la ojiverde aceptó el abrazo pero después de unos segundos se separó.
-Tampoco te aproveches, Manolo.-dijo con una leve risita.
-Hostia tía, eres demasiado difícil. Solo intentaba ayudar.-explicó conectando con la mirada de la chica frente a ella.
-Lo se, solo quería molestarte.-confesó la ojiverde manteniendo el contacto visual. Ambas se pusieron un poco nerviosas, algo les pasaba cuando estaban demasiado cerca aunque aún no sabían que era. -Bueno, me tengo que ir, adiós Lencha.-se despidió.
Manu se quedó pensando como era posible que esa chica tan insoportable le moviera el piso, su intuición le aconsejaba no meterse con ella ya que eso no terminaría muy bien. Por su parte la ojiverde estaba igual o peor que ella.

Llegó el viernes, los últimos tres días las chicas no habían discutido y eso era algo de extrañarse, tampoco era como que fueran amigas. Ni siquiera se habían hablado, solo se miraban entre clases o en los pasillos.
Faltaba aún la clase de natación para que los estudiantes pudieran irse a sus casa todo el fin de semana. El grupo ya estaba calentando cuando llegó una de las alumnas muy agitada parecía haber estado corriendo.
-Llega tarde, Gandía.-cuestiono la profesora Adela.
-Lo siento, me llamaron de dirección.-explicó aún con la respiración agitada.
-Esta bien, ve a cambiarte.-comentó y la chica corrió a los vestidores enseguida.
No tardo mucho en salir la chica con su uniforme de natación que dejaba ver el trabajado cuerpo de la chica, resaltaba sus curvas que el uniforme formal parecía esconder. Todo su grupo se quedó boquiabierto al verla entrar en la piscina.
-Machu pellízcame que creo acabo de ver un ángel.-susurró.
-Por dios Emilia compórtate, límpiate que se te cae la baba.-contestó mirando a su amiga a su costado quien comía con la mirada a Manuela.

Termino la clase, la profesora pidió se retiraran todos menos la chica que llegó al final.
-¿Estoy en problemas?.-pregunto un poco nerviosa.
-Para nada, eres una gran nadadora por lo que vi. Deberías entrar al equipo de la escuela.-sugirió.
-Esas cosas no son para mi.-se limitó a decir.
-Deberías pensarlo y ya no llegues tarde a mi clase, por favor.-dijo antes de alejarse del lugar.