Conociéndonos

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Ambas chicas salían caminando de la mansión hwang como si nada hubiese pasado, Tiffany con un vestido rosa muy veraniego y taeyeon con la misma ropa que llevaba antes, no había querido que Tiffany le prestara nada, según ella sus prendas no eran de su gusto.

-eres una agua fiestas hwang, que te costaba bañarte conmigo- la castaña miraba a Tiffany con el ceño fruncido, creo que había agarrado un gran fetiche, molestar a la pelinegra.

-no tienes llenadera?. Aparte de eso, viniste a pie?- la pelinegra le mantenía la mirada a la castaña.

-obvio que no tengo, que pregunta más tonta, aparte vas a ser mi esposa, tendrás que acostumbrarte- el rostro de Tiffany subió cada vez más de tono a un rojizo tomate, la castaña ya la estaba poniendo nerviosa -y respecto a lo otro, vine en carro, solo que lo dejé fuera. Iba a ser muy obvio si entraba con el a la mansión, tus padres podrían preguntarse de quién era-

-solo padre, boa no es mi madre- le contesto a la castaña una Tiffany algo molesta, la pelinegra por lo general era amistosa, educada y muy sociable, no era de las personas que se llevaba mal con nadie, pero cuando se trataba de boa era otra cosa.

-la madrastra malvada? Eres una Cenicienta- la castaña otra vez se estaba burlando de Tiffany.

La pelinegra se quedó en silencio apresurando el paso para dejar a taeyeon atrás, no le molestaba que la castaña se burlara de algunas cosas, pero ella no estaba al tanto de todo lo que boa le había echo desde que comenzó a salir con su padre, había sido un suplicio vivir en la misma casa.

Saliendo de las rejas de la mansión la pelinegra pudo divisar el carro que al parecer creía que podía ser el de taeyeon, nadie por estos lugares dejaría un carro lujoso tirado por ahí, siguió su mismo paso.

Taeyeon por otro lado iba caminando relajada, a su parecer Tiffany solo estaba haciendo un berrinche, no fue una broma tan pesada para que se molestara con ella, aunque igual no quería causarle molestias y no pensó que se lo tomaría tan a mal.
La castaña iba divagando en sus pensamientos y una vez que salió de la mansión pudo divisar que Tiffany ya estaba llegando al carro, saco su llave del bolsillo y apretó el botón de desbloqueo para que se subiera, era mejor no llevarle la contraria a la pelinegra en estos momentos.

Tiffany se quedó apoyada en la puerta esperando a que taeyeon llegara, sabía que estaba abierto pero no iba a entrar hasta que ella lo hiciera.

-quieres que te abra la puerta hwang?- le dijo la castaña un poco burlona una vez que iba llegando y la pelinegra rodó los ojos.

-puedo sola Kim- la pelinegra abrió la puerta y se subió cruzándose de brazos.

-es una berrinchuda- la castaña negaba y sonreía, no le desagradaba, era un tanto tierna. Se subió al auto y se puso el cinturón, luego miró a la pelinegra que miraba por la ventana y volvió a sonreír, se acercó a ella y tomó el cinturón para cruzarlo por el cuerpo de Tiffany y meterlo en la ranura, con un clic ya estaba asegurada -deja el berrinche hwang-

-no me fastidies Kim- la castaña río un poco y poniendole la llave en la hendidura del carro lo encendió y arranco en dirección al centro comercial.

La pelinegra en realidad no sabía porque se estaba comportando así, solo a su padre y a siwon solía hacerle ese tipo de berrinches.

-hwang, rompí mi móvil, después de comer y ver los preparativos me acompañas a comprar uno nuevo?- el silencio había permanecido por unos minutos así que a taeyeon no se le ocurrió nada mejor que decir.

Matrimonio arreglado (Parte 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora