Cansado, acomodado en su cama, veía cómo los rayos lejanos partían la oscuridad de la noche. La tormenta se estaba alejando.
Tomó sus gafas y abrió el libro donde el separador le indicaba.
Un pequeño golpe en la ventana desvió su atención de la lectura.
Entrecerró los ojos para tratar de ver a través del vidrio.
Descubrió un par de ojos rojos que parecían atravesarle hasta el alma.
Estiró su brazo para apagar la lámpara de mesa a su lado y una mano de tres dedos, gruesa y peluda lo detuvo.
Despertó sobresaltado.Y escuchó un golpe en la ventana.
#ventana