Se despidieron con una gran tristeza, con un beso que más hacía sentir que él partiría a la guerra y no al pueblo vecino a trabajar por tres meses. Logré atrapar ese momento en una fotografía.
El tren empezó su marcha y ella caminó a su lado hasta donde terminaba el andén. En ese momento él se inclinó y gritó: ¿te quieres casar conmigo? Ella incrédula volteó a verme. Le confirmé que era cierto lo que acababa de escuchar y ella con todas sus fuerzas contestó: ¡si quiero!
Detrás de la fotografía con una bella caligrafía está escrito "Nuestro compromiso".#fotografía beso en el tren