Una mañana más que grandiosa

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Entonces sus cuerpos se juntaron en un apasionado beso, las caricias iban y venían de ambas partes, sus cuerpos juntos ardían como el fuego mismo.
La castaña tomó a Tiffany y con mucha fuerza la levanto, tiró algunas cosas con un pequeño estruendo para sentarla en el tocador, la pelinegra solo se acomodó y abrió las piernas para que la más bajita se posicionará entre ellas y así paso, volvían a estar pegadas y se seguían besando con deseo. Tiffany por su parte rodeó a la castaña con sus piernas, su centro pedía ser tocado por taeyeon, estaba tan deseosa que se movía al sentir la piel de la bajita pegada a la de ella.

La castaña se apartó de los labios de la pelinegra para seguir enseguida besando su mentón y luego su cuello, siguió un pequeño camino mientras bajaba, hizo que Tiffany alzara sus piernas y metió su cabeza entre ellas, con su lengua siempre ágil comenzó a lamer el centro de la pelinegra, pasaba su lengua como si fuera una paleta que quería lamer, luego comenzó a chupetear su clitoris. Tiffany apenas podía apoyarse en donde estaba, sus gemidos querían salir, pero no quería que todos la escucharan gritar, por lo que se aguantaba, aunque no era fácil con el placer que la bajita le estaba proporcionando, llevó una de sus manos a la cabeza de taeyeon y la comenzó a hundir entre sus piernas, no pensaba dejar que se apartara, quería mucho más de la bajita.
Taeyeon al sentir que la pelinegra demandaba más al hundirla entre sus piernas introdujo su lengua en su entrada, había tenido a muchas mujeres así que era ágil en lo que hacía aunque no escuchaba lo que quería oír, a la pelinegra gemir como loca, al parecer se estaba aguantando.

De un momento a otro la castaña apartó la mano de Tiffany y se levantó dejándola con las ganas de más, se apegó a la pelinegra y la besó para luego posar sus manos en su trasero y alzarla. Tiffany solo se dejó enrollando sus piernas alrededor de la castaña, no sabía como es que taeyeon tenía tanta fuerza, pronto fue dejada sobre la cama para mayor comodidad con ella encima.
La castaña miró a la pelinegra por un momento y luego la beso, comenzó a moverse suave pero firme, sentía como Tiffany la apretaba contra su cuerpo, quería oírla y no iba a permitir que Tiffany se callara así que llevó una de sus manos entre sus cuerpos y comenzó a acariciar su centro mientras bajaba un poco con su lengua y comenzaba a jugar con su pezon, la pelinegra estaba al límite, no podía seguir aguantandolo.

-si te lo callas no lo vas a disfrutar, no pienses en nada más que en este momento- fueron las sabias palabras de la castaña para la pelinegra.

Entonces taeyeon siguió masajeando su centro y después de escuchar sus palabras la pelinegra se mordió el labio para dejar salir los gemidos, no quería pensar en que podían pillarla, ni escucharla, solo quería disfrutar del momento como dijo taeyeon.

Después de darle estímulo con la mano al clitoris de la pelinegra, la castaña comenzó a jugar con su entrada, introducía un poco el dedo y luego lo sacaba, Tiffany sentía que se iba a volver loca, estaba tan mojada ya, que no sabía cuánto más taeyeon la iba a atormentar.

-porfavor tae, solo hazlo de una vez- Tiffany lo soltó sin siquiera pensarlo, lo único que quería era sentirla dentro.

Taeyeon no la hizo esperar más y le introdujo un primer dedo, estaba muy mojada, pudo entrar con mucha facilidad, la pelinegra soltó un gemido que apenas se pudo oír y la castaña comenzó a mover su dedo dentro de ella mientras le chupaba y mordía el pezon, se sentía tan bien, la estaba haciendo suya. Estaba haciendo suya a Tiffany y era por el deseo de ambas.
La más bajita introdujo otro dedo y comenzó a moverlo con más rapidez. Quería que el deseo de Tiffany explotara, se levantó un poco apoyando las rodillas en la cama y con su mano libre comenzó a estimular el clitoris de la pelinegra mientras seguía moviendo sus dedos en un vaivén. Por varios minutos se escucharon solo los gemidos de la pelinegra por todo el cuarto hasta el último que la hizo llegar, la castaña se detuvo, dejó sus dedos un momento para luego quitarlos de apoco y con cuidado, Tiffany se removió al sentirla salir y luego apretó sus piernas, su respiración era agitada pero para la castaña era un arte verla de esa forma.

Matrimonio arreglado (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora