Era el más fiero entre los piratas. Temido. En batalla jamás igualado. Dueño de barcos, de esclavos, de tesoros incalculables; dueño del mundo.
Llovía. Un par de horas faltaban para que oscureciera. Extendió su catalejo para divisar la isla donde pasarían la noche.
Algo en medio de la nada del mar intranquilo llamó su atención.
Era una sirena.
Fijó rumbo para acercarse a ella y capturarla. De entre los tesoros del mundo este era el que más ansiaba.
La tormenta arreciaba, el barco bamboleaba.
Un remolino se tragó aquel barco pirata y de todos los tesoros solo este catalejo flotaba.
#catalejo
