El pequeño despertó.
Su estómago rugía. No sabía cómo controlar lo que sentía en su interior. Dos rugidos más le indicaron que eso no era normal.Un rugido más fuerte despertó a su madre que tranquila dormía a su lado.
—¿Qué pasa pequeño?
—No lo sé mamá. Mi interior está haciendo mucho ruido.
—Hace unos años también te pasó, eso significa que estas creciendo. Cálmate un poco o despertarás a tus hermanos.
—¡Mamá! No lo puedo evitar.Explotó.
En el acto el interior de su madre se revolvió, ruido que despertó a sus hijos e iniciaron una erupción en cadena.